Antonio Gasalla fue uno de los actores más populares y queridos de las últimas décadas. Su humor ácido, creativo, frontal era, sin dudas, una de sus marcas registradas. Tanto como sus icónicos personajes, que quedarán para siempre en el imaginario de la cultura nacional.
Un actor que se expresó de todas las maneras que pudo a través de su arte. Lo daba todo sobre el escenario y también frente a la cámara. Sus colegas siempre han destacado que no se guardaba nada en su profesión.
Todo lo contrario es lo que hizo con su privacidad. Antonio Gasalla siempre fue extremadamente reservado en relación con su familia y su vida sentimental.


Tenía una relación entrañable con su hermano, Carlos, quien trabajó siempre a su lado. También con su cuñada y sus sobrinos, quienes lo acompañaron siempre y estuvieron a su lado. Inclusos en los duros años de la enfermedad que lo acompañó en sus últimos años.
Y lo rodearon de amor hasta su último aliento, como relató Marcelo Polino en Intrusos (América), mientras narraba con pesar cómo fue el triste desenlace que él también presenció, dada la amistad que tenían.

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A los 84 años, murió Antonio Gasalla
A lo largo de su vida, Antonio Gasalla logró cosechar amistades duraderas con otras figuras del espectáculo, como la que mantuvo con el actor uruguayo, Carlos Perciavalle. Este último, en diversas ocasiones, destacó tener un vínculo muy estrecho con Gasalla, pese a que en diferentes momentos trascendieron rumores de peleas.

Polino fue uno de los amigos más cercanos de Gasalla en sus últimos años de vida. Eran vecinos, se juntaban cada vez que podían. Y contó que lo visitó el pasado 9 de marzo, en lo que fue su último cumpleaños. "Nos reíamos de todo", recordó el periodista.

Quien también habló a propósito de la muerte del actor fue otra de sus grandes amigas: Graciela Borges. En una comunicación telefónica, la actriz habló Antonio Gasalla y el amor, aunque de la manera escueta que supo hacerlo el propio capocómico.

Karina Iavícoli le preguntó: "¿Se enamoró Gasalla?... Porque fue una persona tan cuidadosa -no para que nos digas e quién- tan reservado de su vida privada", a lo que respondió: "Estoy convencida de que sí... el amor es un sentimiento y él era muy vital. Lo que pasa es que tenía un sitio muy privado para ese tipo de cosas", expresó.
Y continuó: "Tenía una casa enorme... El piso de arriba era igual que el de abajo, en Uriburu. Lo sabe muy bien nuestro amigo, Polino. Cuando vos entrabas, su cama era como las de los reyes... chiquitita, pequeña, en una casa inmensa como la que tenía. Y me mostraba los cuartos en donde estaban las pelucas, y donde hacía los personajes. Era, puertas adentro, alguien absolutamente entrañable".
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