Fue en el 2010 cuando Natalie Weber y Mauro Zárate se cruzaron uno en la vida del otro, para darle rienda al amor. En aquel momento, el futbolista había quedado cautivado por la belleza de la modelo y decidió escribirle por las redes sociales. Sin embargo, debió ocultar su profesión ya que a Weber le disgustaban los futbolistas por "su afán de mujeriegos".
A pesar de esto, decidió darle una oportunidad y conocerlo, algo que molestaba a su familia que también desaprobaba la idea de que estuviera con un jugador. Tiempo después, alejada de los prejuicios, Weber fue a visitarlo a Roma, ciudad que muy pronto se convertiría en su nuevo hogar, ya que se instalaría allí con Mauro.
En 2011, la pareja decidió dar el paso más importante de sus vidas: contrajeron matrimonio y en diciembre de ese año, nació Mía, su primera hija. Dos años después, volverían a la Argentina ya que Zárate había sido contratado por Vélez Sarfield. En 2015, llegaría Rocco, su segundo hijo, tras su mudanza a Inglaterra.
La enfermedad de Weber y una pérdida irreparable
Tiempo después, Natalie quedaría nuevamente embarazada y lo perdería en el tercer mes de gestación, siendo un gran golpe para ambos. En medio de este dolor, la modelo descubrió gracias a un chequeo de rutina que padecía cáncer de mama. Esto la llevó a hacerse una mastectomía, la extirpación de ambas mamas, para evitar que la enfermedad se propagara. Fue en ese momento, que Zárate estuvo al lado de su compañera, siendo un apoyo emocional muy fuerte y necesario para ella.
Rumores de crisis y de posible separación
A pesar de estar hace 12 años juntos, existieron varios rumores de crisis que salieron a la luz, en ciertas ocasiones. Una de ellas fue en 2021, cuando Zárate se instaló en Brasil, ya que había sido transferido a América Mineiro. En aquella oportunidad, varios medios sostenían las versiones de una posible ruptura, a lo que la modelo había salido a responder. "No es por mujeres, infidelidad ni nada por el estilo. Nosotros estamos rejuntos, pero intercambiamos opiniones", había expresado Weber, admitiendo las diferencias que tenían con su pareja.
