La escritora argentina sigue apostando a nuevos éxitos. A días de publicarse "Cisne de noche y cristal", hablamos con ella de su nuevo libro y la pandemia que está viviendo "lejos de casa".
Lo que pasó con Tiffany Lis Calligaris es emblemático. Ella nació en Buenos Aires en 1988 y desde chica se sintió cautivada por los cuentos de hadas. A los 24 años, el mismo año en que se recibió de abogada, publicó su primer libro, "Lesath: Memorias de un engaño", y se convirtió en un éxito.
Más tarde, un viaje a Salem inspiró su pentalogía "Witches", que la consolidó como "La reina del fantasy". Hoy mientras ella vive en Toronto, Canadá, con su marido Phillip y su perro Shiku, se está por publicar otro libro "Cisne de noche y cristal" (editado bajo el sello Puck, es su primer Middle Grade), que promete ser otro éxito de ventas. Hablamos con ella acerca de su nueva obra, del futuro y la pandemia.
¿Por qué esta vez te inspiraste en el Lago de los Cisnes para tu nuevo libro?
Es una historia que se quedó conmigo desde la primera vez que la vi en el ballet de chica. Mis papás me llevaron a verlo al Teatro Colón.
La atmósfera fantasiosa y nostálgica, la idea de una princesa atrapada en la forma de un cisne que solo puede recuperar su forma durante la noche, me resultó romántica. Pero lo que más fascina del ballet puntualmente es el contraste entre Odette, el cisne blanco, y Odile, el cisne negro, lo que representa cada una se ve de forma muy clara en el lenguaje corporal de las bailarinas, en su vestuario, me encanta que sea tan visual y me atrajo el desafío de poder trasladar eso a un libro.
Te etiquetan como escritora en fantasy. ¿Te molesta, te divierte? ¿Pensás que el día de mañana vas a poder abandonar esta etiqueta?
Honestamente no creo mucho en las etiquetas, siento que es algo que está más dentro de nuestra cabeza, que en la percepción de los lectores, en especial del público joven. Me da la sensación de que siguen a un autor por su voz. Sé que es mi caso con los autores que me gustan.
"Honestamente no creo mucho en las etiquetas, siento que es algo que está más dentro de nuestra cabeza, que en la percepción de los lectores"
Tiffany CAlligaris
Hasta ahora todas las historias que escribí fueron dentro del género fantástico, que es mi favorito y un lugar donde me siento a gusto. Pero no dejaría de seguir una idea que me entusiasma si me lleva a incursionar en otro género. No lo veo como abandonar una etiqueta ya que el propósito sigue siendo el mismo: contar una historia.
Tu público es el adolescente, ¿pensás en algún momento salir de ese segmento y dedicarte al lector adulto?
No lo sé. Lo que inspira las primeras chispas de una idea es impredecible, entonces es difícil de decir sobre qué serán mis próximos libros. Para mí lo más importante es disfrutar de lo que escribo y ser fiel a la historia que quiero contar.
No es algo en lo que pienso mucho, porque me encanta escribir para adolescentes, siento que en ese momento de la vida hay cierta intensidad que magnifica nuestras emociones y me resulta muy interesante de explorar. Como lectora también disfruto de la literatura juvenil, es una edad a la que me gusta volver a través de distintas voces y personajes.
¿Cómo estás viviendo la pandemia en Canadá?
Un día a la vez. Vivir una situación tan extrema viviendo en otro país, lejos de mi familia, es muy angustiante. En especial la incertidumbre de no saber cuándo podré volver a Argentina.
"Tratamos de mantener una rutina que nos resulte llevadera a ambos y jugamos muchos juegos de mesa".
Tiffanys Calligaris
Por suerte la tecnología ayuda a acortar las distancias y uno puede seguir en contacto de manera diaria.
También me respaldo mucho en mi marido Phillip y mi perro Shiku. Tratamos de mantener una rutina que nos resulte llevadera a ambos y jugamos muchos juegos de mesa.
En Toronto tomaron medidas preventivas desde muy temprano y la gente es muy consciente de seguir todas las normas.
¿Qué extrañás de la Argentina (y qué no)?
Lo que más extraño es a mi familia, a mis amigos, y la comida, jaja! (en especial las facturas y la pastelería). Lo que no extraño es el caos de la ciudad. Acá vivimos en una zona apartada que tiene mucho verde y un ritmo muy tranquilo. Rara vez pasa algo novedoso. Admito que me gusta lo monótono, me da el espacio que necesito para escribir.
¿Creés que esta pandemia que estamos viviendo puede ser fuente de inspiración para alguno de tus libros?
No la situación en sí, el hecho de que sea una pandemia, pero sí las emociones y los hábitos que surgieron a causa del aislamiento. El rol que pasó a ocupar la tecnología en nuestra vida diaria. Eso me resulta interesante.
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