Cada 13 de mayo, se celebra el día de la Virgen de Fátima. Con motivo de la fecha, Jacinta Marto, sobrina de los futuros santos Francisco y Jacinta Marto, contó detalles inéditos de cómo fue el encuentro de la Virgen con sus tíos.
Ella vive en Fátima y reflexiona sobre la singularidad de su familia, reconocida por ser testigos de las apariciones de la Virgen María. Jacinta expresa: "No somos dignos del don que Dios nos dio. Toda la familia, mis abuelos y mis padres, siempre lo hemos aceptado como un don de Dios". Además, cuenta que su padre estuvo presente en una de las apariciones pero no vio nada.
Jacinta recuerda con nostalgia la experiencia de su familia y la aceptación de este don divino. "Mi padre no vio nada", reconoce con cierta tristeza. "Estaban solamente Francisco, Jacinta junto a Lucía y mi padre, pero él decía que por más que abrió los ojos y miró, no vio nada".
Al mirar hacia atrás, Jacinta rememora que sus abuelos no comprendían completamente lo que sucedía. "Pensaban que sus hijos eran un poco diferentes a los demás, pero no sabían exactamente de qué forma", comenta. Sin embargo, siempre creyeron en las palabras de sus hijos sobre las apariciones.
Jacinta hace mención a un evento ocurrido después de la última aparición de la Virgen María a los pastorcitos: se observó al sol moverse de forma temblorosa, como en una especie de "danza", según lo describieron miles de testigos de este hecho sobrenatural.
Jacinta Marto enfatiza el mensaje de paz que se desprende de la historia de los pastorcitos de Fátima: "El mensaje de Fátima nos hace pensar que la Virgen vino para que nos volvamos hacia Dios, para que no olvidemos que Dios nos ama". Además, destaca la importancia de la oración del Rosario como un acto accesible y significativo en la fe católica.
Jacinta Marto reflexiona sobre la humildad de su familia ante el don divino de presenciar las apariciones de la Virgen María y resalta el mensaje de paz y devoción a Dios que emana de la historia de los pastorcitos de Fátima.