En tiempos donde cada centímetro cuenta, las hornacinas se convirtieron en el recurso estrella de arquitectos y diseñadores. ¿La idea? Aprovechar la profundidad de los muros para crear nichos que no solo sirven para guardar, sino que además embellecen y organizan. Son huecos con intención, con un rol claro: exponer, ordenar, ocultar o destacar algo dentro de un espacio.
Según la Real Academia Española, una hornacina es un “hueco en forma de arco que se hace en una pared o un muro, para colocar un objeto decorativo o de culto”. Pero hoy esa definición queda corta. Las hornacinas rompieron límites y aparecen en todos los ambientes del hogar: desde el baño hasta el living, pasando por cocinas, pasillos y dormitorios.

Hornacinas: todo lo que tenés que saber
Planificación desde el día cero (o no)
Cuando se trata de obra nueva, lo ideal es proyectar las hornacinas desde el arranque. Pero si ya estamos hablando de construcciones existentes, todo empieza por analizar la pared: ¿es lo suficientemente gruesa?, ¿qué profundidad se puede lograr?, ¿es viable empotrar sin comprometer la estructura?
Se estima que una hornacina funcional necesita entre 15 y 20 cm de profundidad, por lo que las paredes ideales deben tener, al menos, entre 30 y 40 cm de grosor.
Y si la pared no da, no todo está perdido: los “falsos muros” de madera se presentan como la alternativa perfecta. Así, se puede ganar espacio entre la pared original y el nuevo tabique sin romper nada.

Baños con huecos que hacen magia
Uno de los ambientes donde más se lucen las hornacinas es el baño. Ya sea para organizar productos de cuidado personal, aprovechar el espacio en la ducha o simplemente evitar muebles voluminosos, los nichos empotrados permiten mantener todo a mano y con estilo.

Diseñar con intención
No hay una regla única: pueden ser una, varias, con o sin arco, verticales u horizontales. El truco está en definir el hueco según el uso que se le quiera dar.
En un living, por ejemplo, pueden funcionar como biblioteca, soporte de TV o espacio de galería para objetos de decoración.

La madera, aliada clave
Como muchas veces se trabaja con materiales fríos -ladrillo, cemento, cerámica-, es fundamental pensar en cómo “abrigar” las hornacinas para que no pierdan calidez. Ahí entra en juego la madera, ese recurso noble que suma textura, profundidad y elegancia. Desde estantes flotantes hasta paneles de fondo que generan contraste, hay un sinfín de posibilidades.
Se puede jugar con maderas claras como el abedul, el pino o el fresno para lograr un look más escandinavo, o ir por tonos oscuros como el nogal o el roble para un aire más sofisticado.

Con información de CETOL.
Suscribite al newsletter de Para Ti Deco
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti Deco cada 15 días en tu mail con las últimas novedades e ideas inspiradoras sobre decoración & lifestyle, completá los siguientes datos: