Seguros los estuviste viendo mucho. Los tapices y lonas se convirtieron en must have porque son prácticos, accesibles y permiten darle una impronta personal a cualquier ambiente sin tanto esfuerzo.
Además, con tantos diseños disponibles, podés encontrar desde opciones boho y minimalistas hasta estampas artísticas o frases inspiradoras. Y lo mejor: si te aburrís, los cambiás en dos segundos sin dejar rastros en la pared.


Dónde poner tapices y lonas
- En el living: ideal para romper con la monotonía de una pared lisa. Probá con un diseño abstracto o un paisaje relajante que están muy de moda.
- En el dormitorio: una lona grande arriba de la cama reemplaza el clásico respaldo y suma calidez instantánea. Esta opción a nosotras nos encanta.

- En un estudio o workspace: motivá tu creatividad con un tapiz con frases power o diseños geométricos.
- En un rincón chill: si tenés un espacio para relajarte, un tapiz con texturas suaves le da ese toque cozy que invita a descansar.

Cómo elegir el tapiz o la lona perfecta
- Tamaño: depende del efecto que quieras lograr. Un tapiz grande puede ser el protagonista de la decoración mientras que uno más chico suma un detalle sin sobrecargar el espacio.
- Colores: si tu ambiente es neutro, apostá por tonos vibrantes. Si ya tiene mucho color, optá por algo más chill para equilibrar.
- Material: hay opciones en algodón, lino o tejidos sintéticos. Elegí según la textura que mejor se adapte a tu estilo.

Tips para colgarlos sin dañar la pared
- Con ganchos adhesivos: rápido y sin clavos. Ideal para quienes alquilan.
- Con una barra de madera: da un look prolijo y podés cambiarlo fácilmente.
- Con chinches o cinta de doble contacto: para opciones más livianas.

Fotos: Archivo Para Ti Deco.
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