Paula Rivero:"Descubrí que mi sentido de la vida es ayudar a otros a desbloquear su creatividad" - Revista Para Ti
 

Paula Rivero:"Descubrí que mi sentido de la vida es ayudar a otros a desbloquear su creatividad"

Con más de 36 años de trayectoria como artista plástica, Paula Rivero sostiene que todos somos creativos por naturaleza, por eso disfruta también del proceso de acompañar a quienes desean sacarlo a la luz, en su tarea como docente. En una charla íntima con Para Ti nos cuenta cómo es para ella el proceso creativo de un artista y, si bien tiene una obra variada y numerosa, está convencida de que sus máximas creaciones son sus dos hijas, por quienes siente una profunda admiración.
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Entrar, por un ratito, en el mundo de Paula Rivero es toda una aventura. Su taller, ubicado en el barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, es un espacio que la refleja, según iremos descubriendo a lo largo de la entrevista.

Obras por doquier de sus diferentes series, esas que fue plasmando a lo largo de sus más de 36 años de carrera. Esa que la tomó de lleno a los 14 años, cuando una profesora de la secundaria que dormía sobre el pupitre durante las clases de Arte era su pase libre para apoderarse del armario lleno de materiales.

PAULA RIVERO

Paula vivía con éxtasis el acceso a los óleos, las acuarelas y las tintas chinas y las usaba con para vivir en carne propia algo a lo que, décadas después, le pondría un nombre: era parte del "proceso creativo" del artista.

De sus años de artista plástica, 21 los viene dedicando a la docencia. Pone en juego su pasión para ayudar a sus alumnos a despertar y, luego, darle rienda suelta a su creatividad. Ella les da las herramientas y el espacio, es ese halo de luz que ingresa en su interior para despertar ese mismo fuego interno que ella descubrió pero que ellos creyeron inexistente. Pero que todos, asegura, tenemos.

Sensible, intuitiva, libre, creativa. Paula Rivero en Las Elegidas.

PAULA RIVERO
El primer look de Paula Rivero es un mono estilo cargo color tostado de UMA 

¿Cómo comenzó tu camino en el arte?

-Desde muy chiquita tuve una gran sensibilidad y siempre me dijo me encantó dibujar y pintar. Pero se despertó sin parar a mis 14 años, como una revelación fuerte, que fue cuando vivía en Uruguay. Viví en muchos países durante mi vida y desde mi infancia, hasta los 22 años, fue en Uruguay.

"Allí fui al colegio British School y había elegido la orientación de Arte. Y la profe de arte... ¡Muy loco! se quedaba dormida todas las clases. Apoyaba la cabeza en el escritorio y se quedaba planchada. Como era un colegio privado, había un armario grande con materiales, recuerdo los frascos de 1 litro de tintas chinas, pomos de óleo, papeles, rodillos... todo. Y para mí era increíble poder usar los materiales y que ella no controle lo que yo estaba usando".

"¡Era como una desesperada de todo!, todo era experimentación, jugar a descubrir todo lo que me permitían los materiales. Y era como apurado porque no quería que viera todo lo que estaba usando, porque se podía despertar y tenía miedo de que me retara".

Paula Rivero cuenta que nunca más supo de aquella profesora a la que "debería agradecerle" por ese espacio que le daba sin querer.

PAULA RIVERO

"Ahí empezó una serie que se llama Génesis, donde empezó todo para mí. Ahí, donde se despertó realmente este lugar de artista que nunca más pude frenar. Trabajaba mucho con papeles y tintas chinas, que los plegaba en una especie de origami, les tiraba la tinta arriba, le pasaba rodillos y los metía en un piletón, los empapaba, los volvía a abrir".

"Los pegaba como en una pared, que era toda de azulejos. Hacía como una producción grande de esos papeles mientras dormían la profesora y, a medida que se iban secando, me iban cayendo al piso y yo me los guardaba. Hice una serie enorme de esa de esos papeles, que los conservo ya hace 36 años 37 años, y los presenté ahora en una retrospectiva, intervenidos con dibujos".

Y esa técnica, ¿te la habían enseñado?

-No, salió, yo quería probar qué pasaba, indagando, experimentando. Esto lo quiero relacionar con qué importante es la creatividad, no coartar la creatividad, que es innata en las personas.

PAULA RIVERO

¿Con esta idea trabajás con tus alumnos?

-Yo me considero artista plástica pero dedico dos días a la semana a la docencia, tengo cualquier cantidad de alumnos, lista de espera, todo. Pero tengo como un alma de docente porque me gusta mucho brindarme y ver el crecimiento, ver que la gente puede. Capaz, que tiene que ver con cosas de la vida, ¿no? Porque cuando estudié Bellas Artes nunca me guiaron, hice toda la carrera y no sentí un mentor, una persona que realmente se preocupe por tu evolución a nivel identidad.

Todo fue fruto de una búsqueda muy personal durante estos 36 años pero, al mismo tiempo, de auto observación de los procesos. Y dar clases, que hace 21 años que lo hago, me hizo crecer mucho en mi parte intelectual del proceso de mi obra, auto observar mis procesos para poderlos transmitir.

PAULA RIVERO

"No me gusta influenciar nada en la identidad, en mi taller nadie viene a copiar mis obras. Mi rol es darles todas las técnicas y todas las herramientas para que encuentren el artista que tienen adentro. Me gusta desarrollar esa identidad y darles las herramientas porque ser artista no es sólo decir 'pinto'".

"Es una conjunción, para mí, de un montón de partes que tienen que ver sentirte que sos creadora. Creo que todo somos artistas, el tema es cuando vos lo asumís como una realidad tuya. Entonces para esa búsqueda interior hay que tener herramientas, no hay que estorbar a la obra, trabajar todas tus limitaciones a nivel recursos y técnicas, porque soy una convencida de que la obra de arte nos atraviesa. No inventamos nada, todo está flotando. Entonces, de acuerdo a la sensibilidad tuya es de qué manera te atraviesa esa obra y vos la materializás. Y como profesora, el no estorbar lo creativo".

PAULA RIVERO

Todos nacemos creativos

"Los niños saben dibujar y saben inventar historias antes de saber escribir y antes de saber leer. Tienen una espontaneidad de lo creativo, pero ¿qué ocurre si se censura a una edad muy temprana? Por ejemplo, viene un nene que dibujó a la abuela con tres ojos y la madre pega un grito de 'por qué tres ojos, que son dos ojos', o una persona con una pierna o un animal que le faltó la cola. ¡Y corrigen!".

"En el colegio limitan a que hay que dibujar dentro del circulito del cuadradito, y que no te salgas. Y si pensamos, por ejemplo ,en una manzana y observamos la luz y la sombra y su color. Y la ubicamos sobre un mármol blanco, la manzana va a reflejar un rojo. O sea, no es que está chorreando pintura, todo se sale de sus lugares. Entonces, ¿por qué hay que encasillar y limitar la creatividad? Entonces ¿qué le ocurre a un niño? Dice 'no lo voy a hacer más, porque lo hago mal, no lo voy a mostrar más porque me lo corrigen, no todo lo que estoy haciendo no está bueno'. Entonces, llega un momento, que dicen 'no soy creativo'".

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"Hace mucho descubrí que tengo un sentido en la vida, y es poder activar esa parte bloqueada y que se den cuenta de que lo creativo lo tienen, pero que hay que desarrollarlo. Cuanto más uno está en creatividad, más creativo se vuelve. Cuanto más trabajás en creatividad, más nichos creativos se activan, como un edificio que se le prenden muchas lucecitas en diferentes pisos simultáneamente".

"Entonces, ahí hay otro problema, el exceso de creatividad (por eso hay tanto artista "loco" en todas las ramas del arte), cuando no logra materializar y sacar de adentro esa creatividad, te está golpeando internamente, te desborda y te marea. Entonces yo también soy muy de sugerir, que hay que plasmar esas ideas que vienen y agarrarlas en el momento justo, no cuando ya pasaron. Porque para mí, la fuerza de la idea es cuando la tenés justo delante tuyo, que es cuando te está atravesando".

"A veces es suficiente una palabra, algo que la inicie de alguna manera y aunque le falte todo por trabajarse. Yo soy de trabajar entre 60, 70 u 80 obras simultáneas".

PAULA RIVERO
Paula Rivero lució en su segundo look un mameluco color marfil, borcegos al tono. ylo complementó con una campera engomada bordada con cierres by Tizi Ferri @tf.portfolio

¡Es un montón! ¿Es porque tiene cada uno su proceso?

-Es un proceso. Tengo obras de años, que todavía están sin terminar. A veces hace falta de tiempo, pero como lo que hago en el proceso creativo es establecer un diálogo con la obra, no me confundo. Si estoy con esta, esta otra automáticamente me habla desde otro lugar y es esto de no estorbarla y escuchar en diálogo. Pero a veces solo plasmo esa esencia de lo que me interesa, que me atraviesa, lo esa obra me está pidiendo y ahí queda hasta que la pueda retomar.

Cuando hablás de tus obras en proceso ¿Te pasa que por ahí te desconectas de la emoción que te la generó?

-Por suerte, nunca me ha ocurrido eso. Al tener el taller fuera de mi casa, abro la puerta y a veces sigo con la cartera puesta que entré de la calle y me quedo haciendo un retoque en algo, porque ya entro automáticamente en diálogo con las obras.

4 etapas del proceso creativo según Paula Rivero

"Visualizar, cuando se te viene esa visión que ya es lo que plasmás, te surge esa visualización que no es lo mismo que imaginar. Porque para mí, imaginar es algo, que es futuro. Visualizar es momento presente cien por ciento y ya lo estás sintiendo. Cuando vos visualizás, ya se puede crear".

"La segunda etapa le llamo 'visceral': yo ya visualicé, ahora me pongo a jugar con esta obra con experimentación, lo que va surgiendo, lo más intuitivo".

PAULA RIVERO

"Una vez que terminó la etapa visceral, hay que ir con mucho respeto con la obra, porque es algo que tomó vida. Entro en la etapa que le llamo "edición" que tiene que ser con mucho cuidado y mucha distancia para no estorbar esa obra. No es ponerle lo que quiero, es un ida y vuelta, y yo hago un paralelismo con lo que son los hijos".

"Yo tengo dos hijas, de 19 y 17 años. Cuando un hijo nace, ya es hijo de la vida, más allá que uno puede darle esa luz y nació. El parto es partirse en otra persona esa, pero no soy dueña de esa persona. Y tampoco conocés a ese hijo, lo vas a ir conociendo a medida que va creciendo, entonces para mí, cuando termina la etapa visceral de la obra, la obra ya tiene vida, ahora tengo que conocer quién es. Entonces viene toda esa otra etapa en la que vos vas observando en ese diálogo y te va pidiendo, vos vas dando y así como uno a nivel padre, madre tiene sus valores".

"El 'no' rotundo para ciertas situaciones, también en mi obra... me aparece la cara de un monstruo y si mi obra y mi identidad no tiene que ver con eso, es un no rotundo. No voy a dejar que porque apareció quede esa imagen. La esencia de la obra, viendo cómo juega con tu identidad, que la obra no te gane, pero vos tampoco le ganes".

PAULA RIVERO

"De pronto te sorprendés al ver en lo que se convirtió. En ese proceso de ir amorosamente llevando la adelante y sin apuro. Cuando mis alumnos se enojan con sus obras, yo les digo que tienen que comprender en qué etapa del proceso creativo están. No va a ser una obra terminada si estás enojada o enojado con la obra, la obra va a estar terminada cuando ese diálogo diga 'acá estoy'.

"Y, cuando termina el proceso de edición, viene una cuarta etapa que le llamo 'calidad y cierre' que es cuando ya crees que la obra está lista, la dejo, la observo y voy a encontrar siempre algo que le puede dar ese toquecito. Ya no se altera nada en la obra. Yo hago esculturas en papel que después quedan puestas en un hábitat. Es muy importante dónde va a vivir esa obra. El hábitat o un marco o los borde, le dan esa calidad final. Yo busco el unísono, que la obra no te genere un segundo pensamiento, sino que el impacto visual sea un golpe seco que llega profundo al alma, porque sale el alma de un artista y pega en el alma de un espectador, como dice Kandinski, que es el padre del arte abstracto".

¿Hay una edad para decidirse a indagar en el arte?

-No, no hay edad. Están los que nacen y nunca se les cortó ese proceso creativo y eligieron eso en su vida, pero también hay artistas que arrancan a una edad avanzada. Y están quienes han hecho carrera al nivel Bellas Artes, con todo lo que implica, de conceptos. Y está quien es autodidacta. Y, en el arte, si la obra pega fuerte, cerrada, que se note la madurez y la intencionalidad del artista, (pero no que le ganó a la obra, sino que el artista estuvo presente) pero la obra es la que habla. Si cumple esa función, esta encaminada.

"Hay personas tienen una obra muy firme, muy segura. Pero también el arte tiene algo que le gusta a todos hacer, cuando lo prueban. Entonces ahí me gusta diferenciarlo que es tomar el arte como un hobby de lo que es tomarlo como artista".

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¿Cómo fue la interacción entre el arte y tu vida personal?

-Siempre mi idea fue formar una familia y la formé. Después se desintegró a nivel divorcio, por temas personales de la pareja, pero mis dos hijas son mis dos mejores obras de arte. No hay nada que la supere, yo siempre digo que son dos estrellitas que me regalaron, que estaban allá arriba y de las trajeron. Y las dos ¡re creativas! Y yo nunca les enseñé nada, al estilo de lo que me pasó a mí.

¡Pero te vieron!

-(sonríe)Dicen que no hace falta que les digas a tus hijos qué hacer porque igual te están observando, ¿no? Que no importa que no te escuchen. Te están igual observando. Entonces fue muy loco, tengo a Tiziana que tiene 19 años y se llama así por Tiziano, por el artista que me encanta. Y después a Michela, de 17 años por Michelangelo Buonarotti. Cuando tenía 4, Tizi (este es un ejemplo perfecto de lo que es no estorbar y que yo también trato de transmitirlo) me acuerdo que habíamos vuelto de un viaje en Playa del Carmen, habíamos visto un pulpo y un montón de cosas. Y me dice 'mami, cómo se dibuja un pulpo'. Entonces le digo '¿te acordás que vivimos hace unos meses un pulpo en el viaje? Cerrá los ojos, buscalo, acordate de ese pulpo'. Entonces ella lo empezó a buscar y le dije que tratara de recordarlo y de dibujarlo según como lo veía. Nunca le dije cómo lo tenía que dibujar, y mi hija me sorprende y mi hija menos también es increíble con el dibujo y nunca le enseñé nada. Pero Tiziana agarró desde muy chiquita mirar todo fotográficamente porque aprendió a visualizar, incorporándolo en su cabeza.

"Cuando en una temprana se les enseña a los chicos a visualizar (y lo he hecho en colegios) y jugamos mucho a eso, a que por ejemplo de alguna película infantil que la visualicen y, por ejemplo a Nemo, les dimos el tiempo y luego cada uno lo hizo a su manera, fantásticamente. Creo que poder ayudarles desde ese lugar es re importante en la vida, el arte y la parte creativa, porque la creatividad es energía universal, no se la pedís a nadie. Te viene del puro proceso creativo, no le estás robando a nadie ni pidiendo darle un poco de tu energía que son generadora de energía".

"Tiziana hoy es una diseñadora de moda muy grosa, tiene 19 años pero a los 10 empezó con una máquina de conocer que le regaló mi mamá, solita, con un curso de una hora donde le enseñaron a enhebrar la aguja. Empezó a cortar ropa, remeras, a hacer de un jean una campera. A sus 14 años hizo los 14 vestidos de sus amigas de la mesa principal de su fiesta de 15, con un mega desfile. En cuarentena explotó con su con su marca. Ahora está en el tercer año de la carrera de Diseño de Moda en la Universidad de Palermo y los diseños que hace son re atrevidos, está todo con Alta Costura".

"Y Michela es muy buena a nivel arte, que yo siempre le dije 'sos re artista' y por llevarme la contra, me dice 'yo no voy a hacer artista', pero hace cosas impresionantes. Y le encanta la cocina, de hacer todo muy creativo, platos muy elaborados, que no deja de ser el arte culinario. Me puse contenta porque hace unos días me dijo que estaba pensando que va a elegir ir para ese lado en su carrera, así que estoy muy feliz y orgullosa de ellas".

PAULA RIVERO

¿Cómo creés que fue para ellas crecer junto a una mamá artista?

-Y, ¡me han bancado! Porque es muy difícil ser hijas de una mamá que tiene su propio mundo, que nunca las descuide porque ellas están por arriba de todo, pero me han aceptado siempre con mi creatividad. Cuando yo cuando eran chiquitas, Michela me decía: 'mamá está en los pajaritos', quizás estaba charlando en grupo y me tildaba, claro, porque cuando vos estás visualizando cosas, a veces te desconectás de lo que está pasando.

¿Cómo viviste el hecho de ser mujer en el arte?

-Personalmente nunca tuve un problema por ser artista mujer. Es más, soy una agradecida que siempre se me han abierto puertas, me vinieron para exponer en lugares muy buenos acá y en el exterior. Y nunca sentí para nada una traba por ser mujer. Pero sí soy consciente de que en la historia del arte son muy pocas las figuras femeninas que aparecen en los libros de arte.

"La tenemos a Frida Kahlo, que fue muy transgresora. A Remedios Varo, Tamara de Lempicka, o sea, tenemos personajes que han destacado, pero muy poquito al lado de todos los artistas hombres en la historia del arte. Porque bueno, también tiene que ver con con ese lugar que capaz que la mujer tuvo que ir conquistando. En cambio hoy, te encontrás que son un montón las mujeres que son artistas -también hay hombres- pero hay muchísimas mujeres artistas".

Lo femenino en el arte de Paula Rivero

"Estudié muchísimo, aprendí mucho de un maestro mexicano y a mis 17 años vendí mis primeras dos obras y eso me dio mucho aliento para decir 'es mi camino'. Pero pasé por etapas, primero lo que buscaba era sentir que pintaba bien, pero llegó un momento que ya no me alcanzó. Tenía la necesidad de encontrar una identidad propia y pasé por etapas distintas pensando que la identidad era una temática, que si pintaba en esa época figurativa, los girasoles o puertas, entonces eran temas, no era identidad".

"Hasta que en el año 99, ya estando en Bellas Artes y trabajando en paralelo con una empresa que llegué a tener 90 personas a cargo. Estudié Diseño Gráfico como carrera, viviendo en México, estudiando en paralelo Arte en el taller del maestro mexicano, que fui casi todos los días durante cuatro o cinco años. Cuando regresé a vivir Argentina, a mis 22 años, dejé Diseño e hice la carrera de Bellas Artes".

"Mientras estaba en Bellas Artes más allá que una vez cada tanto alguna obra vendía yo tenía la necesidad de poder generar mis propios ingresos y lo único que yo sentía que sabía hacer era pintar".

Como ella dice "casi sin darse cuenta", ingresó al mundo corporativo y terminó teniendo gente a cargo, que le brindó herramientas de vinculación que hoy valora muchísimo. "Me ayudó mucho a desarrollar un montón de partes mías que me hicieron más extrovertida, porque antes era un poco más hacia adentro". Si bien renunció para darle más tiempo al arte, volvió a entrar a otra empresa que le brindó vínculos que luego le ayudarían a catapultar su carrera en el país y en el exterior.

"Todo se fue muy naturalmente amalgamando y llegó un momento que en el año 2002 me dediqué de lleno al arte, solté todo y ya con mi propio taller".

¿Y cómo impactaba todo eso en tu obra?

-En el año 98, a raíz del estrés de trabajar en una empresa, empecé a sentir la necesidad de escribir en mi obra para desahogar lo que me estresaba. A partir de ahí, mis obras se caracterizan por el texto, que es un grafismo que escribo cosas reales pero no busco que se lean, porque yo escribía y volvía a escribir arriba porque no quería que se lea lo que yo escribía. A raíz de un estrés que encontré mi identidad y, a partir de ahí, empecé a jugar con el concepto del texto que se vuelve textura y pasó a ser un elemento plástico. Entonces durante muchos años, la serie Escrituras me dio lugar a más visibilidad en lo mío. Entré en una galería muy importante en Uruguay.

"Después, accidentalmente, en una experimentación de un trapo que yo pegaba y dejaba de unas texturas, un día me tuve que ir y el trapo se quedó pegado con la pintura 3-4 días porque no pude volver. Cuando quiero sacar ese trapo me queda una estampación, entonces se me abrió una nueva puerta que terminó siendo la serie Alquimia".

"Pasó el tiempo, yo estaba en la abstracción, hice eventos con una marca de ropa, intervenía las vidrieras, hicimos un desfile de jeans intervenidos. Eso me dio otra visibilidad y me relacionaron con la moda, me buscaron para ambientar una habitación en un hotel de Miami (no llevaban números, sino nombres de personajes de la moda). Como tenía que preparar esas obras para ese espacio, dije 'esto tiene que ver con la moda, mi obra es abstracta' no se relacionaba tanto con eso en la etapa en la que me encontraba, entonces quise que las obras tuvieran el quiebre de la cintura de la mujer en un desfile. Entonces me puse a investigar desfiles y caí en las imágenes de un desfile de corsets, que me emocionaron en lo más profundo, entonces empecé a indagar por qué me emocionaba.

"Estudiando la historia del corset, qué era lo que a mí me estaba representando y entendí que eran los nudos lo que me provocaban eso tan fuerte. El tema era que había que romper esos nudos, y empiezo a mirar mis obras para atrás, cuando reviso la etapa de Escrituras veo que mis letras hacían costuras. Entonces entiendo que era romper esas estructuras para poder volar, entonces adopto al corset como un ícono en mi obra, que duró bastantes años, donde lo utilizo para hablar de aquello que tenemos que romper, que son los preconceptos, y de sacarnos lo que no es nuestro. Porque ¿qué sentido tiene ser lo que no somos cuando podemos ser lo que somos? Toda mi obra fue un desarrollo de, primero, obras con corsets pero después esos corsets fueron sacando alas y se empiezan a soltar y a querer volar. Y después en esculturas de acero, en objetos, en esculturas de papel, en la pintura, en la acuarela, en el dibujo y siempre este juego de la ruptura. En mi obra habló de que hay que romper esos nudos para poder volar, para que salga lo que somos".

"La etapa actual, Origami, es una vuelta, en las últimas obras mías, hago un resumen de todas mis series. Desde que comenzó, Génesis y están resumidas en las últimas obras, donde se sienten estos pliegues del papel pero realizados en pinturas donde hay una sensación de nudo y el quiebre, que saca, quiere soltarse y volar y más mis escrituras".

Para quienes deseen acercarse a la muestra que Paula Rivero acaba de inaugurar junto a su colega, Carlo Rey, la muestra "Un mensaje en el Mar" está disponible en la casa matriz del Banco Ciudad, con más de 50 obras en exposición, entre pinturas e instalaciones.

Fotos: Diego García

Video: Rocio Bustos 

Makeup y pelo: Belén Fiorito @belenfiorito

Producción: Lucila Subiza

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