Coaching: Darme lo que necesito – Revista Para Ti
 

Coaching: Darme lo que necesito

Escuchar lo que tu cuerpo te pide y darte el gusto. Zelmira Kroselj, directora de Zelmira K Comunicación y Coach Ontológico Fundación Protagonista de Cambio, nos llama a reflexionar sobre este tema.

La semana pasada escribí sobre un tema que me apasiona, me desafía y sin dudas me interpela: aprender a poner límites, aprender a decir que no. Un temón sobre el cual sigo aprendiendo, creciendo, observándome.

Es que cuando descubrís algo que te hace bien y lo practicás no lo querés dejar, eso me pasa, ¿vos cómo lo vivís? Desde hace un tiempo dejé de sentir la necesidad de dar respuesta a todo, de hacerme cargo de lo que no me correspondía, de decir a todo que sí aunque no quisiera y sintiera que me traicionaba.

Incorporé el estar incómoda por un no dicho a tiempo y del mejor modo para mí: honesta y respetuosamente. Ojo! A veces me sale suave y otras me sale con enojo: es la torpeza del aprendiz, requiere práctica y perseverancia!

Ejemplos tengo miles, el primero que me viene a la mente es dejar de ir a lugares que no tengo ganas, dejar de ir a lugares por obligación. Uf, ¿te pasa? Lugares como: cumpleaños, salidas a comer afuera, encuentros multitudinarios y sigue la lista. Priorizar lo que es importante para mí, escuchando lo que tengo ganas. Es muchísimo. Y me desafía.

Porque puedo sentir culpa por priorizarme a mí y no priorizar al otro. O miedo a no ser querida o ser dejada de lado. Y sí, cambiar tiene muchos beneficios pero no es lineal, vamos y venimos, nos duele y nos sentimos bien, todo junto.

¿Por qué esta introducción? Porque se une a algo que también empecé a practicar: elegir hacer de un modo diferente. ¿Qué sería esto? Empezar a priorizar lo que me hace bien. Y darme el tiempo para hacerlo. Yoga. Coaching. Facilitar talleres. Acompañar procesos. Escribir estas columnas. Continuar mi formación. Y sí: trabajar un poco menos. Salir del modo productivo, hacedor, sin tiempo para nada.

No soy vaga o mediocre por querer vivir de un modo más tranquilo, más suave, más orgánico con mis propios ritmos. Esos que me marca mi gran maestro en este tiempo: mi cuerpo.

Aprender a darme lo que necesito. Y a encontrar seguridad en mi descanso. Creo que una de las maneras de lograrlo es amar esas partes mías que me trajeron hasta acá. Las que tienen miedo a parar, a frenar, a desafiar el paradigma de que si no trabajo 15 horas por día no soy valiosa. A abrirse a lo nuevo y lo desconocido. Abrazar cada una de esas partes.

Agradecerles por todo lo que me dieron. Y enseñarles paso a paso, con suavidad, a habitar una nueva manera de Ser. Una nueva manera de Hacer.

Este camino tiene mucho de Amor. Amor a mí misma. Y Amor a los que amo.

Fuente: Zelmira Kroselj, directora de Zelmira K Comunicación y Coach Ontológico Fundación Protagonista de Cambio.

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