Ubicada en el corazón del barrio de Monserrat, La Botica del Ángel es mucho más que un museo: es un collage escenográfico creado por el multifacético Eduardo Bergara Leumann en 1966.
Este espacio artístico porteño supo ser testigo de la evolución cultural de la ciudad y del país.
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Así es La Botica del Ángel
Cada rincón de La Botica del Ángel está cuidadosamente ambientado para sumergir al visitante en una experiencia única.
Desde obras de artistas plásticos como Raúl Soldi, Antonio Berni y Marta Minujín, hasta manuscritos de Jorge Luis Borges y Ernesto Sábato, el recorrido es un homenaje a la riqueza cultural del país.

Además, se pueden apreciar objetos personales de figuras icónicas como Carlos Gardel y Mercedes Sosa, y recuerdos de un Buenos Aires que se fue perdiendo.
Bergara Leumann logró transformar la estructura del edificio en un laberinto artístico que invita a los visitantes a perderse entre obras de arte, objetos históricos y ambientaciones teatrales.
Un legado vivo
Tras el fallecimiento de Bergara Leumann en 2008, la Universidad del Salvador asumió la custodia de este tesoro cultural, asegurando su preservación y apertura al público.
Hoy, La Botica del Ángel continúa siendo un espacio dinámico, con visitas guiadas y espectáculos que permiten a los visitantes interactuar y participar en un recorrido teatral.

Definitivamente, es un testimonio vivo de la creatividad cultural argentina. Un lugar donde el pasado y el presente dialogan, invitando a cada visitante a ser parte de una historia que sigue escribiéndose.

Queda en Luis Sáenz Peña 541, Monserrat.
Texto y fotos: Mariela Blanco, autora de "Leyendas de ladrillos y adoquines" y "La historia es Noticia"
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