Esta antigua vivienda georgiana fue objeto de una extensa renovación para crear un hogar contemporáneo sostenible en el centro de la ciudad. La mayor parte fue destruida en un incendio en la década de 1980 y casi todas las características originales fueron erradicadas, dejando únicamente la fachada original y el muro medianero.
La intención del diseño era trabajar con el tejido existente tanto como fuera posible. Se conservaron así las vigas y postes estructurales existentes y se expuso la medianera de ladrillo. En la fachada frontal, se eliminó el enlucido del tablero de guijarros de cemento dañado y se reinstalaron las ventanas de guillotina corredizas.
Por la densidad del lugar, los espacios habitables principales se trasladaron al segundo piso para aprovechar al máximo la luz natural a lo largo del día.
Una nueva escalera central iluminada desde arriba conecta todos los pisos al tiempo que permite que la luz entre profundamente en el plan, y brinda acceso a un generoso jardín privado en la terraza que aprovecha las vistas panorámicas de la ciudad.
El proyecto es limitado tanto en área como en luz, por lo que se utilizó una paleta de materiales pequeños y naturales atemporales para mejorar la sensación de espacio y luz.
Una elegante mampara de metal abre el edificio al nivel de la calle, manteniendo la seguridad adecuada para los ocupantes.
Las áreas funcionales de la casa se comprimieron en las áreas más oscuras de la casa para maximizar la luz en los espacios de vida primarios.
La propiedad fue renovada térmicamente: se instaló un sistema de calefacción con bomba de calor y se colocó un techo verde sedum al nivel del techo.
Este proyecto es un claro ejemplo de cómo un enfoque sensible puede preservar y mejorar nuestro tejido construido existente al tiempo que proporciona un hermoso espacio sostenible para la vida en la ciudad.
Ubicación: Dublin, Irlanda
Arquitectos: Studio Anois
Área: 150 m2
Año: 2021
Fotos: Aisling McCoy