Su follaje verde grisáceo plateado llama la atención y conquista a primera vista. El olivo, árbol bajito y leñoso, empezó a ser un sorpresivo objeto de deseo y atracción a la hora de decorar los más diversos ambientes.
Quizás por eso este arbolito, símbolo de paz y celebración, se trasladó a los hogares. Y cada vez con más frecuencia es elegido como punto de referencia para decoraciones en modo natural. En esquinas, cerca de las ventanas, y presentados en destacadas macetas, aportan el toque verde de la deco y también elegancia garantizada.
El olivo: un árbol con Historia y decoración
El olivo es originario de Asia Menor, pero se cultiva en el Mediterráneo, en Grecia, España y en el sur de Italia.
A pesar de ser de exterior y es muy raro que en un interior pueda dar aceitunas (su fruto), lo cierto es que ahí puede vivir con comodidad, siempre que se le garanticen las condiciones adecuadas de atención, en cualquier departamento o casa.
No soportan demasiado las heladas y son de muy lento crecimiento. Así que, con cuidado y paciencia, el olivo puede ser un buen aliado de los que vivimos en las grandes ciudades y queremos un poco de verde para ver, aunque sea en un par de metros cuadrados alrededor.
Cómo cuidar un árbol de olivo
La ingeniera agrónoma y paisajista Josefina Armendares comparte tips para cuidar a un árbol de olivo.
Lo mejor es ponerlo cerca de una ventana y que le de el sol al menos seis horas por día.
El olivo no necesita demasiado riego, pero es importante que no le falte agua.
Lo ideal es elegir un arbolito que tenga tronco, y por lo menos cuatro ramas y algunas hojas.
La maceta no es un detalle menor: para que crezca bien y prospere, tiene que ser de unos 50 centímetros cómo mínimo.
También te puede gustar: Cómo convertir ¡casi todo! en macetas y maceteros con valor deco y afectivo