Si hay un fénomeno en lo que va del 2024, es sin dudas la película éxito de Netflix "La sociedad de la nieve". Personas de todo el mundo volvieron a descubrir la impactante historia de la Tragedia de Los Andes, despertando un imparable fanatismo por cada detalle posible de encontrar sobre esta hazaña.
Siete libros, tres películas, cuatro programas especiales y hasta una obra de teatro repasan los hechos protagonizados por el equipo de rugby uruguayo 'Old Christians' cuando el vuelo 571 de la Fuerza Aerea Uruguaya cayó en el medio de la cordillera en 1972. Entre tanto material, la usuaria de twitter @poser_sara recopiló los datos más curiosos que quedaron afuera de la película dirigida por J.A Bayona.
Médicos principiantes
Tras el accidente, Roberto Canessa y Gustavo Zerbino fueron elegidos "médicos" por ser estudiantes de medicina. Si bien fueron muy útiles, la precariedad de sus conocimientos también trajo inconvenientes: Canessa quiso desinfectar a un compañero una herida con perfume y provocó lo contrario: una grave infección.
El problema del alimento
Es sabido que los sobrevivientes tuvieron que recurrir a lo imposible y más para poder atravezar los 72 días en la montaña, y es que más allá de cometer antropofagia, la carne humana no era suficiente para suplir las necesidades nutricionales: Sabían que necesitaban otros nutrientes, como fósforo o calcio. Para ello raspaban en virutas, casi polvo, rocas calizas y metal del avión y lo ingerían a cucharadas. Además, llegaron a limar los huesos humanos para poder consumir calcio.
No todo era compañerismo
Pese a que en la película se percibe un ambiente de paz y armonía entre los rugbiers uruguayos, las disputas eran moneda frecuente, y aunque ningún sobreviviente dio detalles de quiénes protagonizaron estos episodios, sí pudimos conocer que hasta llegaron al punto de peleas físicas.
La expedición final
Esta parte de la historia no es demasiado explorada por la película de Netflix, pero, sin embargo, fue probablemente el evento más trascendental de toda la estadía en Los Andes. Tardaron 3 días en subir la gran montaña. Cuando deciden mandar a Tintín de vuelta, este tardó en bajarla solo 45 minutos.
La sopa de la esperanza
Tras días de caminata por los helados Andes, Nando Parrado y Roberto Canessa lograron llegar ya a una zona verde, sin nieve, en la que primer signo de presencia humana fue una vieja y oxidada lata de sopa Maggi tirada en el pasto: "¡Mirá, aquí, una vez, hubo alguien!" se dijeron entre lágrimas mirando la lata.
Por fin: ¡Carne animal!
Después de encontrar la lata de sopa, lograron encontrar una vaca. Nando y Roberto pasaron la noche en un prado planeando cómo matar a la vaca para comerla. Los planes eran de lo más disparatados, como subirse a un árbol con una gran piedra y tirársela a la cabeza al animal. Finalmente, pensando que seguramente la primera persona que verían sería el dueño de aquellas vacas y no le iban a caer muy simpáticos si le mataban a un animal, desistieron de sus planes. También al ver el río pensaron en pescar, pero carecían de las herramientas necesarias.
Comer después de dos meses
Lo primero que pudieron comer tras tantas semanas de solo carne humana, fue pan y queso que el arriero chileno que los conectó con la civilización, Sergio Catalán, les lanzó desde la otra orilla del río. Al otro día, ya en su cabaña esperando a las autoridades, Catalán les hizo preparó una olla entera de fideos con queso. Sobre esa comida, Canessa contó: "Nunca antes en mi vida, y nunca después, comí nada que me supiera tan delicioso como aquellos fideos".
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