Muchos varones dejan mitos y tabués de lado, se informan y deciden no tener más hijos o no tenerlos nunca. Y aquí la vasectomía es la opción.
Vasectomía es un método quirúrgico que consiste en ligar los conductos deferentes, que son quienes transportan los espermatozoides desde los testículos a la salida del líquido seminal en la eyaculación. Con esta ligadura de los conductos se impide que los espermatozoides salgan en la eyaculación, no obstante, siguen produciéndose y son reabsorbidos por el cuerpo.
Siempre la responsabilidad del cuidado ante un embarazo no deseado estuvo en la mujer, de hecho, los primeros anticonceptivos fueron creados para ser usados por las mujeres y de este modo, la ciencia se ocupó de que la anticoncepción fuera un asunto de ‘’ellas’’.
Hoy, cada vez más, los varones comienzan a pensar que el cuidado -en un encuentro heterosexual- es de los dos, la responsabilidad es compartida. Mucho le debemos a la lucha de las mujeres feministas que ya cansadas de someterse al consumo de pastillas, inyecciones, implantes, parches y todo cuanto método esté circulando, deciden comprometer a su pareja en que el cuidado es de a dos y que él también puede poner el cuerpo.
Mujeres que ya venimos poniendo el cuerpo para consumir anticonceptivos y también para gestar, parir y amamantar, con todos los cambios y consecuencias que ello trae, porque hay que decirlo: ¡la maternidad rosada no existe chicas!
Luego de una gestación, el cuerpo tarda casi un año en regresar al estado anterior y amamantar duele y rasga los pezones, el parto -si es vaginal- deja secuelas que hay que reconstruir para volver a disfrutar sexualmente. Todo es real, ocurre, algunas lo vivencian de un modo mas doloroso y otras menos dramático, pero es así.
El acceso a la anticoncepción quirúrgica en sus dos versiones: ligadura de trompas o vasectomía, es un derecho en Argentina a partir de la sanción de la ley 26.130, de 2006, que integró la práctica al Programa Médico Obligatorio (PMO) con cobertura total.
De todos modos, los datos indican que por cada hombre que se realiza una vasectomía hay 26 mujeres o personas gestantes que se sometieron a una ligadura de trompas, según el Ministerio de Salud de Argentina. Si de responsabilidad compartida se trata, aún parece que falta un camino por recorrer.
La vasectomía es una intervención ambulatoria, que no requiere más de 40 minutos, es de baja complejidad, usa anestesia local. Según especialistas en los países desarrollados la tendencia ya lleva a que la práctica de la esterilización masculina se realice directamente en consultorio. Pero en cambio, una ligadura tubaria -antes conocida ligadura de trompas- es una cirugía mas compleja con anestesia general, lo que suele demandar una hospitalización de por lo menos 48 horas.
En relación a los mitos sobre que la vasectomía puede afectar la vida sexual, hay que decir que son solo mitos, no hay razón para que una vasectomía afecte el deseo, la excitación o la erección, porque nada de ello tiene que ver con el transporte o no de espermatozoides. En absoluto, toda la sexualidad sigue tal cual, intacta.
Y recordemos que la sexualidad se disfruta mejor si decidimos cuidarnos. Por una sexualidad libre y placentera.
Lic. Analía Lilian Pereyra
Sexóloga Clínica y Educativa
IG: @licenciadaanaliapereyra
