Dicen que dan buena suerte, se adaptan fácilmente a cualquier ambiente y requieren cuidados muy fáciles. Las suculentas se pusieron de moda hace tiempo y difícilmente cedan su reinado. Hoy en día continúan siendo una de las especies más elegidas para sumar a los ambientes de casa -tanto interiores como exteriores-.
Con sus llamativas formas, muy distintas de las de la mayoría de plantas de otros tipos, son ideales para llenar de vida cualquier rincón y son plantas muy resistentes y fáciles de multiplicar.
Sin embargo, muchas personas acuden a los fertilizantes caseros y naturales para potenciar aún más sus colores vivos y su crecimiento. Y uno de los más populares y efectivos tiene a las cáscaras de huevo como ingrediente principal.
Para qué sirve la cáscara de huevo
La cáscara de huevo es uno de los fertilizantes caseros y naturales más recomendables para las suculentas.
Sus componentes como calcio, fósforo, potasio, hierro y magnesio son grandes aliados para potenciar el crecimiento y el desarrollo de las plantas en poco tiempo.
Además, ayudan en la floración y potencian aún más los colores de cada especie.
Cómo hacer un fertilizante con cáscaras de huevo
- Triturá 3 o 4 cáscaras de huevo y espolvorealas en la tierra de tu planta suculenta.
- También podés mezclar la cáscara de huevo con la tierra para que de inmediato le proporcione todos sus nutrientes.
- Otra opción es poner la cáscara de huevo triturada en el fondo de la maceta cuando trasplantes, para brindarle a las raíces de tu suculenta el calcio necesario para crecer.
Cómo hacer una infusión con cáscaras de huevo para las plantas
Si lo que se busca es fortalecer el suelo, se puede llevar a cabo una infusión con las mismas cáscaras de huevo.
- Vas a lavar, dejar secar y luego triturar 3 o 4 cáscaras de huevo.
- Colocá 2 cucharadas de las cáscaras trituradas en cuatro litros de agua durante 10 minutos.
- Dejá reposar la mezcla por 24 horas y luego aplicá en el suelo.
Es recomendable que esta infusión se lleve a cabo durante primavera y verano.