Lujo simple y decoración estilo marroquí en un hotel modelo del "beldi chic" – Revista Para Ti
 

Lujo simple y decoración estilo marroquí en un hotel símbolo del "beldi chic"

El hotel Riad Dar-K, en Medina, Marrakech,  es un refugio de calma y confort. Conjuga la arquitectura local con espíritu de modernidad.
Deco
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En medio de la colorida y vibrante Medina de Marrakech, el hotel Riad Dar-K propone un refugio de calma y serenidad donde se conjugan la arquitectura local y la modernidad.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Dentro de esta construcción amurallada que responde al típico estilo de las viviendas antiguas de la zona hay cinco habitaciones construidas alrededor de un patio central, con una pequeña piscina y una terraza con vista a esta ciudad histórica.

El Riad (www.riad-dar-k.com) fue construido hace más de 10 años por el famoso arquitecto belga Quentin Wilbaux, que vivía en la Medina y diseñó muchos Riads en la zona.

Su filosofía tiene que ver con la autenticidad y con mantenerse fiel a la cultura marroquí y por eso le dio a su proyecto este estilo llamado Beldi Chic, conectando este tipo de arquitectura con una sutil decoración bereber.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Qué es el estilo Beldi Chic

Muros de riguroso blanco, aberturas a contratono, plantas de interiores y elementos decorativos en madera, barro y fibras, son sus características má relevantes.

En 2019, el hotel fue comprado por el francés Valentin Bentz quien, junto a su esposa Sibel -también francesa pero de origen turco-, y a su hija Sam, llevaron adelante una renovación que dio como resultado la maravillosa estética actual del hotel.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

“Nos enamoramos de Marruecos hace 15 años y siempre tuvimos por objetivo establecernos más profundamente en la cultura marroquí y conectarnos con esta ciudad, el lugar del mundo en el que nos sentimos mejor”, explica la pareja, que renovó completamente los espacios en colaboración con un famoso decorador local @nicxxxdesign, combinando los interiores blancos con acentos pintados de un gris oscuro que retrata una belleza meditativa.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Valentin transformó la sala de estar en una hermosa Suite Salón, dejando el riad con cinco dormitorios: tres suites y dos habitaciones dobles a las que se suman zonas de descanso elegantes, donde abundan la cerámica marroquí, los faroles y fanales de hierro fundido, las camas con postes de tienda bereberes originales y colchas de pompones tejidos a mano.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Ninguno de los muebles del hotel proviene de marcas. “Queríamos aportar algunos toques de autenticidad a través de piezas elaboradas localmente por artesanos (puertas, objetos de madera, asientos) o compradas en algunos mercados de antigüedades”, explica Valentin.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Y encontró increíbles piezas que funcionan como respaldo y doseles de las camas, como también unos antiguos pilares bereberes de madera tallada y coloreada, provenientes de la región del Atlas.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

El encanto del tadelakt

Quizás una cosa muy importante a tener en cuenta en Riad Dar-K es el uso omnipresente de tadelakt, incluso en las bachas, duchas y bañeras de los baños en suite de cada una de las habitaciones. Este típico revestimiento local de cal brillante y casi impermeable es muy característico del diseño marroquí y su color natural es una especie de beige que con el tiempo se vuelve amarillo.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Valentin y Sibel, en busca de aportar un toque zen y contemporáneo, decidieron “calmar” este tono amarillento coloreando el tadelakt con un gris muy pálido. Esto ofrece a todo el Riad un ambiente visual minimalista, tranquilo y relajante.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.
Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

“También hay algo que me gusta mucho filosóficamente sobre el tadelakt y es que no es perfecto, el color no es homogéneo y puede ser en algunos lugares más oscuro o por el contrario más blanco. También va cambiando su apariencia con el paso del tiempo, lo que significa que el Riad está en renovación permanente y eso refleja exactamente su esencia: un lugar vivo, sin perfección, pero con un espíritu real”, comenta Valentín.

La terraza con vista al zoco, podría ser el escenario perfecto de un cuento de las Mil y una noches o el lugar ideal para disfrutar de un desayuno con Msemmen recién horneado a la sombra de la carpa bereber, mientras se observan desde arriba los callejones de Medina llenos de vendedores del mercado, burros, ciclistas y turistas que se dejan llevar por la energía de esta ciudad africana.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Además de la ducha exterior que se ve en el último piso, la casa tiene una piscina pequeña (2,5 mx 2,5 m) abierta de abril a octubre y cubierta el resto del año para convertirse en salón.

Foto: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Los enormes cactus presentes en todos los exteriores aportan algo de color a las paletas de blancos, grises y beiges de este refugio escondido en medio de la locura de la ciudad. Y eso es lo que sus dueños quieren transmitir: “cuando entramos en el Riad Dar-K, supimos enseguida que se convertiría en nuestro proyecto y construimos cada detalle de la estadía para hacer sentir a cada huésped como en casa”, finalizan.  Por cierto, Dar-K en Darija (lengua árabe marroquí) significa “tu hogar”.

Producción: Mariana Soulages. Fotos: gentileza Hotel Riad Dar-K.

Más información: parati.com.ar

Más información en parati.com.ar

 

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