El viernes 4 de julio, mientras cientos de niñas disfrutaban de una experiencia de verano en el Camp Mystic, un tradicional campamento cristiano femenino ubicado a orillas del río Guadalupe, en Kerr County (Texas), el cauce creció de manera súbita e imparable. Las intensas lluvias que azotaron la región provocaron un desborde repentino que arrasó todo a su paso.
La tragedia dejó hasta el momento al menos 27 niñas desaparecidas, muchas de entre 8 y 17 años, y varias muertes confirmadas, entre ellas la de Lila Bonner, cuya imagen fue compartida por su familia y reproducida por medios como People y The Guardian. Se estima que unas 700 niñas estaban en el campamento al momento de la catástrofe.
“Una pesadilla”: angustia y búsqueda desesperada
Familias enteras se trasladaron de inmediato al campamento desde distintas ciudades. En redes sociales circularon fotos de las niñas, con carteles de búsqueda y pedidos de oración. Algunos padres denunciaron que no hubo alertas a tiempo y que los equipos de rescate tardaron en llegar.

A través de un operativo masivo de rescate con helicópteros, drones y más de 1.700 rescatistas, se logró evacuar a cientos de menores, pero la búsqueda por las desaparecidas continúa. Las condiciones de terreno dificultan las tareas y el nivel del río sigue siendo peligroso.




Un lugar con historia, atravesado por el dolor
Camp Mystic fue fundado en 1926 y es considerado un emblema en la zona para la formación de valores cristianos en niñas y adolescentes. Cada año, familias de todo el estado inscriben a sus hijas en este programa de verano que incluye actividades recreativas, deportes y espiritualidad.
Hoy, ese lugar de alegría se convirtió en el escenario de una de las mayores tragedias naturales de los últimos años en EE. UU., con una carga emocional incalculable.
“Lo dimos todo, pero no fue suficiente”
Entre las víctimas también se identificó a Janie Hunt y a Renee Smajstrla, según confirmaron sus familiares a medios locales. Sus nombres se suman a una lista de dolor que sigue creciendo.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, decretó el estado de emergencia y pidió asistencia federal. “Estamos devastados, pero seguimos buscando. No vamos a parar hasta encontrarlas a todas”, dijo el jefe del equipo de rescate en conferencia de prensa.
Lo que se sabe hasta ahora
- Al menos 59 personas murieron en total por las inundaciones en el centro de Texas.
- Más de 800 personas fueron evacuadas o rescatadas.
- El río Guadalupe creció 8 metros en menos de una hora, arrasando caminos y estructuras.
- Camp Mystic fue arrasado por completo y muchas cabañas desaparecieron bajo el agua.
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