Inspirada en el entorno de Madero Harbour, la Cafetería Osten en Casa FOA 2025 propone un recorrido entre lo urbano y lo natural.
Con diseño de HMA Hitzig Militello Arquitectos, este espacio celebra el equilibrio entre orden y expresividad, convirtiendo la pausa y el encuentro en una experiencia arquitectónica.
Minimalismo maximizado... o la pausa del maximalismo urbano

En cada edición de Casa FOA hay un punto de encuentro que concentra la atención. Es ese espacio que invita a detenerse y, al mismo tiempo, prepararse para seguir explorando.
En 2025, ese lugar es la Cafetería Osten, diseñada por el equipo creativo de HMA Hitzig Militello Arquitectos, que concibe ese momento de/entre los visitantes como una experiencia arquitectónica inmersiva.
Inspirado en el entorno donde se desarrolla la muestra —el Distrito Madero Harbour, en Puerto Madero, un paisaje donde la ciudad se refleja sobre el agua—, el proyecto parte de una idea tan poética como estructural vinculada a la idea del margen, el borde y el límite.

Es un concepto que sugiere un territorio intermedio, un lugar en el que lo urbano se encuentra con lo natural, donde lo construido se tensiona con lo orgánico. Allí nace la Cafetería Osten: un espacio que dialoga con su contexto y lo traduce en forma, textura y materialidad.
Los opuestos se equilibran en la cafetería de FOA 2025


“Repensar la arquitectura como una contradicción compleja y estimulante por el choque entre los opuestos” fue la premisa original de los arquitectos Fernando Hitzig y Leonardo Militello, autores de la Cafetería Osten de Casa FOA 2025.
El equipo completo —formado por los arquitectos Sofía Kesting, Camila Lacarpia, Vicente Abello Pueyo, Milagros Rivelli, Victoria Nabias, Julieta Leibovich y Alejandro Llerena— trabajó en conjunto para materializar su idea que trasciende el diseño interior y se convierte en una experiencia sensorial que se mueve entre dos polos conceptuales: el orden racionalista del minimalismo y la exaltación sensorial del maximalismo.


Es la dualidad que define a la edición 2025 de Casa FOA, y la cafetería lo interpreta como un espacio de puro equilibrio que se caracteriza por una arquitectura que se sostiene entre la serenidad y la intensidad.
Así, el espacio 34 de Madero Harbour —con una superficie de 325 m²— se desarrolla como un escenario donde la pureza geométrica convive con la fuerza expresiva de los materiales, las texturas y los colores.
Temporada de minimalismo maximizado


El diseño de la Cafetería Osten podría definirse como un “minimalismo maximizado”, una noción que combina la contención formal con la riqueza material. Las líneas son limpias, las formas precisas, pero la composición invita a una experiencia sensorial completa.
El uso de placas pétreas rectas, que se interrumpen con curvas hipertexturizadas, genera una lectura dinámica y visualmente atractiva. Estas superficies actúan como un lenguaje escultórico que guía el recorrido y define la identidad del espacio que incluye tótems esculturas y pinturas del artista Claudio Roncoli.

A su vez, la vegetación integrada aparece como un contrapunto: viva pero contenida, orgánica y, sin embargo, cuidadosamente enmarcada. Su presencia recuerda que, aun en la escala del diseño interior, la naturaleza es un elemento indispensable de armonía.
La paleta de tonos neutros equilibra la expresividad del conjunto. Beige, grises suaves y matices terrosos funcionan como base para destacar la textura y la forma, evitando el exceso cromático y permitiendo que los materiales respiren.
La espacialidad fluye, sin interrupciones, mientras las texturas invitan al tacto y la vista.
Arquitectura y diseño en movimiento


La Cafetería Osten no solo se observa: se recorre, se habita, se siente. Su planteo espacial se organiza en dos zonas que encarnan la dualidad conceptual.
Por un lado, el orden racionalista, visible en los planos limpios, la simetría y la claridad geométrica de las superficies. Es un guiño al minimalismo moderno, a esa búsqueda de pureza donde menos realmente es más.
Por otro, aparece la exaltación sensorial, representada en los volúmenes curvos, la textura de las placas y el juego lumínico que modifica la percepción del espacio.

Esa segunda capa introduce el maximalismo urbano, el concepto que guía toda la edición 2025 de Casa FOA: un “más es más” que celebra la abundancia de formas, materiales y sensaciones.
La Cafetería Osten traduce esa idea desde la arquitectura. En lugar de recurrir al ornamento, lo hace a través del uso expresivo de los materiales, la escala y la secuencia espacial. Su maximalismo no está en la acumulación, sino en la intensidad.

En Casa FOA, la cafetería siempre funciona como bisagra y unión dentro del recorrido de la exposición: un espacio que combina diseño, arquitectura y experiencia social. Y en 2025, ese rol se potencia. Cafetería Osten no es solo una escala técnica o un punto de descanso: es una experiencia arquitectónica integral, pensada para ser vivida.
Casa FOA 2025 se puede visitar hasta el 2 de noviembre, en Juana Manso 1860, Puerto Madero.


