El Malbec es mucho más que una variedad: es una expresión cultural profunda, una postal líquida de la Argentina que ha conquistado al mundo. Y desde Gualtallary, una de las zonas más reconocidas del Valle de Uco, Huarpe Riglos Family Wines lo interpreta con una mirada propia, audaz y sensible a la vez.

En su finca Las Divas, Huarpe Riglos Family Wines celebra al Malbec como emblema nacional. Cada parcela rinde homenaje a una figura femenina - real o simbólica- que inspira fuerza, elegancia y carácter. Entre todas ellas, la parcela 8 tiene un rol especial: lleva el nombre de “Margot”, en referencia al tango popularizado por Carlos Gardel, una pieza icónica que conecta dos mundos artísticos con raíz argentina —el vino y la música— bajo una misma emoción. De esa parcela” de inspiración musical surge un vino intenso, elegante y contemporáneo, con reconocimiento internacional.
La finca en donde el arte crece en la vid
Las uvas del Gran Malbec nacen en suelos franco-arenosos con gravas, en una pendiente del 3% con exposición solar ideal y condiciones climáticas únicas a más de 1.350 metros sobre el nivel del mar. Este entorno natural potencia la expresión varietal, la frescura y la profundidad del vino.
El sistema de conducción en espaldera alta (VSP), el riego por goteo con agua de pozo surgente y la protección con malla antigranizo completan el cuidado meticuloso que la bodega aplica en cada hilera. “Aquí no hay margen para el azar: el vino comienza a definirse en la viña, y en Las Divas las uvas se tratan como verdaderas protagonistas” dice el enólogo José Hernández Toso.

Las divas nacionales representan al Malbec y fueron inspiradas en personalidades relacionadas al tango como la mítica Tita Merello junto a los personajes y letras como “Malena”, “Margot”, “Mademoiselle Ivonne” y “Che Papusa, oí”. En tanto, las internacionales representan a otros varietales como el Cabernet Franc, Sauvignon Blanc y Cabernet Sauvignon.
Un Malbec con historia, estilo y espíritu artístico
Desde su lanzamiento, el Gran Malbec de Riglos ha logrado el equilibrio perfecto entre potencia y elegancia, ganándose el respeto de la crítica internacional y de los consumidores más exigentes.

Fue reconocido con puntuaciones superiores a los 90 puntos, por medios especializados y maestros del vino internacionales como Wine Spectator, Wine Advocate, Wine Enthusiast, Decanter, Descorchados,Guía Peñín, Tim Atkin y Jancis Robinson, entre otros.
- “Para nosotros, el valor va más allá de los puntajes. El Gran Malbec representa una visión del vino como arte. Una forma de contar quiénes somos, de dónde venimos y qué sentimos”
Como el tango que se reinventan sin perder esencia, este Malbec emociona desde la autenticidad. En la parcela Margot, esa conexión se vuelve tangible: un homenaje al tango como arte vivo, intergeneracional, y a la vez una declaración de principios sobre lo que significa hacer vino con identidad argentina.
El Malbec que también canta
Este 17 de abril, en el Día Mundial del Malbec, Huarpe Riglos Family Wines invita a levantar la copa con su vino insignia: el Gran Malbec de parcela Margot, nacido en una finca donde la tierra se cuida como si fuera un escenario, y cada racimo cuenta una historia. Una historia que, como el tango, atraviesa generaciones y no pasa de moda.

La historia del Malbec comenzó en Francia, pero encontró su mejor versión en suelo argentino. Fue introducido en el país en el siglo XIX y se adaptó con fuerza al clima y los suelos mendocinos. El 17 de abril recuerda la fecha en que el presidente Domingo Faustino Sarmiento impulsó el desarrollo de la vitivinicultura nacional en 1853, marcando el inicio de una transformación que hoy posiciona a la Argentina como líder mundial en esta cepa.
En Huarpe Riglos se celebra al Malbec en todas las estaciones, brindando con cada botella por el talento, la cultura y la tierra que hacen posible este ícono argentino.