Durante una entrevista con Infobae, Cris Morena reveló uno de sus secretos mejor guardados, su dura infancia.
"Mi mamá tenía un problema mental muy grave, pero lo descubrimos cuando yo tenía 14 años. La disfuncionalidad de mi mamá, que era seria, me permitió a mi revelarme, contra ella y contra el mundo. Pero esa rebelión me salvó la vida", comenzó diciendo Cris.
Y luego dijo: "Yo tenía una mamá totalmente discontinuada, un día le agarraba un ataque y me castigaba por nada y al otro día era la mamá más genial del mundo". En cuanto al resto de su familia contó "Mi papá era ingeniero, totalmente rígido y no sabía que hacer y fue muy duro. Mi bisabuela se suicidó, a mi abuela fue lobotomizada".
"Mi mamá tuvo un problema muy, muy grave de salud mental", dijo con tristeza y reflexionó: "Las enfermedades mentales son tremendas, y es como que uno no sabe que hacer".
"Cuando me decian "no seas loca", yo esa palabra no la quería escuchar ... todo el mundo te lo decía como loca linda ... me decían vos estas loca... vos haces de todo cosas que nadie hace" y yo decía, lo único que no me gusta que me digan es que estoy loca. Porque no estoy loca, estoy súper cuerda, lo que pasa es que leo y veo más allá que otra gente porque pasé por todo eso", contó.
Cris Morena contó el dolor que sufrió tras tener a su mamá enferma
"Tengo un dolor gigantesco que va a ser muy dificil de superar. Me cuesta un poco hablar de esto porque amo a mi mamá, la amo y la amé profundamente. Lo que pasa es que fue muy dura conmigo, por eso yo me fui muy temprano de mi casa, y empecé a hacer mi vida sola" contó la empresaria.
Y luego aclaró: " Eso fue lo negativo... pero después mamá a los 50 años cuando encontramos ese remedio que era el litio, ella lo probó por primera vez acá en Argentina, nos daba un terror bárbaro, y el litio la fue acomodando. Fue algo que nunca fue más la madre brillante, porque aparte escribió un libro a los 80 años, escribía poemas, era increíble. Pero yo te conté que era una enfermedad de personas brillantes".
Y para finalizar dijo: "Mi salvación era escribir, escribir, escribir, y leer, leer, leer. A veces los dolores fuertísimos y complicadísimos que no sabes cómo resolver, te preparan si tenés fuerza y lo sabes llevar, para esta que soy ahora, que me siento muy, muy feliz".
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