Cuando el confinamiento era una realidad tangible en el mundo, en muchos hogares las plataformas de streaming fueron la conexión más fuerte que se podía tener con el mundo exterior. Es por eso que muchas series registraron récords de espectadores, mientras que otras que en su momento de estreno habían quedado rezagadas, se volvieron sucesos.
Pero en octubre irrumpió en Netflix una verdadera obra maestra: Gambito de Dama, la mini serie que generó un gran revuelo -ya desde su nombre, en términos específicos del ajedrez- y que en poco tiempo arrasó en reproducciones. Pero ¿por qué le fue tan sencillo atrapar al público? Por empezar, una gran historia, basada en la novela Walter Tevis escrita en 1983. También la lograda ambientación de época (escenarios, vestuario, maquillaje) de comienzos de 1950 hasta mediados de 1960. Y una actriz principal (Anya Taylor-Joy) que, si bien ya había trabajado en varias películas y series hollywoodenses, nunca había protagonizado a este nivel: su voz ronca, su performance nostálgica y su belleza exótica fueron un combo ideal.
Los siete episodios que conforman la mini serie son suficientes para profundizar en la historia de Beth Harmon, la ajedrecista que se consagra en un mundo machista y desigual en otros aspectos, mientras se encarga de vencer sus propios demonios internos. Es que abarca el total de la novela de Tevis. Pero existen algunos elementos que nos permiten imaginar en una secuela.
Por empezar, las ganas de la actriz de ascendencia argentina, quien en reiteradas oportunidades manifestó algunas ideas al respecto: en declaraciones para el medio Deadline, la actriz invoca el famoso “nunca digas nunca”, retórica que -según ella- es válido en la industria del entretenimiento: "Es tan surrealista y maravilloso que la gente quiera una segunda temporada, porque nunca pensamos en ello, no hubo discusión al respecto. Dicho esto, nunca digas nunca en Hollywood".
En cuanto a cómo podría continuar la historia, sabemos que la novela que la originó no tiene secuela, pero esto no ha sido nunca un impedimento para contar historias en Hollywood, así que de querer encarar un proyecto, sería posible pensar en cómo continuó la vida de Beth Harmon. Y sobre este punto también hizo referencia Taylor Joy en otra oportunidad: "Sería muy interesante ver cómo sería Beth como madre, ahora que está sobria y más consciente de los demonios que la tiran abajo".
Si bien muchos ya se imaginan una posible continuación de la serie, Anya Taylor-Joy también reconoce que se siente satisfecha con el término que se le dio al show: "La última escena se siente como una hermosa nota para terminar la serie, así que no estoy seguro si queremos continuar y responder esa pregunta. Tal vez deberíamos dejar que la audiencia imagine lo que viene después".
