Manual de Jardinería: 10 tareas de verano para mantener tu jardín y prepararlo para el frío - Revista Para Ti
 

Manual de Jardinería: 10 tareas de verano para mantener tu jardín y prepararlo para el frío

Manual de Jardinería: 10 tareas de verano para mantener tu jardín y prepararlo para el frío
En verano, el jardín exige más atención y sentido común, no solo para mantenerlo impecable, sino también para prepararlo cuando llegue el frío. En esta nota, Mechi González Prieto nos comparte sus mejores tips de experta para lograrlo. ¿Manos a la tierra?
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Está claro que en verano las tareas de jardinería  adquieren otro ritmo. En esta época, los cuidados del jardín se vuelven aún más imprescindibles y exigen cierta atención y sentido común, no solo para mantenerlo impecable sino también para prepararlo cuando llegue el otoño y las temperaturas más frías.

Es por eso que en esta nueva edición de Manual de Jardinería, Mechi González Prieto (@mechi_deraiz) nos cuenta cuáles son las 10 tareas más importantes para hacer ahora.

1. Aumentar la frecuencia de riego

Las altas temperaturas pueden ser verdaderas enemigas para nuestras plantas y es ahora cuando los riegos exigen más cuidado.

Y es que, como bien sabemos, regar las plantas cuando están más expuestas al sol y al calor es contraproducente, ya que, además de haber más evapotranspiración durante el día y perder el agua recibida, pueden llegar a producirse quemaduras en sus hojas y la aparición de hongos. Es por eso que resulta fundamental saber cuándo, cuánto y cómo regar.

  • En caso de irnos de vacaciones, un método muy sencillo y amigable es dejar una botella llena de agua dada vuelta, enterrando el pico en la tierra, la planta ira absorbiendo lo que necesite.
  • Para las macetas manejables, una alternativa es llenar un recipiente con agua y sumergirlas cubriendo la mitad (puede ser en un fuentón o palangana), aunque ésta opción el agua se evapora más rápido.
  • También se puede dejar agua cerca de las plantas. Esto ayuda a que aprovechen algunas partículas en el proceso de evaporación y es otra forma de mantener la humedad en el ambiente.
  • En los canteros se riega por goteo (lo mínimo) y lo ideal es si uno puede hacer un riego manual. Con la manguera, a la mañana, se puede ir enebrándola por abajo y dejarla unos 20 minutos. Pasado ese tiempo, se corre por abajo y así hasta llegar al final del cantero.

2. Cortar el césped y abonar

Lo ideal es cortar poco pero con mayor frecuencia, además de ir cambiando la dirección y el patrón de corte para que las raíces de la hierba no se presionen en la misma dirección.

Por otro lado, desde principios de la primavera, es aconsejable abonar el césped cada cuatro o cinco semanas, ya que necesita nitrógeno, potasio y fósforo (podés encontrar a la venta mezclas de abonos especiales para césped y en los envases se indica la cantidad que debe usarse).

La frecuencia de riego para el césped depende de la temperatura y la humedad. Si se desea, se puede dejar que los sistemas de riego y aspersores automatizados, inteligentes y programables se encarguen de todo el trabajo.

3. Abonar canteros y macetas

Si bien es fundamental realizar el abono y fertilización en primavera, en verano también es importante hacerlo (la frecuencia es menor pero nunca está de más fertilizar y abonar). Lo ideal es utilizar abonos orgánicos, como compost y humus de lombriz.

4. Sacar malezas de canteros con más frecuencia

En esta época, hay que estar atentos a las malezas que aparecen entre los canteros de herbáceas, no solo para mantener la prolijidad y limpieza del jardín, sino porque resulta mucho más fácil hacerlo paulatinamente.

Por lo general, muchas de las malezas pueden extraerse con medios mecánicos o manuales, pero en cualquiera de los casos es muy importante sacar la máxima longitud de la raíz posible para impedir que vuelvan a crecer. Si aún así no hay forma de que desaparezcan, podés recurrir a los herbicidas.

5. Podar herbáceas y cortar flores marchitas para favorecer la floración continua

Esta actividad ayuda a mantener limpio nuestro jardín y favorece a la nueva floración de la planta. Por eso, a menos que queramos cosechar semillas de alguna planta, lo mejor es cortar las flores marchitas. En el caso de querer semillas, podemos dejar algunas flores, preferentemente en la parte trasera de la mata.

Por otro lado, en esta época hay muchas herbáceas que están en plena floración y sentimos que es una picardía podarlas. Sin embargo, hay que bajar la mata al menos 1/3 para que reflorezca y tener un otoño a pura flores. Con los restos de poda, podemos aprovechar y llenar de floreros el hogar y hacer gajos.

Para los rosales, el tratamiento es distinto y varía según el tipo:

  • Si tenemos un rosal que tras la floración forma frutos, no hay que cortar las flores marchitas para dejar a la planta que forme esos frutos.
  • Si se trata de rosales que florecen formando racimos de flores, se recomienda cortar solo las flores marchitas que haya en una inflorescencia. Sin embargo, si todo ese conjunto de flores se encuentra en mal estado, hay que cortar el tallo un centímetro por encima de la ramificación de donde parte. Lo mismo se hace con las rosas que florecen solas.

6. Proteger las plantas del sol

Es importante darle protección a las plantas. Si bien muchas especies son resistentes al sol, el agujero de ozono hace cada vez sea más difícil soportar los rayos ultravioletas. Algunos de los métodos más eficaces para evitar pérdidas por sequía son:

  • Cubrir con media sombra los invernáculos.
  • Mover las plantas en macetas bajo la sombra de los árboles.

7. Recolectar y conservar semillas

La recolección de semillas es una parte muy importante. En la huerta, hay que estar atentos y dejar florecer algún cultivo como rúcula, albahaca o lechuga, así tenemos semillas propias para las próximas temporadas. Lo mismo con las herbáceas anuales como zinnias, cosmos, amapolas, entre otras.

Se recomienda guardarlas envueltas en sobrecitos de papel en un lugar seco, oscuro y fresco, para sembrar cuando así lo requiera el cultivo.

8. Cosecha y siembra en la huerta

El verano es el mejor momento del año para la huerta: con él llega la cosecha. Maíz, tomates, zapallitos, pepinos, frambuesas, berenjenas, pimentones, son algunas de la delicias que recolectaremos. Algunos árboles frutales también nos brindan riquísimos postres, como el durazno, los higos, las uvas, las ciruelas, almendras, nueces, entre otros.

En esta época también se puede comenzar a elaborar almácigos para la temporada (pueden ser con lechuga, acelga, brócoli, repollo, espinaca, apio, cebollas, rabanito y puerros).

También se puede sembrar de forma directa habas y arvejas que contribuyen a mejorar el suelo, ya que son plantas que brindan nitrógeno a la tierra.

9. Control de plagas y enfermedades

Hay que tener en cuenta que algunas plagas, como las hormigas, no descansan jamás. Observar y prevenir es la mejor forma de mantener las plagas y enfermedades lejos del jardín.

10. Buen momento para incursionar en el arte culinario

El jardín da mucho al mismo tiempo y está bueno organizar la cosecha para que dure durante el año y no se pudra en la planta o heladera. Todo se puede aprovechar mediante recetas innovadoras, conserva de morrones, secado de aromáticas, mermeladas y hasta recetas con flores comestibles.

Fotos: Pinterest.

Más información en parati.com.ar

   

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