El doloroso relato de Diego: su mujer murió en manos de parteras no profesionales mientras daba a luz en su casa - Revista Para Ti
 

El doloroso relato de Diego: su mujer murió en manos de parteras no profesionales mientras daba a luz en su casa

Esta es la historia de Diego y de Y, su esposa, quien murió el 31 de octubre pasado en un parto domiciliario tras dar a luz a su beba. Su caso se viralizó en redes, mientras Diego solo desea que se haga justicia.
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Diego es carpintero (o emprendedor que trabaja con madera reciclada, como él prefiere definir su profesión) y vive en Capital Federal. Pero lamentablemente su historia no trascendió en las redes sociales por su emprendimiento familiar o por las ventas de sus muebles. La historia de Diego se está haciendo viral por el doloroso relato que él mismo comenzó a dar a conocer hace poco más de un mes: Y, su esposa, murió el 31 de octubre pasado luego de dar a luz a su tercera hija, C, en un parto domiciliario.

Y. ya tenía dos hijos con Diego y a ambos niños los había tenido por cesárea. Cuando en 2022 quedó embarazada por tercera vez, se ilusionó con la idea de tener un parto natural en su casa. Pero lamentablemente cayó en manos de un grupo de pseudo parteras que no tuvieron en cuenta las posibles complicaciones que una ecografía habría mostrado.

La foto que Diego compartió en su IG, la de su esposa con la beba recién nacida, antes de morir.

Y murió por tener acretismo placentario, un diagnóstico que indica que se debería haber realizado una operación cesárea para resguardar su vida y la del bebé.

En el relato de Diego que reproducimos a continuación, los nombres de las pseudo parteras fueron modificados y solo se las nombra con sus iniciales.

El doloroso y conmovedor relato de Diego

Hola, mi nombre es Diego, asumo que lo que escribo es un relato, desearía que fuera un sueño, una pesadilla o tan solo una historia que me llegó. Pero no, es real, voy a contarles de Y, mi esposa, mi compañera, el amor de mi vida y la madre de mis dos hijos; M de 9 y S de 6. Claro, yo también soy parte de este relato.

A continuación compartiré lo vivido con mis palabras pero, antes voy a compartir escritos textuales de Y, así podrán de alguna manera conocerla y enterarse de su pensar.

(02/03/2022)

“Finalmente hoy llegó a casa el telegrama de despido, algo intuía, lo loco fue que una hora antes me había enterado que estaba embarazada.

Fueron sentimientos encontrados, un sube y baja de emociones.

Me preocupaba mucho el tema de la obra social, la clínica, la plata y ahora, ¿qué hago?

Realmente me sentía muy preocupada y fui a una sesión con Norma (psicóloga).

Descargué bastante mi angustia, mi miedo a morir o que algo salga mal en este embarazo.

Pude darme cuenta, camino a casa, que nuevamente estaba resignada y me estaba entregando al sistema médico, aquel que fue tan violento con nosotros (refiere a embarazos anteriores).

Ahí pude ver que mi camino era otro, que podía tomar las riendas y decidir qué hacer con mi vida, mi embarazo, mi cuerpo, mí bebé.

No se cómo llegué a Espacio M  y mande msj, casi ilusa, para saber si acompañaban partos después de 2 cesáreas. Tuvimos una breve charla por Instagram, M me mando la “propuesta” y me interesó mucho conocerlas.

Tuvimos un primer encuentro con Diego, M y N, en Belgrano. Fueron dos horas de mucha charla, me gustó la mirada integral y holística de la mujer y la fisiología, su formación fuera del sistema molesto y opresor, y todo cerró cuando hablamos del aborto que había tenido antes de este embarazo; y M me dijo -: a veces esas almitas vienen un ratito para enseñarnos algo, que sí podemos, detrás de la muerte se abre un nuevo comienzo - .

Después de escuchar eso dije: es por acá.

Todo comenzó a fluir, yo me sentí más liviana, deje de laburar, re-signifiqué el despido para que esto suceda.  (11/05/2022) “

"Y había decidido parir en casa y yo, su compañero,  iba a estar a su lado"

Así todo comenzó, Y había decidido parir en casa y yo, su compañero, iba a estar a su lado.

Con la decisión tomada, faltaba ultimar detalles de pago por acompañamiento en el parto en casa con las “parteras” y costo de visitas mensuales.

Resuelto esto comenzaba el acompañamiento. Junto con el acuerdo vino el consejo de no compartirlo, o solo hacerlo con un grupo reducido, íntimo, porque era muy probable que la gente no la entienda y quiera tirarle abajo la ilusión, porque no comprenderían todo lo que ella había pasado .

Por otro lado le dijeron que en donde se atienda, de la manera que sea, obstetra, guardia o control,  ella en todo momento tenía que decir que: “solo tenia una césarea y un parto vaginal”.

Las dudas eran... ¿y cómo es parir en casa?... ¿qué se hace cuando nace él bebé? ... ¿cuáles son los riesgos? ... ¿cómo se anota al bebé? ... ¿y las vacunas?

Respuestas: Parir en casa es hermoso.

Cuando nace el bebé, F, un partero conocido nuestro, tramita el certificado de nacimiento. Al hospital no hay que ir porque te maltratan y enseguida te internan al bebé.

Los riesgos; hay que tener un plan “b”, una clínica u hospital, sólo por si se complica. Generalmente nos trasladamos por cansancio o porque a último momento no te aguantas todo el trabajo de parto y te cansas.

Las vacunas no hacen falta. Eso ya no sé porque se hace.

Al margen de lo detallado anteriormente, con un poco de ignorancia e ilusión, debo reconocer que transitar este embarazo juntos fue maravilloso, con mucho amor y respeto.

Y estaba feliz con sus “parteras” que, desde el día uno le transmitían seguridad y le decían que era totalmente  posible que una mujer de 37 años con 2 cesáreas y 1 aborto, tranquilamente podía parir en su casa y tener un parto vaginal. Que las instituciones se encargan de desmentir esto, porque no les conviene, porque es un negocio y, que en realidad, no era un embarazo de alto riesgo como decían las obstetras, porque ella era una mujer joven y saludable.

"Existían los círculos donde muchas mujeres compartían sus experiencias y alentaban a seguir adelante"

Para una mujer que sufrió en sus 2 embarazos, que se sintió maltratada por el sistema, las palabras de M y N eran el sueño deseado, además existían los círculos donde muchas mujeres compartían sus experiencias y alentaban de alguna manera a seguir adelante.

Mientras pasaban las semanas, Y se atendía con una obstetra por la cobertura de monotributista, era necesario para todos los estudios, ecografías y controles. Desde su primera visita la obstetra le dijo, “¿sabes que vas a cesárea, verdad?”. Eso la convenció aún más de que iba por el camino correcto.

De todas maneras yo la incentivaba a que se haga todos los controles y estudios que le pedían, no estaba demás saber que todo estaba bien y si algo no lo estaba, podía aunque no le guste la idea de modificar los planes, evitar  exponerse a un riesgo, ella o el bebé. Todos los estudios le dieron perfecto hasta último momento.

23/10, ya estábamos en la semana 40. M nos pasó el contacto de una obstetra que trabajaba en la Clínica Itoiz en Avellaneda y que acompañaba partos respetados. Sería la opción si necesitábamos trasladarnos. Fuimos a conocerla. Amorosa, revisó a Y y la mandó a hacer un electro y una eco-doppler, para ver si la placenta estaba pegada a la cicatriz. Y. se asustó y le preguntó cuáles eran los riesgos y la obstetra se los dijo. Asustada, Y le escribió a M y N en el grupo y les contó lo que le había dicho la obstetra recomendada por ellas. La respuesta de N fue: “Qué boluda, que ganas de asustarte, esto pasa una en un millón”. Si la respuesta hubiese sido otra, es muy probable que mi relato no habría sido este.

31/10, nos levantamos a las 9.00 hs., Y sentía que hoy era el día. Les envía una foto al grupo de las chicas y les dice que estaba perdiendo el tapón, las chicas le dicen que eso es líquido de la bolsa y así empezamos el día. M y S van abajo, a lo de mi suegra. Yo me quedo en todo momento cerca de ella, estando pendiente por si necesitaba algo. Les avisa a las chicas que ya empezó con contracciones y le dicen: “Tu bebé ya eligió cuando nacer”.

"Metida en la ducha, Yami me dice: 'No sé si voy a poder'"

Fue un proceso maravilloso, siento que estábamos pariendo los dos, ella yendo del cuarto al baño, a la ducha, a la pelota, de rodillas al costado de la cama, yo pendiente de ella, por momentos me echaba y por momentos me decía quedate conmigo.

15.00 hs., metida en la ducha, Y me dice: “No sé si voy a poder”.

¿Querés ir al hospital? “Me responde que no”.

¿Querés que llame a las chicas ahora y te digan si está todo bien y si no podes, nos vamos a la clínica? Me dice "dale".

Le escribo a M y le comento que Y está con miedo, si puede ya venir para ver si está todo bien. A lo que refiere: “voy para allá”.

15:30 hs. llega M. La abraza, la alienta, la controla y le da tranquilidad. A los 10 minutos llega N con una valija llena de cosas y por lo menos con 40 frasquitos homeópaticos, si es que ese es el término. Se dirige al cuarto y entre las dos contienen y acompañan a Y, que para esto ya me había echado otra vez. M le tomaba la mano, N le sacaba fotos y la filmaba.

Pasada las 16:30 hs., Y estaba en baño, entro y la veo bajo la ducha con su cabeza haciendo fuerza contra la pared y, como no quería que se lastime, busqué un almohadoncito y se lo acomodé.

Para esto, N estaba dentro de la bañera, M con el celular y yo agachado de cuclillas diciéndole que la amaba y que lo estaba haciendo muy bien, cuando de pronto en una de sus contracciones, veo desde abajo algo oscuro, sí, no podía ser de otra manera, era la cabeza, era pelo. N sostiene la mano de Y, yo le digo “amor, ahí esta nuestro bebé” (decidimos no saber el sexo hasta el nacimiento). Mientras me animaba a tocar, M se apresura a poner el celular y filmar el nacimiento.

Viene otra contracción fuerte y sale toda la cabeza. N me mira y me dice “recibilo vos” y yo con miedo le digo que me ayude, que esté cerca.

Yo: Vamos mamu, vamos que ahí viene, mi vida muy bien.

Ella: Sí, ¿seguro? me duele, ¿voy a poder?

Yo: Si amor, fuerza ahí viene, dale, dios ahí sale

Y tengo la bendición de verla salir 16:47 hs y recibirla bajo la lluvia de la ducha que pegaba en nuestras caras, es una nena, nació C.

Ella: ¿Salió? Ay, ¿cómo está, lo hice bien?

Yo: Si amor lo hiciste bárbaro, es hermosa, bien amor, muy bien.

N ayuda a Y a acomodarse en el borde de la bañera, le dice que se siente y no sé, si yo o N, le damos a la beba. Inmediatamente Y la agarra y se la pone en el pecho, C agarra la teta. Y con cara cansada, pero feliz, plena, radiante y pregunta si nuestra beba está bien .

A partir de ahora empiezo a perder un poco de referencia con los horarios, salvo algunos que los tengo grabados en mi cabeza .

Y les agradece a las chicas el trabajo que hicieron y ellas responden “las agradecidas somos nosotras por este momento que nos regalaste”. M sale del baño con el celular. N le dice: “bueno, ahora falta la placenta, te van a venir contracciones un poco menos dolorosas y vas a expulsar la placenta. Para esto sentate en el bidet, así no se ensucia todo”.

"Cuando se levanta miro el bidet y por lo menos había tres dedos de profundidad de sangre"

Calculo ya serán las 17:15 hs. Y con C en brazos tiene una contracción, se ve sangre. N le pide ver y no hay placenta, entonces le dice a Y que iba a ser mejor ir a la cama, así estaba más cómoda, cuando se levanta miro el bidet y por lo menos había tres dedos de profundidad de sangre. La miro a N y le pregunto si era normal, si estaba todo bien y me dice, que sí, y se explaya, el tema que como C es grande, casi de 5 kilos, la placenta es grande y es lógico que genere esa cantidad de coágulos para expulsarla. De todas maneras la llamó a M y le muestro el bidet.

Diego con C, su hijita: la bebé nació el día que murió su mamá. Foto IG.

Para las 18:00 hs. aprox., Y estaba en la cama, cansada pero de muy buen ánimo con C en brazos y hablando con las chicas. Yo me alejo y voy a prepararle un licuado, porque las chicas me pidieron que tenga bebidas frutales y comida, porque cuando naciera el bebe iba a necesitar comer. Y eso hacía mientras ellas hablaban. Después me acosté al lado de Y, la besé, le dije que la amaba y que estaba feliz. Me recosté a su lado y de C. Viene otra contracción, baja sangre, no placenta. Ahora ya la notaba con un poco menos de fuerza a Y, la miro a N y nuevamente le vuelvo a preguntar si estaba todo ok y me dijo: “sí, sí”. M se levanta y se va a la cocina con el celular. Voy detrás de M y le pregunto: "¿está todo bien? sino me la llevo al hospital". M me dijo: “sí, esta todo bien, vamos a esperar un ratito más y vemos, pero está todo bien”.

"En un instante quedo solo con Y y le digo: 'Ya viene la ambulancia', y me dice: 'Diego me voy'"

Vuelvo al cuarto, Y vuelve a tener una contracción y la placenta no bajó, ahí la miro y veo que sus labios se ponen pálidos. N me dice trae sal, le bajó un poco la presión, pero es normal. Le busco la sal y N le pide algo a M. Le trae un frasquito homeopático y le agregan una gotas en la boca, Y se recupera rápido. N le dice a Y: “vamos te quiero despierta, cada contracción baja sangre y te va a bajar un poco la presión, te quiero acá, dale fuerza”. N se levanta y se va también con el celular a la cocina. A esta altura las notaba a las dos pálidas, escribiendo en el celular, como si estuviesen hablando con alguien y pidiendo consejos, entonces le digo a Y: “Perdóname, pero ya nos vamos al hospital”.

Voy a la cocina y le digo a M que ya voy a llamar a la ambulancia. M me dice: “sí, mejor, ahora sí”. Y me clara que tengo que decir. Me dice: “decí que parió en la casa y que esta con una amiga”. 

Ya sé que hora es, a  las 18:40 hs. llamo al 107 y sin registro alguno, digo lo que me dijo que diga.

Me voy al cuarto y escucho que N le dice a Y: “mirá que si vamos al hospital es mejor cortar el cordón (hasta ese momento no lo habían echo) porque si vas con C te la van a sacar”.

18:50 hs. vuelvo a llamar a la ambulancia y reclamo que no había llegado, para esto yo había bajado para ver si llegaba y nada, subo corriendo, le digo de pasada a mi suegra que no suban los chicos por nada en el mundo y le comento lo que estaba sucediendo.

Cuando subo las dos en la cocina con el teléfono, Y con C en el cuarto. Veo que se  incorpora de rodillas y cae violentamente sobre la almohada y se incorpora nuevamente violentamente. La llamo a las chicas, N revuelve su bolsa de frasquitos y prácticamente se lo vacía en la boca. M habla por teléfono. En un instante quedo solo con Y y le digo: “ya viene la ambulancia” y me dice: “Diego me voy”. Y le respondo: “a dónde te vas a ir amor, vos te quedas acá”.

Salgo del cuarto, vuelvo a llamar a la ambulancia. 19:00 hs. Puteo, lloro, peleo. Bajo, espero, Y muriéndose arriba. Subo, le digo a mi suegra que venga a ayudarme. Digo: “ayúdenme a levantarla y la llevamos en el coche”, intento alzarla, no puedo, no podemos. Mi suegra con C en brazos, Y en el piso perdiendo mucha sangre. Bajo, llamo 19:10 hs. nuevamente a la ambulancia. Se acerca un policía y  me pregunta qué pasó. Le explico que llamé a la ambulancia y me dice: “sí, ya sé, me mandaron a mí  a constatar”, a lo que le respondo: “a constatar que pelotudo, ¿mi mujer se está  muriendo por culpa de las dos parteras de mierda que están con ella”. Recuerdo, que enfrente vive una médica, la llamo, sale, sube a casa y Y casi no tenía pulsaciones.

19:20 hs. Llegan 4 ambulancias. M y N en este momento querían desligarse e irse, pero yo  bajo con C y se la doy a N y le digo: “vos anda en la ambulancia con ella y yo en la otra”, negando lo peor. Llegamos al hospital, sale el médico y me dice lo peor. Pregunto por C y me dicen: “la chica que la trajo en la otra ambulancia, que dijo ser la hermana de Y, la dejo en neo”. Y esto no termina, a las chicas no las volví a  ver, me escribieron dos días después por privado para decirme que sabían que estaba sin celular y que nos teníamos que encontrar. ¿Encontrar para qué? Si ellas, ese día, volvieron las dos a mi  casa, mientras yo lloraba a Y, limpiaron toda la casa, todo rastro de sangre, solo dejaron un poquito de sangre en la cama, como para disimular todo lo que había pasado, y desaparecieron. Desaparecieron todas sus redes.

Y, mi esposa, falleció por acretismo placentario. Un caso en un millón dijeron M y N.

Si en su momento, la respuesta de M y N hubiese sido: "Y, por las dudas hacete la ecografía para descartar placenta previa", y no subestimar la importancia que merecía el consejo de la obstetra que había sugerido del estudio, Y estaría viva.

Desde octubre a la fecha, la justicia lenta y no justa de este país, no avanza en el caso. Hoy ellas dos siguen ejerciendo con el peso de la muerte de Y sobre ellas.

Cómo sigue la causa judicial por la muerte de Y

Consultado por Para Ti, Diego contó como está la causa judicial por la muerte de su esposa. "Yo estoy furioso, porque fui antes de la feria judicial y volví a ir ahora cuando se habilitó la fiscalía y me dijeron que la causa sigue parada porque hay que esperar un examen toxicológico, porque como hay una sola morgue judicial para todos los juzgados en casos de muerte dudosa, puede llegar a demorar un año o más", explica con indignación.

Y agrega: "Ellos (la fiscalía) tienen mi celular y el de Y, donde hay fotos del proceso de parto, hay mensajes... Y lo mismo, me dijeron que todavía no estaba designado el perito informático y que a partir de que se designe, son de 6 meses a un año para tener los resultados... O sea que no hay nada... Los celulares de las parteras seguramente no están retenidos porque las dos desaparecieron después la muerte de Y".

Más información en parati.com.ar

 

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