Con el otoño llegan los primeros días de frío, los cambios abruptos de temperatura, el outfit que nunca termina de estar a tono con los imprevistos climáticos y lo peor: el fantasma de la tan temible gripe, esta enfermedad viral respiratoria altamente contagiosa pero prevenible.
Por eso la recomendación de los especialistas este año es categórica: hay que vacunarse cuanto antes porque ya empezó la temporada alta de circulación del virus que afectará con más virulencia que en 2017.
La nueva vacuna, además, contempla entre sus componentes la cepa estacional predominante esta temporada: la H3N2, un subtipo poco frecuente de la cepa A, asociado a cuadros muy severos.
El diagnóstico que preocupa a los expertos se basa en que, casi sin excepción, de este lado del mundo suele replicarse lo que ocurre en el hemisferio norte. Y en Estados Unidos, Francia y España la temporada de gripe recordó la intensidad de la pandemia de la gripe porcina de 2009, con un drástico aumento de enfermedades respiratorias, hospitalizaciones y altas tasas de muertes por infección.
Según informaron los directivos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la gripe y sus consecuencias, incluidas la neumonía, la meningitis y la sepsis causaron la muerte de 148 chicos en el país de Donald Trump.
Después de los abuelos, los más pequeños fueron quienes más padecieron cuadros complicados, junto a los adultos de entre 50 y 65 años, que esta vez fueron más afectados que años anteriores, con tasas inusualmente poderosas.
Como explica el jefe de área Ambulatoria del Hospital Garraham y divulgador científico del Grupo Medihome, Eduardo Silvestre, “este año la gripe pondrá a prueba el sistema sanitario y cada uno de los diferentes colectivos sociales deberá contribuir para aliviar el impacto de esta contingencia. De todos dependerá que no tengamos que pasar por situaciones complejas. No hay que entrar en pánico, pero sí redoblar las medidas de prevención y la única realmente efectiva es tomar conciencia de la relevancia de la vacunación”.
¡CON CUIDADO!
xLavarse las manos con frecuencia.
xNo compartir cubiertos ni vasos.
xTratar de no estar en lugares en los que circula mucha gente.
xVentilar los ambientes, evitar la humedad y los insecticidas en aerosol que favorecen que los virus se esparzan. Y una más, que siempre suele pasarse por alto, alerta Silvestre: ante la evidencia de los primeros síntomas lo mejor es no exponerse a sí mismo ni a los otros. Si aparece dolor de cabeza fuerte, fiebre (mayor de 38.5ºC), mucosidad, tos, escalofríos, dolores musculares o pérdida del apetito lo más responsable es quedarse en casa y no automedicarse.
Algunos medicamentos de venta libre pueden producir cierto alivio veloz, pero a la vez empeorar el cuadro. Ayudan a sobrellevar el malestar, pero el virus sigue presente: básicamente porque no atacan la cepa específica, que sólo evidencia una prueba médica y se trata con algunos inhibidores aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) como el oseltamivir oral y el peramivir.
PREVENCIÓN ACTIVA. Con la Campaña de Vacunación Antiviral 2018 en plena marcha la vacuna que forma parte del Calendario Nacional está disponible de manera gratuita en hospitales, clínicas y centros de salud para los grupos de riesgo: niños de seis meses y hasta los dos años, embarazadas, mamás de recién nacidos, adultos de 65 y más y personas con enfermedades crónicas y profesionales de la salud.
Pero el llamado a vacunarse es general (con una orden médica sigue siendo gratuito, si no cuesta alrededor de $ 600) ya que su efecto puede limitar la incidencia en un 60 por ciento de los casos y prevenir hospitalizaciones, secuelas innecesarias y desenlaces dramáticos. La cobertura prevista de esta nueva campaña se basa en los datos que surgen de la vigilancia global.
La cepa predominante no es nueva: surgió en Hong Kong en 1968 y ha circulado desde entonces con distintas mutaciones. Los síntomas son siempre los mismos (los que recién enumeramos), pero la diferencia con otras, detalla la coordinadora del Departamento de Epidemiología del Grupo Stambulian, la médica infectóloga Lilián Testón, es “que suele mostrar un comportamiento más agresivo y severo que otros tipos y está asociada a más hospitalizaciones y muertes”.
Por otro lado, hay que destacar que quienes se vacunaron el año pasado deben volver a actualizar la dosis, ya que si bien los componentes son similares, la actual es más completa en relación a la demanda de la situación epidemiológica global.
¿Y qué hay de cierto en aquella creencia de que la vacuna, por el contrario, desarrolla la enfermedad?
A nivel científico ninguna prueba avala el mito. Sí, explica Silvestre y coinciden la mayoría de sus colegas: “Cuando uno aplica un agente extraño (aunque siempre sea virus muerto) puede producir, en un número mínimo de personas, alguna molestia, como alguna incomodidad en el brazo, dolor de cabeza o diarrea. Pero jamás despertar la enfermedad”. El costo beneficio siempre es a favor de la vacuna. Para todos: a mayor número de vacunados mayor inmunidad y barrera antiviral.
Chicos cuidados La confirmación de un caso de sarampión en el país después de 18 años sin registros ni circulación de esta enfermedad encendió las señales de alarma en la comunidad médica. La beba de ocho meses, residente en la Ciudad de Buenos Aires y sin antecedentes de viaje a una zona de contagio (como Venezuela, Canadá y México) está fuera de peligro, pero movilizó los recaudos y las investigaciones sanitarias pertinentes. Los especialistas se enfocaron en hacer un seguimiento de cada uno de los contactos de la beba y su familia y la conclusión es tranquilizadora: se trató de un caso aislado e importado.
Sin embargo, aclara la infectóloga pediatra y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, Elizabeth Patricia Bogdanowicz, no está de más recordar la importancia de la concientización a partir de la vacuna triple viral que se da en dos dosis: al año y entre los 5 y los 6 años, con el inicio escolar.
Además, el Ministerio de Salud seguirá adelante con la campaña de la vacuna de seguimiento para la erradicación del sarampión, la rubéola y paperas, prevista para septiembre de este año (la anterior fue en 2013): una dosis adicional que contempla a todos los chicos de 1 a 4 años.
Textos: MARA DERNI ([email protected]) Foto: A. ATLÁNTIDA
