Mónica Ayos y Diego Olivera comenzaron una nueva vida en México, país en el que encontraron su lugar en el mundo y pudieron desarrollarse profesionalmente con éxito. Este proceso de cambios estuvo acompañado por Federico y Victoria, los hijos de la pareja, que terminaron sus estudios en el norte del continente Americano. Segurtamente ellos fueron los que, en un principio, más sufrieron el desarraigo al dejar sus amistades.
Pero el tiempo pasó y, si bien no pierden su amor por Argentina, ya se sienten como en casa. “Nos instalamos en México cuando recién empezaba primer grado y por suerte, logré adaptarme muy rápido y me acostumbré a los modismos. A veces hablo muy rápido en porteño y no me entienden, por eso trato de mantener los dos acentos”, contó la joven en una entrevista.
Los casos en donde los dos padre son famosos a veces no son habituales y ella dijo que toma como “normal” la popularidad de Mónica y Diego. “Nací con padres que se dedican a esta profesión que es mágica. Ellos por suerte no son de exponerse tanto, eso me permitió disfrutar más y vivir más tranqui”, confesó a Hola.
La muchacha estudia piano desde hace varios años y tiene una afición especial por la psicología. "Victoria es una lady sin posturas forzadas, le sale así en esencia", dijo Ayos hace un tiempo en una entrevista. El poder de las redes la lleva a expandir su figura a otras latitudes con una cuenta de Tik-Tok que se volvió sensación especialmente en las épocas de cuarentena.
Su increíble parecido físico con la mamá
Ver el pelo ondulado morocho y comparar con fotos de la adolescencia de la actriz es inevitable. La joven tiene un increíble parecido físico con su mamá.. aunque ella cree que, en lo que respecta al carácter, “en algunas cuestiones me veo muy ordenada como papá, pero en otras cosas soy tan caótica como mamá”.
Pero sin dudas ella es la persona que eligió como confidente: “Le cuento casi todo. La verdad es que confío mucho en su mirada. Obviamente hay cosas que me guardo porque prefiero resolverlas sola”.
