"Es actriz, modelo. Hoy es empresaria: la rompe con su línea de maquillaje... Bienvenida, es un placer tenerte en Protagonistas Para Ti", saluda Priscila Crivocapich a Araceli González.
-¡Qué lindo tenerte acá. Arranqué con el "es actriz" y hoy te has alejado de la actuación bastante, ¿por qué? ¿Sentís que te falta algo?
-Estoy en proceso. Generalmente lo que ve la gente es la consecuencia. Ve "se alejó de la televisión, está metida 24/7 en su propia producción de su marca G.ara cosmetic" y la verdad que fue una elección. Y lo que a mí más me gustó de todo es que fue un trabajo previo, uno va trabajando. Yo hace 20 años atrás que voy trabajando las distintas cosas que me van pasando...
Yo decía en algún momento tengo ganas de dedicarme a pleno a algo que a los 20 era mi sueño. Yo tenía una marca de ropa -Arcoíris- y empecé a trabajar como actriz y eso como que me comió todo ese espacio. Y dije "en algún momento tengo que volver".
La pandemia fue un puntapie muy importante porque empecé como a liberar productos y todas esas cosas, y empecé a descubrir que estaba muy bueno eso que estaba haciendo, que era un espacio que me daba mucha felicidad cuando me levantaba la mañana, que me da mucha creatividad.
Y es algo como geminiana que a mí me gusta, soy muy creativa, me gusta estar en la producción de las cosas. Entonces dije "vamos por acá" y ahí empezó, pero la actriz está. Ahora, si vos me preguntás, "¿te propusieron hacer cosas?". Sí, me propusieron hacer teatro, me propusieron hacer televisión, pero también está bueno a veces decir que no.
-Pero todo lo que describiste que habla de tu evolución, también habla de una mujer valiente. Hay muchas personas que no terminan de llevar a flor de piel al máximo, y creo que todo lo que por todo lo que transmitís sos una mujer que siempre busca más...
-Creo que tiene que ver con una personalidad que por momentos se vio como un poco desdibujada por distintas situaciones, y con eso trabajé mucho. Viste que a veces cuando uno se ve desdibujado como mujer, o desdibujada en la profesión que manejás, o situaciones de destrato que no aceptás, empezás a entrar -si estás lúcida o no, si hay una inquietud adentro- en una sintonía de "yo esto lo quiero cambiar, me lleve lo que me lleve de tiempo".
Entonces empecé un psicoanálisis con Mari Calvo, que es una de las mujeres que me ha rescatado de la vida porque hay mucha gente que saboteó la vida y otros me rescataron...
-Pero lo primero es darse cuenta de lo que te está pasando...
- Es que por momentos hay personas que lo van sintiendo en el cuerpo y es como que no se hacen cargo de lo que sienten. Prefiero fingir demencia, sigo en ésta y la verdad es que yo empecé a sentir que me marchitaba en esa zona.
"Me empecé a marchitar dentro de la actuación y con las parejas que tuve"
Dentro de la actuación me empecé a marchitar. Dentro de las parejas que tuve -cuando me pasó- me empecé a marchitar... Empecé a perder mi propia luz, o mi propia impronta, o mi inquietud más humana y profunda, y ahí empezás... Hasta el cuerpo empieza como a ceder...
-Y hay gente que termina con una enfermedad también... La vida se encarga de mandarte cosas.
-Pasé por todas esas cosas: hipotiroidismo, gastritis, SIBO. Todas las enfermedades de las que yo hablo, las pongo de moda. Me encanta porque busco SIBO y es Araceli. Por eso está bueno comunicar, porque la gente lo que ve son los resultados. No ve el proceso... Entonces todo esto fue un proceso para llegar hasta acá.
Y me da mucha felicidad. Obvio, tengo estrés. ¿Puteo con muchas cosas que me pasan en el día?: Sí. ¿No llega la paleta para Navidad y estoy que voy a comer al proveedor?: Sí. Pero también hay una parte divina de creatividad que me está dando mucha vida. Y hoy estar en una zona de 20, teniendo 57, me encanta.
-Ay, pero es re lindo porque de eso se trata sonreír de adentro, entender el alma.
-El alma la tenés bonita. Estar bien, te pone bonita. Estar triste, te pone muy marchita...
-Sí, te pone gris, te apaga... También con estas cosas que contás en tus formas, ya sea el tema de transmitir una enfermedad, tus procesos o las parejas... Sentís que sos un ejemplo, una ayuda para muchas chicas que al ver que le pasa lo mismo a una persona como vos, tan exitosa, y vos pudiste, ellas también van a poder.
-No me quiero poner como en un lugar de maestra, pero sí me gusta contarles lo que me sucede. Yo los vivos cuando voy enseñando, cómo manejar el make up, voy mechando cosas de mi vida, porque mi intención a futuro es tener algo donde pueda comunicar mucho más.
Y la verdad que la gente tiene que saber que uno se construye, se desconstruye y se vuelve a construir y ése es el chiste de la vida. Cómo llegamos a partir de los 50, que es una edad un poquito bisagra en muchas mujeres, y en la sociedad se empieza a sentir, que ya estoy más para el retiro que para empezar a hacer algo.
-¿Eso lo sentiste vos?
-No, yo cero. Pero muchas chicas de mi edad me dicen "Yo ya cero, plancha". Yo le pongo muchas ganas a mi vida y de acá al resto de mi vida tengo un montón de proyectos que son totalmente diferentes a los que vine haciendo hasta ahora. Y esto para mí es mi mundo, mis 24/7, pero hubo una profesión atrás -la modelo, la actriz- que también enseñó para esta parte. Soy muy estricta en cada producto que hago, en cómo lo comparto.
Hoy hay un diferenciador muy grande entre redes y lo que era antes. Antes hacías una tapa de revista y era todo una ilusión enorme. Era como el plan y lo que a vos te servía para el book. La primera vez que salí en una tapa de revista, el señor que tiró el diario toda la vida cuando era chiquita, me encuentra a mí y fue una revolución en el barrio... Mi mamá llorando, mi tío llorando, la revista bajo el brazo...
La pandemia, las redes y la reinvención de Araceli
-Hoy la revista papel se extraña, pero ¿qué sentís que te dio esta parte de las redes sociales? Te siguen viendo como inalcanzable pero a la vez te tienen cerca.
-Eso me encantó y lo aprendí en pandemia. Le di duro en pandemia, aprendí un montón, a mí nadie me enseñó nada. Me hice como mis propio marketing de cómo comunicar lo que hacía, y era un laburo donde veía lo que hacían otras personas, otras marcas, otras influencers y veía cuál era mi impronta, cuál era mi inquietud para hacer eso y hacía una fusión con todo.
Hoy me dicen liberamos las paletas y no tenemos la foto producto, cosa que me pasó hoy: hago un vivo, hago un tutorial, y le pongo el link abajo. Hoy lo que dan las redes es la inmediatez. Una tapa tenía todo un proceso: primero te tenían que elegir, después tenían que ver la ropa, después del maquillaje, después la elección de la tapa... Era todo un proceso. Esto tiene una inmediatez
A mí me pasa en la calle. Por ejemplo estaba en un supermercado, yo voy al súper porque me encanta, me desconecta. Había tres nenas de 15 años atrás mío, siguiéndome, digo esto no debe ser para mí. Porque no soy de su camada, no soy del streaming, no estoy en la tele. Me dicen "hola". Me preguntan "¿sos Araceli?"... "¿De dónde me conocés?", le digo. "Me dice primero que mi mamá me conoce... Estoy viendo por you tube todos tus programas... Guapas, Mujeres Asesinas. Y tenés maquillaje". Y empezó a hablarme de la línea. Ahora viene una mamá con uno de 10 y eso es hermoso."¿Te podés sacar una foto con mi hijo?", me dice. Pero él no sabe quién soy. Fue muy gracioso eso también.
"Con Fabián nos llevamos bien el intimidad, sin el laburo"
-También vemos en las redes que te divertís mucho con Fabián (Mazzei)...
-A veces me divierto. Trabajar 24/7 también es complejo. Él es mi socio. Él está en la parte más administrativa y yo estoy en la parte más desarrollo y creativo de producto.
-¿Y en qué chocan?
-En la parte económica porque yo quiero hacer de todo y él nos llama a todas y dice "bueno, hay que bajar acá, hay que bajar acá, hay que bajar acá... ¿Querés sacar esta máscara de pestañas, entonces ésta no la hacemos?"
-Y cuando van a dormir juntos a la noche, ¿esa parte ya se apagó?
-No, a las dos de la mañana, me despierto y le digo "Fabi me parece que hay que decirle...". A ese nivel. Él me dice "¿te parece ahora que hablemos de esto?". Es que me voy a olvidar, entonces me levanto y lo pongo en mi whatsapp. Tengo uno que es "mensajes para Araceli" y ahí me todos los mensajes para el día siguiente.
-A él se lo ve como muy dulce, más tranquilo y que te sabe llevar.
-Sí, por momento sí. Por momentos, no. Es más lo que me sabe llevar que lo que no. Eso está bueno.
-Por eso siguen durando tanto...
-Es un equilibrio. Nosotros nos llevamos muy bien en la intimidad, sin el laburo. Con el laburo incluido, ahí está complejo. Él tiene otra manera de encarar el trabajo. Yo tengo otra bueno. Estamos aprendiendo los dos bien. Es un aprendizaje.
-Y como pareja, porque en un momento hablaste de que tus papás se separaron, que te marcó mucho...
-Tanto no me marcó porque me separé tres veces. He superado la marca.
-Pero tuviste relaciones que no te daban lo que te da Fabián...
-Hoy viéndolo con el diario del lunes tiene que ver mucho con la edad de uno y cómo estaba parado uno en ese momento. Cada relación tiene que ver con cómo estás. Vos viste que a veces decimos "él tiene que cambiar", y no tenés que cambiar, vos soltá, para qué retenés algo que no va más. Este año solté mucho. Estoy muy solita.
-Creo que a medida que uno -o por lo menos lo que he aprendido y voy aprendiendo en la vida- que a medida de que uno se va trabajando cosas internas y personales, tu círculo es más chico, pero es más fuerte en todos los aspectos.
-Uno también empieza... La soledad es un tema que nos da mucho miedo. Da oscuridad, negro, gris, un cuarto encerrado, solitos, y en realidad, mi terapeuta, lo que me enseñó es que la soledad es un proceso de mi vida, donde me separé por segunda vez -y ahí vamos con la separaciones de lo que hablabas- y ese proceso fue muy fuerte. Porque ese casamiento para mí había sido como el para toda la vida.
Entonces, cuando me separé, me sentí rarísima. Me sentí sola en muchas decisiones y cosas. Y ahí mi psicóloga me dijo "bueno, "vamos a hacer un trabajo que nos vamos amigar con esta soledad". Yo a la noche no podía dormir, descansaba cuando todo el mundo dormía, y me sentía muy acelerada en ese tiempo. A la noche no dormía. Y ella me dijo que empezara a escribir a la noche. Hice tres cuentos, los hicimos con Editorial Atlántida, se llamaban "Ada y mis sueños".
Ada tenía mucho que ver con esa niña temerosa a la noche que a partir de los sueños, le daban la valentía que tenía que tener en el día. Entonces sus sueños le resolvían el problema. La realidad lo hice opara Toto, pero me lo hice para él sino para mí. Estaba bueno plasmar que el sueño de ella lo que hacía es darle la fortaleza, entonces ahí Ada aparecía como una gladiadora, toda vestida de gladiadora en el sueño, podía con todo. De día, temerosa, miedo a la noche, a los ruidos, a las situaciones y así hice tres cuentos.
-Qué te pasó para decir hoy suelto este tipo de personas...
-Te lo voy a hacer gráfico. Cuando estás en proceso de vuelo, sea cual fuera la decisión que vos tomás en la vida, es vuelo. Tu cuerpo se para ahí y cuando hay gente no resolutiva o que te trae problemas o te baja, seguís entrando en una zona que no te gratifica, que no te hace bien. Entonces tenés que soltar, y trabajar soltar es muy heavy, muy doloroso y muy triste. También te frustrás. Se va una etapa pero después te entra más aire.
"Se vienen los momentos lindos: yo espero los nietos"
-¿Y hoy te sentís plena?
-No. Me siento bien. Plena conmigo, sí. Está bien, plena. Hay gente que dice estoy re feliz. Y eso es un montón. Estoy plena, re feliz, no. Tuve muchas pérdidas... Mi mamá, mi papá... Se vienen los momentos lindos. Yo espero los nietos.
-¿Flor?
-Y... Vamos a ver. Ahora se separó. Puede ser. El amor es tan brutal y tan lindo que por ahí llega en un día y lo que no hiciste en año, de golpe, lo tenés todo construido.
-¿Y vos como mamá? Porque en tu proceso de crecimiento tuviste una vida dura que te llevó a fortalecerte y ser la mujer que sos hoy. ¿Qué de diferente le diste a tus hijos como mamá para que hoy estén como estén?
-Vieron todos mis procesos. No soy una mamá que oculta sus estados. Todos los procesos que yo fui teniendo, ellos los vieron. Y lo maravilloso es ver que entrás en esos procesos de dolor, o de tristeza, o de sentir que te desdibujar y ven también cómo uno puede renacer a través de eso.
Entonces yo todo el tiempo hay algo que hablo con ellos, yo soy más de "me siento ahí voy hasta el fondo del mar. Me como la caca y vuelvo a salir. Somos como buceadores -y esto se los digo siempre- como que hay distintos oleajes. Que con el dolor tenemos que seguir caminando, hay que seguir trabajando, no nos podemos detener ahí.
Pero eso porque fue un proceso que yo tuve y tuve una persona que me lo enseñó. Y también mi mamá era una persona que me enseñó. Yo vi todo, o sea, la vi llorar, la vi triste, la vi tomar una actitud súper fuerte y valiente que es poner las valijas de mi papá en la calle en una época donde las personas no se separaban.
Yo también me tuve que hacer valiente en la calle. Era todo tabú. Todo eso también nos hizo muy valientes y a mí me hizo decretar la calidad de vida, que le iba a dar y así fue, yo decreté.
Yo recuerdo cómo la vida me fue marcando cada etapa y cada decisión, y cada decreto y cómo te marcó. Uno muy puntual fue una parada de colectivo, que lo cuento siempre, pero te voy a contar otro: estábamos en mi casa, ya mi mamá separada, con nosotros dos solos, vivíamos en Villa Lugano en un barrio tranqui.
Y ella estaba sola con nosotros dos y no era fácil. Porque todo el mundo sabía que estaba sola con nosotros dos, y una noche a la madrugada, el calefón empezó a liberar como mucho humo y un ruido impresionante, y la casita se llenó de humo, al nivel que nos tapaba las cabezas. Mi mamá vino corriendo, nos agarró a los dos de la cama, nos despertó, nos agarró. Nos sacó afuera, nos sentó en el cordón de enfrente y dijo "bueno, posiblemente veamos cómo explota nuestra casa".
Y ahí sentados los tres, sin ninguna imagen masculina, yo ahí ya la vi con una fuerza tremenda, y yo ahí dije "esto no nos va a pasar, vamos a tener esto y esto". Yo tenía 8 años. Mi hermano no se acuerda de eso. Pero yo lo que vi es una mujer de armas a tomar y en una noche oscura, donde nadie te abría la ventana para salir a ayudarte. No pasó nada. Se calmó el calefón y volvimos a entrar. Ahí mamá apagó todo y tomó la decisión de mudarse.
Entonces, vendió la casa, compramos un departamento en Haedo y con el resto era para bancarse ella hasta encontrar un trabajo. Fue un momento bisagra. Cada cosa que después hice lo disfruté bien, porque sabía qué retorno llegaba a casa. Eso me daba poder comprarle una casa a ella, poder comprar mi casa... Mi auto.
Disfruté mucho esa plata. La llevé de viaje a todos lados, que es lo que queda. Le di mucha calidad de vida, que era lo que quería a ella y a mi tío que era como mi papá, era un rol muy importante que había ocupado. Él también me hizo muy masculina, o sea, él quería que nada me pase entonces me hizo muy masculina también.
El duelo de Araceli
-Hablemos de tu papá y su ausencia.
-Me marcó. Fue mi gran panic attack. Esto es muy loco. Cuando yo tuve el momento más exitoso de mi carrera, que fue "Nano", fue un momento glorioso, yo me empecé a sentir mal y tenía palpitaciones. Yo ya había logrado todo: comprar mi casa, la casa de mamá, tener mi auto... Me empecé a sentir muy mal, entonces fui a hacerme ver y ya era demasiado los tiempos que me sentía mal y me dijeron, posiblemente tengas ataques de pánico. En realidad me dijeron "panic attack" y yo no entendía qué era eso.
Me dijeron "tenés que ver un psiquiatra". Me bajó de un hondazo con una pastilla que me había dado y yo dije no voy a seguir tomando esto. Cada vez empecé a empeorar. Y yo trabajaba en ""Nano", vivía en Ramos Mejía y cruzaba todo Camino del Buen Aire hasta Martínez todos los días. Tenía mucho estrés de toda la la capacitación para hacer el personaje de Camila, de la fuerza que estaba tomando ese personaje a mí. Era muy fuerte todo y uno no dimensiona en ese momento todo.
Y me di cuenta que era él, porque en un pleno proceso de pánico en mi casa, mi mamá me estaba abriendo las ventanas porque yo le decía que no me entraba aire, tocó el timbre y me dijeron es Ernesto, tu papá. Y ahí empecé a gritar, que no lo dejaran entrar. Yo veía poco, pero lo veía. Empecé a llorar. Llorar es un desbloqueo del estado de ansiedad. Y me empezó a entrar el aire. Y ése es el principio de mi pánico. Yo durante toda la vida quise ser el hombre de mi papá también. Tomé una posición un poco fuerte para una niña.
-¿Y pudiste sanarlo?
-Sí, pero era una persona muy dificil. No de malo, tenía mucha sensibilidad, pero no podía abordar su paternidad. Y eso fue muy doloroso para ambos. Igual me quedo con algo hermoso, no tan hermoso y sí, que cuando entra a la clínica en enero -en febrero, fallece- y antes de morir, él era una persona que no te decía "te quiero". Le costaba... No dijo "te quiero", pero dijo "gracias". Y eso fue un te quiero. Me quedo con eso. (N.deR: Araceli se quiebra hasta las lágrimas). Perdón pero estoy en proceso de duelo. Todos los duelos tienen un proceso que tienen distintos oleajes y me estoy acercando a la fecha...
Sentirse en la cresta de la ola
-Hoy llegan las fiestas y me parece que va a ser como en la cresta de la ola...
-Sí, es una fiesta para mí también porque de una marca que empezó como jugando con dos productos, hoy tenemos 36 productos en el mercado...
-¿Por qué make up?
Porque en la pandemia yo había liberado dos labiales con otra empresa, y yo pensé "no voy a vender a nadie", pero se vendió un montón y me gustó siempre ese mundo del makeup. Me gusta que vaya creciendo como marca, pero a la vez cada producto que ingresa es un aprendizaje para la gente que me sigue para mi comunidad: entonces, les enseño cómo usarlo, qué tienen que hacer, cuáles son los tips...
Aparezco con ojeras, cansada y les cuento cómo te podés recuperar con make up. Hago todo el proceso, la previa de hacer todo lo que es la preparación de piel. Voy a estar en un shopping que para mí es muy importante, poner en un shopping era un sueño.
Hace 4 años, le dije a Toto "yo algún día voy a estar con mi marca en este shopping que amo" y así fue. Y cuando surgió, él me dijo "ma, te acordás cuando me lo dijiste en la terraza de casa hace cuatro años". Y esas cosas también les enseño a ellos, que decreten lo que quieran, pero hay que trabajar para el decreto. No es "quiero esto y entonces acá espero que todo venga y que el universo conspire conmigo", no: trabajo mucho para ir por los sueños. Y eso -creo- es la plenitud que tengo hoy.
-¿Hay posibilidades de que alguna vez te volvamos a ver en la pantalla?
-Sí. Puede ser. Me gustaría más conducción. Lo he hecho para Fox y la he pasado muy bien...
Fotos: Chris Beliera.
Video: Miranda Lucena.
Edición del Video: Martina Cretella.
Producción: Marité Rizzo
Estilismo: @tvtrendy
Maquilló: @mauriciocamilomaquillador Con productos G.Ara
Peinaron: @cricricagnina y @carmencitadasilva para @cerininet.
Ropa: @minagostini, @allo_martinez, @saiacjofficial, @menage_a_trois_boutique, @jazminchebar.
Zapatos: @mono.fuk
Joyas: @las_nereidas_ @flaneurba
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