Con el cambio de estación como puntapié inspirador, Le Pain Quotidien —la reconocida cadena de origen belga— vuelve a poner en escena su identidad: una propuesta gastronómica que se reinventa con cada temporada. Esta vez, despide al verano y da la bienvenida al otoño con una selección de platos que combinan lo mejor de la cocina saludable, los ingredientes de estación y el placer de comer bien, en cualquier momento del día.
En esta oportunidad, fiel a su propósito de ofrecer una experiencia culinaria que armonice sabor y bienestar, la marca renueva su carta con ocho nuevas creaciones, con opciones tanto saladas como dulces, para acompañar los días otoñales.

Una carta pensada para los sentidos y el momento
Desde opciones livianas para compartir hasta platos reconfortantes, la propuesta de otoño de Le Pain Quotidien está diseñada para convertirse en ese refugio gastronómico que muchos buscan cuando el clima empieza a refrescar.
Entre las novedades se encuentra el Flatbread + dips, una entrada ideal para compartir, compuesta por hummus clásico, puré de palta y labneh (una combinación que reúne texturas cremosas y sabores equilibrados) servidos con un flatbread tostado y crujiente, totalmente artesanal.


Para quienes buscan una opción más contundente pero igual de equilibrada, el quiche de puerro orgánico y parmesano se presenta como el plato ideal: masa crocante, vegetales frescos de estación y una ensalada que aporta frescura al plato.


En esta temporada, la polenta se reinventa en dos versiones: una vegetariana, con hongos, queso azul, mozzarella, salsa de tomate y verdeo orgánico; y otra más tradicional, con tapa de asado tierna, cocida a fuego lento, acompañada de salsa casera y queso fundido. Nada mejor que una rica polenta cuando bajan las temperaturas.


Dulces tentaciones
Para cerrar como corresponde, también hay propuestas dulces. El budín de manzana con crumble de vainilla sorprende por su textura esponjosa, su dulzor natural y un corazón tibio espectacular.


A este postre, se suman dos versiones de flat croissant: una con pistachos y chocolate blanco, y otra con baño de chocolate y granas, pensadas para ese antojo de media tarde que pide un mimo especial.


La cookie red velvet, con su inconfundible color, trae una nueva vuelta de tuerca a un clásico, en formato cookie: suave, con chips de chocolate blanco y el equilibrio justo de cacao y vainilla. Perfecta para acompañar un café o regalarse un momento de disfrute.

