Tarde o temprano, los más peques de la casa crecerán. Cuando dejan atrás la niñez, ese espacio que era tan soñado en su momento, parece no ser funcional e incluso ellos mismos piden un cambio que se amolde a su nueva personalidad y necesidades.
Con ingenio y buenas ideas, no hace falta invertir mucho dinero para pasar de una habitación infantil a una con aires más adolescentes. Tomá nota.
1. Pintá las paredes de la habitación
Es hora de cambiar el color infantil de las paredes por tonos más neutros que se adapten a los diferentes estilos decorativos. No hace falta pintarlas todas de un mismo color, se pueden pintar algunas de blanco -para más luminosidad y amplitud visual- y elegir un gris para la pared predominante. El resultado será un ambiente mucho más sobrio.
2. Cambiá la distribución del mobiliario
Distribuirla de una manera diferente es clave para lograr un gran cambio. Por ejemplo, se le puede dar más peso a la cama o a algún rincón de estudio o relax.
3. Más capacidad de almacenaje
El orden en la adolescencia es un factor que suele dar trabajo. Es por eso que los mobiliarios funcionales van a ser fundamentales para disponer de una mayor capacidad de almacenaje y así, contribuir a mantener la habitación más ordenada.
Se puede optar por una biblioteca o cómoda más grande y colocar estantes flotantes con espacio para canastos que permitan guardar diferentes elementos.
4. Creá una zona de estudio
Es clave que esté ubicado en un lugar estratégico ya que es probable que de ahora en más, pasen mucho más tiempo aquí. Cerca de la entrada de luz natural es una muy buena opción, mejorando su rendimiento académico y concentración.
Si se dispone de una superficie generosa, se puede completar el rincón de estudio con estantes y cajoneras para tener a mano todo lo que necesiten. Una silla ergonómica con apoyabrazos y altura regulable, es clave para aquellos que pasen muchas horas frente a la computadora.
5. Creá un rincón de relax
Si el espacio lo permite, se puede seleccionar un rincón de la habitación para diseñar un espacio de relax, ideal para que escuchen música, lean libros o se junten con sus amigos. Sólo se necesitan algunos puffs con cómodos almohadones y mantas para un plus de calidez.
6. Hazlos partícipes de la decoración
Dejarlos que ellos también decidan algunos detalles decorativos es fundamental. Es por eso que darles cierta libertad para que pueden elegir los colores de las paredes, el tipo de mobiliario y otros complementos como textiles, cuadros, etc., va a ser clave a crear un ambiente en el que se sientan cómodos y puedan disfrutarlo.
