Las cocinas ya no son lo que eran. En 2025, el espacio más vivido de la casa se llena de vida con una paleta inspirada en la naturaleza. Los colores tierra, el verde seco, los beige cálidos y los grises piedra empiezan a marcar tendencia, desplazando al blanco y negro que reinaban desde hace años.
Una transformación que no solo es estética, sino también emocional, porque responde a una vuelta a lo esencial, a reconectar con lo orgánico y a crear cocinas más cálidas y personales.

Una paleta que conecta con lo natural
Para los decoradores, el veredicto es unánime: los tonos neutros, cálidos y naturales son tendencia. El verde seco es el que más se impone sobre alacenas, islas y detalles en las paredes, siempre bien acompañado por maderas claras. En tanto el blanco no desaparece, pero aparece en un rol secundario, como detalle o para lograr contrastes suaves, envolventes y súper chic.
Es una paleta que remite al bosque, al campo, a lo simple. El objetivo: que la cocina no solo sea funcional, sino también un refugio de calma.


De la tendencia al diseño real
Esta búsqueda de lo natural se refleja también en los materiales: el microcemento en tonos piedra, las maderas al natural, los cerámicos artesanales y las mesadas en tonos mate se integran al diseño de cocinas que apuestan por lo táctil, lo sensorial y lo auténtico.
Las marcas de mobiliario y diseño de interiores lo saben, y ya presentan líneas donde el color protagonista es un verde oliva o un gris cálido, perfectamente combinados con maderas claras y herrajes en negro mate o cobre envejecido.


Por qué las cocinas apuestan por los colores de la naturaleza
La tendencia claramente obedece a un giro cultural. Pandemia mediante (estos años oscuros en los que la cocina pasó a tener un claro rol protagónico), el boom de las cocinas blancas y brillantes (ascéticas, minimalistas e impolutas, más parecidas a un laboratorio o un quirófano gourmet) trocaron por estos espacios que destilan calidez. Hoy buscamos confort, calma, conexión. Y los colores de la naturaleza nos lo dan.

Los colores de la naturaleza tienen un plus: son versátiles, atemporales y fáciles de combinar. Funcionan tanto en cocinas grandes como en espacios chicos, en estilos rústicos, nórdicos o industriales.
Claves deco: cómo sumarte a esta tendencia
- Empezá de a poco: una pared verde seco, estanterías en madera natural o textiles en tonos tierra pueden marcar la diferencia.
- Jugá con la iluminación: estos colores se lucen con luz cálida. Decile chau al blanco frío.
- Sumá elementos deco: canastos de fibras, plantas y cerámica artesanal van perfecto con esta onda.

Fotos: Pinterest y archivo Para Ti Deco.