El 8-M ha tenido la participación de muchas royals que se han encargado de transmitir diferentes mensajes de índole social en referencia a esta tan importante fecha. Por su parte, Carolina de Mónaco, hermana mayor del príncipe Alberto, presidió la entrega del premio que concedía Femmes Leaders Monaco a la bailarina retirada y maestra de ballet belga Bernice Coppieters, de 51 años.
La presencia de la princesa se da en el marco de la licencia que está cursando actualmente la princesa Charlène, quien se encuentra recluida en una clínica privada en Suiza recuperándose de sus problemas de salud. Ya el año pasado la hermana mayor de Alberto se había encargado de suplantarla durante los actos oficiales, como lo hizo en este caso.
Si bien es Estefanía la presidenta honoraria de la asociación, fue Carolina quien se presentó en apoyo a las mujeres y se mostró especialmente emocionada y muy cariñosa con la galardonada.
El look de Carolina de Mónaco en el acto del 8M
Carolina lució una chaqueta de tweed con toques metalizados de la colección 2017 de Chanel y la combinó con un dos piezas en color burdeos y un bolso acolchado de la maison francesa. La princesa fue recibida con un ramo de flores a su llegada al evento, que tuvo lugar en la Rosaleda de la Princesa Grace y al que asistieron varios miembros del Ballet de Montecarlo además de personalidades de esta asociación.
Fue fundada en 2002 y tiene como objetivo reducir las desigualdades entre hombres y mujeres. “Apuntamos a una igualdad concreta para defender la posición de la mujer en todos los ámbitos de la vida pública: salud, educación, medioambiente, derechos de la mujer y otros, así como una profunda reforma de comportamiento. También pretendemos transmitir las experiencias de mujeres de todos los ámbitos de la vida a través del reconocimiento de sus habilidades y promover la conciencia del papel que desempeñan en la sociedad”, explican en su web oficial.
Carolina está muy involucrada en el papel de la mujer en el principado y es habitual verla en eventos donde ellas son protagonistas, mostrando así su compromiso con el feminismo. Es presidenta de honor de otra asociación importante en Mónaco, la Union des Femmes Monégasques, y el año pasado presidió una exposición que pretendía poner el centro de atención en la mujer trabajadora en el ámbito del patrimonio, la cultura o el arte.
Además de su presencia pública en actos de carácter feminista, la princesa monaguesca también ha hablado alto y claro del tema en algunas entrevistas. “Recuerdo que mi madre me decía de buena fe: 'No necesitas estudiar’. También recuerdo a un profesor universitario que me dijo con una crueldad increíble: 'Estás ocupando el lugar de un estudiante digno'. Pero siempre quise superar los obstáculos. Siempre me sentí en competencia con los chicos. Quería hacerlo mejor que ellos, en el colegio o en los deportes. Esta competencia me ha perseguido durante mucho tiempo. A los 20 yo era así", aseguraba hace un tiempo. Y no se ha mordido la lengua al expresarse sobre la violencia de género: "Me preocupan mucho los femicidios. Y hasta ahora no podemos decir que le dimos mucha importancia a las mujeres maltratadas”. Le gusta aclarar que físicamente se parece a su abuela paterna, a la que admiraba y que es un referente porque “era una mujer muy libre. Fue enfermera durante la guerra. Era totalmente inclasificable”.
El regreso de Carolina a la vida pública el pasado 8 de marzo, tras los actos de Santa Devota de enero, y la falta de noticias de Charlène de Mónaco lleva a pensar que su actividad como primera dama sustituta este 2022 también tendrá un importante recorrido. Igualmente seguirá muy pendiente de sus sobrinos pequeños, los mellizos Jacques y Gabriella, ayudada por otros miembros de la familia como su hermana Estefanía o los hijos de esta. Aunque parece que la esposa del príncipe Alberto se encuentra mucho mejor y su recuperación avanza satisfactoriamente, el camino para que pueda regresar a sus actividades institucionales aún será largo.
