Reinventarse no es fácil. Dejar atrás una carrera, una rutina, un sueño que alguna vez fue el más grande, puede resultar tan doloroso como liberador. Sofía Román sabe de eso. Durante años, se dedicó al hockey profesional con cuerpo y alma. Fue parte de Las Leonas, la selección argentina femenina que es símbolo de esfuerzo, garra y pasión. Pero un día algo cambió. Su vínculo con el deporte ya no era el mismo, y ahí, en ese espacio donde muchos sienten vértigo o vacío, Sofía encontró descubrió que otra pasión la estaba esperando: la moda.
Detrás de sus diseños hay historias, caos, sensibilidad, resiliencia. Su estilo tiene carácter, sus prendas buscan abrazar la belleza de lo imperfecto y empoderar. Con una formación que comenzó en Mar del Plata y se perfeccionó en Nueva York, en el prestigioso Pratt Institute, Sofía fue trazando un nuevo camino. Hoy, figuras como Lali Espósito, Natali Pérez, Evangelina Anderson y muchas más eligen llevar sus creaciones.
Desde su atelier, Sofía no solo cose telas: también reconstruye su identidad. Y demuestra que no hay una sola forma de cumplir los sueños, sino tantas como versiones de uno mismo seamos capaces de abrazar.
De ser Leona a diseñadora de modas, un sueño cumplido
—¿Qué significó para vos ser parte de Las Leonas? ¿Cómo fue dejar el deporte profesional?
- Ser parte de Las Leonas fue una de las experiencias más formativas y emocionantes de mi vida. Desde muy chica soñé con llegar a ese momento: encontrar una pasión, en ese caso el deporte, y fijarme una meta clara para alcanzarla. Fue el camino más duro y, al mismo tiempo, el más placentero que recorrí. Mucho sacrificio, mucha entrega, pero cuando realmente amás algo y te lo proponés con el corazón, llegás. Representar a mi país, formar parte de un equipo tan icónico y vivir esos valores de disciplina, pasión y resiliencia fue un sueño hecho realidad. Además, me dejó amistades y enseñanzas que me acompañan hasta hoy.
—¿Cuándo nació tu interés por el diseño de moda?
- Desde chica sentí una conexión muy especial con los textiles y las paletas de colores. Mi interés por la estética estuvo siempre presente. Vengo de una familia donde se respiraba trabajo manual: mi papá tiene una tapicería y mi abuelo cosía. Desde muy joven customizaba mis prendas, buscando un sello propio. El diseño fue una pasión silenciosa durante mi etapa deportiva, pero cuando sentí que el hockey ya no me llenaba igual, decidí ir por mi segundo sueño. Empecé en Mar del Plata y terminé mi carrera en Nueva York, en el Pratt Institute.
Moda con identidad: la ropa que cuenta historias
—¿Quiénes usaron tus diseños?
- Figuras como Lali Espósito —para una editorial que sale ahora en mayo—, Natali Pérez, Cande Ruggeri, Sofía Jujuy, Juli Poggio, Lola Latorre, Anastasia Mónaco, Micaela Dubra y Evangelina Anderson.
—¿Qué sentís al ver tus creaciones en personas tan conocidas?
- Es una emoción enorme. Detrás de cada diseño hay mucho trabajo, pasión y dedicación. Ver que alguien lo elige me llena de felicidad. No importa si es una celebridad o no: cada persona que confía en mis prendas para un momento especial me conmueve profundamente. Es un recordatorio de que los sueños, con esfuerzo y amor, pueden hacerse realidad.
—¿Qué te inspira a la hora de diseñar?
- El caos. Ese desorden interno y externo que muchas veces impulsa los cambios más profundos. Me inspiran las mujeres que se reinventan, las historias de resiliencia, los viajes que transforman y mis propias batallas personales. De ese torbellino nacen piezas que transmiten libertad, sensualidad y fuerza.
—¿Qué consejo le darías a alguien que tiene que empezar de nuevo después de una crisis?
- Le diría que el caos no es el fin, es solo el principio de algo más grande. El dolor es parte del proceso, pero te lleva a una versión más fuerte de vos mismo. No tengas miedo de destruir lo que ya no sirve para construir algo mejor. La reinvención es un acto de valentía.
—¿Qué soñás a futuro con tu marca?
- Quiero seguir expandiéndola, no siento que tenga techo. Sueño con lanzar nuevos productos y llevar la propuesta a otros mercados, especialmente al exterior. Mi objetivo es mantener la esencia, innovar y que más mujeres del mundo se identifiquen con lo que hago.
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