La diseñadora Maite Minguez Ricart presentó una colección formada por ciento noventa piezas originales sobre Marilyn Monroe. Vestidos exclusivos, objetos personales y fotografías inéditas retratan las facetas más desconocidas del mito cinematográfico de la rubia de Hollywood, ahora que se cumplen 60 años de su muerte.
La colección abarca toda su vida desde su infancia como Norma Jane Baker hasta la placa de su tumba o el cenicero donde guardaba las pastillas que intervinieron en su misteriosa muerte.
Objetos personales y tesoros de Marilyn
Aproximarse al aroma de su polvera, de sus vestidos; tocar los guantes que llevó en su boda con Arthur Miller; ver fotografías de cuando aún era esa inocente Norma Jane Baker, que vivió entre familias adoptivas con una madre con problemas mentales; o echar un vistazo a su agenda personal son algunas de las posibilidades que ofrece esta colección, que persigue "recopilar todo sobre la vida de una mujer con aspecto frágil, sensual y única en el cine, para en un futuro exhibirlo permanentemente en un museo", reveló la diseñadora.
La colección se ha ido construyendo con los objetos adquiridos a través de subastas, y su propietaria acaba de comprar tres nuevas piezas de la artista: una réplica del vestido blanco que la actriz llevó en el film "La tentación vive arriba", del director Billy Wilder; una fotografía original de 1941, en la que entonces Norma Jane aparece junto a sus compañeros de la Emerson High School de Los Ángeles y un negligè negro, que la propia Marilyn regaló a su maquillador favorito, Allan Whitey Znyder.
"Tenemos papeles firmados por Marilyn; el vestido que lució en El multimillonario, el de El príncipe y la corista; la primera fotografía que tiene de bebé de su álbum personal firmada por ella; el cenicero donde dejaba las pastillas recetadas por sus médicos, etc., todo un cúmulo de objetos, que sirven para saber más sobre su vida personal y su filmografía. comentó Carolina Luna, ayudante de la diseñadora Maite Minguez.
Un estilismo de película
Entre el vestuario recogido en la colección destacan piezas curiosas como la blusa de Pucci, que la actriz llevó en la última sesión de fotografías que se le hizo; el traje de "El príncipe y la corista"; el maillot de lentejuelas de "Los caballeros las prefieren rubias"; las medias de red que usó en "Bus Stop"; o una réplica del vestido blanco que la actriz llevó en "La tentación vive arriba", una pieza, según Maite Minguez, realizada por el mismo creador del original, el modisto y diseñador de muchos de los vestidos de las películas de los años dorados de Hollywood, William Travilla.
El primer vestido blanco, actualmente propiedad de Debbie Reynolds, tuvo tal impacto que Travilla se vio obligado, a finales de los cincuenta, a hacer una nueva y única réplica firmada, tomando las mismas medidas del primero, que exhibió por diferentes museos y que ahora tenemos nosotros", añadió Carolina Luna.
La diseñadora se mostró orgullosa de esta última adquisición, así como de otra prenda comprada recientemente, el negligè negro, que fue lucido por la actriz en sesiones fotográficas realizadas por Frank Powolny y John Florea en 1954, imágenes que pronto se convirtieron en portada de las principales revistas mundiales.
Del mismo modo, la diseñadora también destacó otro vestido de cóctel confeccionado en seda negra, con cuerpo y tira de color marfil con un lazo en la parte delantera, etiquetado por Talmack, John Moore, New York. Según Minguez, Moore era uno de los diseñadores personales de Marilyn.
Observando los veinte vestidos recopilados en la colección, se puede perfilar el estilo del mito.
Según la diseñadora, el estilo de los vestidos varía bastante porque Marilyn Monroe era capaz de lucir vestidos y jerséis provocativos, que marcaban mucho su figura y, por el contrario, trajes de chaqueta más sobrios. Además, según la experta, la actriz, salvo un collar de perlas auténticas, no usaba joyas, sino piezas de bijou.
De los distintos modelos, se desprende como una lucha interior entre el personaje público y la Marilyn en su esfera privada; "quizás, ella quería ser admirada por ser alguien que se interesaba por leer e instruirse, más que por ser una rubia espectacular", opinó Maite Minguez.
El mundo a sus pies
Nacida en 1926, la infancia de Norma Jane Baker, Marilyn Monroe para la historia, no fue fácil. Estuvo ingresada en casas de acogida, porque su madre, Gladis Baker, se encontraba internada en un psiquiátrico, y con diez años, una tutora, amiga del trabajo de su madre se encargó de ella.
"Esta tutora le decía que quería que se convirtiera en una gran artista famosa, y la llevaba al colegio muy maquillada. En la colección conservamos el pintalabios que ella usaba para maquillar a Norma Jane, y con el que empezó a crear su imagen más atractiva, ya desde bien pequeña", enfatizó la diseñadora.
En la colección se reúnen las imágenes de aquellos años, como también los objetos que abarcan desde su infancia hasta sus inicios como modelo. "Conservamos su tacita de bebé de plata de 1926; una fotografía en la que en el dorso ella escribió que es de su primer novio, al cual conoció en una casa de acogida; una cajita de plata para horquillas grabadas con las palabras your friend, que la madre le regaló a Norma por su décimo aniversario, etc.", detalló Minguez.
Tras su marcada adolescencia, y fascinada desde muy joven por la gran pantalla, Marylin Monroe se convirtió en una de las actrices más famosas de los años cincuenta gracias a una filmografía llena de títulos históricos como "La jungla del asfalto", "Eva al desnudo", "Río sin retorno", "El príncipe y la corista" y, especialmente, "Bus Stop", "La tentación vive arriba".
Fotos: Cedidas por la colección Maite Minguez Ricart en Barcelona (España).
Nj/EFE / REPORTAJES/IT