“Mi primera exhibición retrospectiva en New York ya está abierta al público en The Jewish Museum”, invita la artista bajo un carrousel con las primeras imágenes de “Marta Minujín: ¡Arte! ¡Arte! ¡Arte! ”.
Es una muestra de la obra total de la artista plástica argentina en The Jewish Museum de Nueva York. Y es historia.
Como símbolo de su llegada “por la puerta grande” a la Gran Manzana, Marta Minujín instaló “Sculpture of Dreams”, su primera escultura pública en la ciudad de Nueva York y una de las instalaciones de arte más grandes presentadas en Times Square.
En esta nota, te contamos 7 razones, entre todos los motivos que sobran para celebrar la conquista de la Gran Manzana de Marta Minujín.
1. La reivinidación de un ícono. “Marta Minujín: ¡Arte! ¡Arte! ¡Arte!” es la primera muestra retrospectiva de la artista ìcono del arte pop, en la capital mundial del popart.
“Marta Minujin es creadora de una obra tan singular como colorida y exuberante -la presentan los organizadores de la muestra en el Museo Judío de Nueva York- Desde el comienzo de su carrera, se distinguió como una voz única, a través de sus audaces construcciones de colchones, actuaciones singulares y piezas multimedia interactivas”.
2. El grito de Arte (sagrado). El título de esta exposición, ¡Arte! ¡Arte! ¡Arte!, expresa el triunfo del manifiesto, grito de batalla y convicción que la artista dijo, repitió y proclamó todas su vida.
“Con una convicción energética, Marta Minujín nos invita a ver el potencial del arte para sacudir las cosas, para reunir a la gente y, lo más importante, para proporcionar una fuente de placer y diversión, a menudo cuando menos se espera y más se necesita”, expresa el comunicado de presentación de la histórica exhibición en Nueva York.
3. La primera exposición en Estados Unidos de Marta Minujín. No es la primera vez que su arte se hace ver y sentir en Nueva York, pero “Marta Minujin: ¡Arte! ¡Arte! ¡Arte! ” en el Jewish Museum es oficialmente la primera exposición en Estados Unidos de Marta Minujín.
La muestra la instala como un referente contemporáneo del arte latinoamericano, y realza su visión única, impregnada de un humor irreverente y como pionera de las experiencias performáticas hoy más vigentes que nunca
4. Seis décadas de arte. Abrió el 17 de noviembre pasado y se extenderá hasta el 31 de marzo de 2024. “Marta Minujín: ¡Arte! ¡Arte! Arte!” refleja seis décadas de trabajo ininterrumpido de una artista desafía los géneros.
“Esta oportuna exposición responde a un renovado interés por el arte feminista, pop y latinoamericano investigando a una de sus principales figuras”.
5. El viaje de Marta Minujín (y su equipaje artístico único). Organizada para reflejar la audaz experimentación de la artista a lo largo de seis décadas, la exposición traza la influyente carrera de Minujín en Buenos Aires, así como su estancia en París, Nueva York y Washington DC.
Entre sus obras, la exhibición de Marta Minujín en Nueva York presenta esculturas blandas con base de colchón, pinturas fluorescentes a gran escala, dibujos psicodélicos y material cinematográfico vintage.
Las reconocidas obras efímeras de la artista –happenings, perfomacnes, instalaciones participativas y arte público monumental– se reflejan a través de fotografías, vídeos y otros documentos inéditos o rarezas.
6. Marta Minujín en el Museo Judío. La locación de la histórica muestra de la artista en la Gran Manzana no es casualidad.
Nacida en 1943, en Buenos Aires, Marta Minujín nació y se crió en el seno de una familia ruso-judía.
Comenzó su carrera a finales de la década de 1950, creando construcciones de cartón y pinturas talladas rústicamente. A principios de los 60 empezó a experimentar con colchones, creando coloridas esculturas blandas que definirían su estilo característico.
También colaboró con miembros de la vanguardia estadounidense y francesa, entre ellos Niki de Saint-Phalle, Christo, Charlotte Moorman y Andy Warhol.
“A mediados de la década de 1960, Buenos Aires era un próspero centro cultural, con espacios de arte experimental, como el Instituto Torcuato Di Tella, que proporcionaba un apoyo crucial a los artistas de vanguardia”, se lee en la presentación de la muestra en la web del Museo Judío de Nueva York.
“Minujín realizaría allí algunas de sus obras más emblemáticas, como los entornos multisala La Menesunda (1965) y El Batacazo (1965-66); la tecnológicamente compleja Simultaneidad en simultaneidad (1966); e Importación-Exportación (1968), que reflejaba su creciente interés por la contracultura revolucionaria de Estados Unidos”.
7. La vanguardia continúa. Es un recorrido a través de seis décadas de trabajo, y “Marta Minujín: ¡Arte! ¡Arte! ¡Arte!” también es una expresión de la increíble vigencia y carácter precursor de la obra de la artista argentina.
“Desde 2007 aproximadamente, Minujín trabaja en lienzos densamente estratificados en los que miles de finas tiras de tela pintada se adhieren una a una a la superficie. Con sus remolinos giratorios, sus patrones de colores geométricos y sus composiciones zumbantes, estas pinturas recientes producen un efecto óptico desestabilizador que tiene su origen en la anterior experimentación de la artista con drogas psicodélicas”.
“En diciembre de 2019 escuchó las noticias sobre la aparición de un nuevo virus que resultó marcar el inicio de una pandemia mundial. Siguió un periodo de aislamiento forzoso, durante el cual la artista trabajó en lo que serían los cuadros Pandemia/Endemia, para los que es imposible desconectar las miles de tiras que cubren la superficie de las obras de las vidas perdidas durante esta emergencia sanitaria”.
Bien entrado el siglo XXI, “el arte de Minujín persiste con fuerza vital, visión crítica y claridad de objetivos”, concluye la invitación -irresistible- a conocer el maravilloso mundo de Marta Minujín en Nueva York.
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