Un actor consolidado, encarando nuevos proyectos, criando a sus tres hijos y manteniéndose alejado de sus adicciones: así es como vive sus días en la actualidad Ben Affleck. Por su parte, Ana de Armas está dispuesta a mudarse de un lado a otro si su trabajo se lo exige, ya que está pisando fuerte como una de las jóvenes promesas de Hollywood. Con dos presentes tan diferentes, era difícil continuar juntos.
“Están en distintos momentos de sus vidas. Es una ruptura de mutuo acuerdo y completamente amistosa”, ha confirmado la vocera de Affleck a la revista People. De Armas acaba de mudarse a Nueva York mientras Ben continúa en Los Ángeles, donde comparte la custodia de sus hijos con su ex mujer Jennifer Garner.
La relación comenzó a principios de 2020 durante el rodaje Deep Water, el thriller basado en el libro del mismo nombre que se estrenará este año. Al principio, se mostraron muy enamorados durante los meses de pandemia y juntos visitaron Cuba, país natal de De Armas.
“Ana tomó la decisión porque su relación era complicada, ella ya no quería vivir en Los Ángeles y Ben tiene que hacerlo porque es donde viven sus hijos”, explicó la vocera de la actriz. En un principio, De Armas había apostado fuerte por la pareja, había vendido su casa de Venice Beach para mudarse a la residencia de Affleck, en Brentwood. “Parecía muy emocionada de vivir con Affleck”. Incluso, con sus tres hijos: Violet, 14, y Seraphina, 11, y Samuel, de 8 años.
Aparentemente, la presión fue demasiada para la joven actriz de 32 años. “A Ana le gustaba estar con sus hijos e hizo un gran esfuerzo, pero ahora tiene que concentrarse en su trabajo”, declaró su representante a People.
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