Modelo, conductora, bailarina, instructora de zumba ¡y mamá de Chloé! Conocé su lado más íntimo y dulce.
La conocés por sus tips para estar en forma. Por su cuerpazo y la espontaneidad con que se luce en tevé. Pero una vez que llega a casa, la vida de Jésica Cirio tiene una protagonista indiscutida y es Chloé, la hija que hace once meses tuvo con el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde.
¿Cómo le cambió la vida con su llegada? Así lo cuenta: “En este último tiempo traté básicamente de reordenarme por completo. Hoy, la verdad es que todo se trata de estar pendiente de sus tiempos y sus horarios”.
Jésica hace malabarismos entre sus clases, presentaciones y grabaciones de Morfi, el programa de tevé que conduce junto a Gerardo Rozín los domingos por Telefe. “Me encanta y la gente lo disfruta mucho, me paran por la calle, me cuentan que hacen las recetas…”. Y asegura que fue el mejor lugar donde pasar su embarazo: “Lo pasé genial, ¡nunca comí tanto! –cuenta–. Todos mis planes con amigos implicaban comer, así que ellos engordaron a la par conmigo. ¡No nos salteamos una comida!”, se ríe Jésica.
Cuenta que los cambios en su cuerpo no fueron problema. “Tuve a Chloé por cesárea y no pude retomar el ejercicio enseguida. Pero me recuperé pronto y empecé a trabajar de nuevo. No tuve depresión postparto ni nada, al revés, me sentía radiante y feliz. Creo que la maternidad es felicidad plena, continua… ¡y crece!”, asegura.
El oficio se ser una mamá actual
Mujer pulpo, con sus 34 años Jésica Cirio no para un segundo. Su clave está en la organización: “Siempre digo, ¿cómo hacían las madres de antes que cocinaban, iban y venían y hacían todo? Encima el rol parental era solamente de la mamá. Muchos papás se lavaban las manos y otras veces ellas ni siquiera se dejaban ayudar”. Jésica sabe que podría haberse tomado un año sabático para dedicarse full time a su hija: “Tengo la posibilidad de darme esa licencia y lo hubiera hecho si hubiese tenido ganas, pero me gusta trabajar, lo hice toda la vida”.
¿Cómo son las cosas en casa de los Cirio-Insaurralde? “Martín es un padrazo. Los domingos que yo voy a grabar, él se queda con Chloé. La duerme, le juega, nos turnamos. Ya te digo, no es como antes que decías ‘¿me ayudás?’”. Criar a una beba en común pone ciertos criterios sobre la mesa y no siempre son los mismos: “Yo pongo límites y él también. Es difícil, pero tratamos de mediar y que ninguno de los dos quede como ‘el malo’ ante ella”.
De tal madre…
Embajadora argentina de zumba, esta experta en fitness comienza a retomar sus viajes. Así, entre el armado de la valija –de madre e hija–, camino a Europa, Jésica responde. “Chloé es una santa, una genia, amorosa pero también hiperactiva. No para un minuto. Es tremenda –comenta entre risas.
Señala que cada una tiene su propio bolso/mochila separados, con su música, sus juegos y películas. “¡Mira la película Mascotas setenta veces por día!”. ¿Y qué pasa con la ropa? “Me gusta comprarle cosas lindas. Algunas son útiles, otras disfraces, pero ¡es que crece tan rápido! Es mi primera hija… Chloé ama la música y es inquieta, así que ya tiene sus actividades. Tenemos nuestro día especial en que la llevo a natación y a danza para que esté con chicos de su edad”, cuenta Jésica.
Muchos de esos primeros pasos los comparte en sus redes: “A mí no me da miedo, no me parece que la exponga, son momentos en que lo siento así. Ella la pasa bárbaro, le encanta el agua y es feliz. El resto de los días desayuno y ceno con ella; algunos días más, otros menos, pero nos gusta compartir el tiempo juntas”.
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