Lo que nadie dice sobre la salud mental en el embarazo
 

Lo que nadie dice sobre la salud mental en el embarazo: 1 de cada 5 mujeres presenta síntomas de ansiedad o depresión

Lo afirma la Dra. Agustina Wainsztein, médica psiquiatra y especialista en Psiquiatría Perinatal del Servicio de Psiquiatría Adultos de Fleni.

La escena es tan conocida como esperada: una mujer embarazada acariciando su panza, con la promesa de que todo lo que viene será maravilloso. Pero ¿qué pasa cuando esa imagen idealizada no se corresponde con lo que una siente por dentro?

Durante el embarazo, se espera que las mujeres estén felices. Que brillen y agradezcan tal bendición. Se les pregunta por el nombre del bebé, por el sexo, por el cuarto que están armando… Pero rara vez se les pregunta cómo están realmente. Cómo se sienten con tantos cambios físicos, hormonales, vinculares y existenciales. Y, sin embargo, muchas veces lo que aparece no es plenitud, sino angustia, miedo, preocupaciones o tristeza.

1 de cada 5 mujeres puede presentar síntomas de ansiedad o depresión durante la gestación

A pesar de que se habla cada vez más sobre salud mental en el puerperio, el embarazo sigue siendo una etapa poco explorada. Contrariamente a lo que siempre se pensó, el embarazo no protege a las mujeres de desarrollar un problema de salud mental y hasta puede ser la primera vez que una mujer experimente esta situación.

La evidencia es clara: 1 de cada 5 mujeres puede presentar síntomas de ansiedad o depresión durante la gestación, y en la mayoría de los casos pasan desapercibidos. Y como todo malestar busca una vía de expresión, si no se verbaliza suele manifestarse en el cuerpo: en dolores, enfermedades, alteraciones del sueño o una sensación constante de agotamiento.

En la vida real, muchas embarazadas no llegan al consultorio diciendo “tengo ansiedad” o “estoy deprimida”. Lo que suelen decir es: “no sé por qué, pero me siento mal”, “estoy rara”, o “me cuesta disfrutar”.

Algunas lloran sin motivo aparente, otras se sienten sumamente irritables, no logran dormir bien, no pueden concentrarse o se la pasan preocupadas por si algo le va a pasar al bebé.

Sentir que "no se va a poder con todo" o inclusive arrepentimiento de estar embarazada

También muchas tienen pensamientos incómodos -como sentir que no van a poder con todo, arrepentimiento, o que a pesar de haber buscado tener un bebé ya no lo desean tanto como antes-, que traen culpa, vergüenza y mucho silencio. Hablar de eso sigue siendo muy difícil.

Estos síntomas muchas veces se vuelven más intensos a medida que se acerca el parto. El miedo al dolor, a la cesárea, a que algo salga mal, o incluso a revivir una experiencia traumática de un embarazo anterior, se hacen más presentes.

El cuerpo se prepara para parir, pero la cabeza muchas veces se llena de temores imaginarios. Y cuando estos miedos se mantienen demasiado tiempo o se vuelven demasiado grandes, pueden afectar el sueño, el ánimo, el vínculo con quienes las rodean, la posibilidad de disfrutar y la conexión con el bebé.

Necesitamos empezar a desarmar la idea de que el embarazo es siempre un tiempo de plenitud

De lo que nunca se habla, y es de uno de los dolores más profundos e invisibles, es de quienes atraviesan una pérdida gestacional. Muchas mujeres cargan con el duelo de un embarazo interrumpido en silencio, sin encontrar espacios para nombrar lo que sienten ni el permiso social para transitar su dolor. Y muchas veces, esos duelos no elaborados reaparecen en embarazos posteriores, llenando de miedo e incertidumbre lo que debería ser una etapa de calma.

Hay algo que necesitamos empezar a desarmar como sociedad: la idea de que el embarazo es siempre un tiempo de plenitud. La idealización de la maternidad como sacrificio constante, como entrega total, muchas veces deja a las mujeres atrapadas entre lo que sienten y lo que “deberían” sentir. Y ese desajuste —entre la expectativa y la realidad— genera más culpa, más silencio, más sufrimiento.

Por eso es urgente hablar de lo que muchas sienten, pero no se animan a contar. Nombrar la salud mental durante el embarazo es una forma de cuidar, de prevenir, de acompañar mejor a las mujeres, a las infancias y a las familias. Las emociones también merecen un lugar en cada control prenatal. Porque no hay salud materna sin salud mental.

Por la Dra. Agustina Edith Wainsztein. MN 144038. Médica psiquiatra. Especialista en Psiquiatría Perinatal del Servicio de Psiquiatría Adultos de Fleni.

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