La cocina es uno de los espacios más usados -y queridos- de toda la casa. Es el escenario de recetas caseras, reuniones improvisadas, charlas eternas… y, claro, el lugar donde todos terminan cuando hay visitas.
Pero ojo: es uno de los ambientes más intensos de reformar. Y una mala decisión puede complicarte el día a día más de lo que imaginás.
Por eso, antes de tirar abajo la alacena, elegir la bacha soñada o dejarte tentar por tendencias, hacé una pausa y planificá bien cada detalle. Pensá en tu rutina, en tus necesidades reales y en el estilo de cocina que realmente te hace feliz. Tu yo del futuro (y tu billetera) te lo van a agradecer.
Mirá También
Cómo iluminar la cocina y ganar funcionalidad
Lo que tenés que pensar antes de reformar tu cocina
1. Pensá en cómo usás tu cocina (de verdad)
¿Sos de cocinar a full todos los días o la usás más para pedir delivery? ¿Te gusta recibir amigos y que se junten en la cocina? ¿O preferís algo más práctico y cerrado?
Definir el estilo de vida que querés tener en la cocina es clave para no arrepentirte después.
2. El famoso triángulo de trabajo
Una cocina funcional necesita que las tres zonas principales -heladera, pileta y cocina- estén cerca, formando un triángulo cómodo. Así te movés fácil y no hacés 20 pasos para sacar algo del freezer o lavar una verdura.
3. Medí todo (y volvé a medir)
Antes de pedir presupuestos o enamorarte de una isla gigante, medí bien el espacio real.
Tener las medidas exactas te va a evitar dramas como "no entra el horno” o “la puerta del mueble choca con la heladera”.
4. Elegí materiales que banquen el uso diario
La cocina es zona de guerra: manchas, vapor, calor, rayones.
- Para mesadas: granito, silestone o porcelanato, que son resistentes y fáciles de limpiar.
- Para muebles: laminados de buena calidad, laqueados o maderas tratadas.
- Para pisos: porcelanatos antideslizantes, vinílicos resistentes o cerámicos durables.
Invertir en materiales buenos es ahorrar en dolores de cabeza a futuro.
5. La iluminación: más importante de lo que pensás
Una buena luz cambia todo. Sumá luz general (tipo plafón o spots) y luz puntual sobre las áreas de trabajo: mesada, cocina, pileta.
¿Un bonus? Agregá luces cálidas debajo de los muebles altos para darle onda y funcionalidad.
6. No subestimes el almacenamiento
Nunca hay suficiente lugar para guardar cosas en la cocina. Nunca. Pensá en muebles a medida si podés y optimizá espacios con cajones profundos, esquineros giratorios, alacenas hasta el techo y organizadores internos.
7. Establecé un presupuesto (realista)
Ponete un número en la cabeza. Y agregale un 15 o 20% extra porque siempre aparece algo que no estaba en los planes. Definir hasta dónde querés y podés llegar te va a ahorrar estrés.
No te olvides del asesoramiento profesional
Por más que tengas clarísima la cocina de tus sueños, siempre es buena idea consultar con un profesional antes de arrancar.
Ellos pueden ayudarte a optimizar espacios, calcular instalaciones, evitar errores caros y resolver temas técnicos que, a simple vista, se nos pueden escapar.
Un buen proyecto de cocina no solo tiene que verse lindo: tiene que ser funcional, cómodo y durar muchos años.
Reformar la cocina puede ser un desafío... ¡pero también una oportunidad!
Sí, puede ser caótico. Pero si planificás bien y priorizás tus necesidades reales, vas a terminar con una cocina que te haga feliz todos los días.
Y después de la primera comida en tu cocina nueva, te vas a olvidar del polvo, las corridas y los presupuestos.
Fotos: Archivo Para Ti Deco.
Suscribite al newsletter de Para Ti Deco
Si te interesa recibir el newsletter de Para Ti Deco cada 15 días en tu mail con las últimas novedades e ideas inspiradoras sobre decoración & lifestyle, completá los siguientes datos:
