Elegir la decoración, el mobiliario y los electrodomésticos ideales para una cocina chica, puede resultar todo un desafío.
Y es que al tratarse de un espacio en el que cada metro (¡o centímetro) cuadrado vale oro, agudizar el ingenio y tener en cuenta algunas recomendaciones de expertos te puede ayudar a ganar funcionalidad sin resignar lo que te gusta y el estilo.
Si bien las reglas para decorar una cocina mini son muchas, todas giran en torno a tres conceptos: color, orden y distribución. Acá te contamos cuáles son.
1. Colores claros
La primera regla de oro a la hora de decorar una cocina chica es utilizar colores claros, tanto en el mobiliario como en los revestimientos, para ganar amplitud visual y más luminosidad.
Si bien el blanco absoluto suele ser la opción más recomendada para estos casos, se puede jugar con sutiles pinceladas de color (a través de algunos accesorios o pared predominante) así como también incluir en pequeñas dosis de materiales como madera (en piso, mesada, estantes, tiradores...). El resultado será un rico y estiloso contraste sin sobrecargar al ambiente.
2. Materiales y colores unificados
Pintar la mayoría de las paredes del mismo color que los muebles de la cocina, es otra de las reglas de oro para ampliar visualmente el espacio.
Otra opción es usar el mismo material para mesadas y alzadas, y apostar por el blanco absoluto o jugar con la monocromía con cualquier otro color.
3. Aprovechar la altura
Al momento de equipar una cocina mini, una de las reglas de oro consiste en aprovechar al máximo toda la altura disponible y hacer que las alacenas superiores lleguen hasta el techo.
De esta manera, se multiplica el espacio de guardado contribuyendo a mantener el orden, la organización y la funcionalidad.
Aunque se necesite subir a un banco, se va a ganar mucho en espacio de almacenamiento que de seguro, hace falta.
4. Diseñar muebles a medida
Al diseñar el mobiliario a medida para una cocina súper pequeña, se logra aprovechar al máximo el espacio disponible y también los llamados "rincones desafío".
Esta es la mejor opción para ganar cada centímetro, evitar rincones "muertos" y generar más espacio de guardado.
5. Mesas plegables
Cuando no hay lugar para una mesa, nada mejor que recurrir a las plegables, el comodín ideal para las cocinas mini.
Se trata de un recurso cómodo, práctico y flexible, que se puede cerrar y guardar cuando no está en uso para que no ocupe espacio.
6. Griferías altas y piletas simples
La mayoría de las cocinas mini suelen tener mesadas XS. Sin embargo, es clave no instalar la pileta más chica del mercado ya que terminará resultando incómoda y poco funcional.
En estos casos, siempre conviene apostar por piletas simples y griferías bien altas para ganar operatividad y estilizar.
7. Una buena iluminación (natural y artificial)
En cualquier espacio, la luz natural es súper importante. Pero si es pequeño, ¡más todavía!. Y es que una buena iluminación natural puede beneficiar las dimensiones de una cocina chica y hacer que parezca más amplia.
Por lo tanto, al momento de diseñarla, es súper importante tener en cuenta dónde están las aperturas de luz ya que condicionarán la nueva distribución.
Sin embargo, cuando la luz natural es escasa, hay que acudir a una buena iluminación artificial tanto sobre el plano de trabajo como en el resto de la cocina.