El glaucoma es una enfermedad ocular que deteriora paulatina e irreversiblemente la visión. Es la segunda causa de ceguera en América del Sur, la principal causa de ceguera irreversible en el mundo, y la primera causa de ceguera prevenible.
En la Argentina, lo padecen más de 1 millón de personas y lo tienen más del 3% de los mayores de 40 y el 7% de los mayores de 75 años. Sin embargo, en nuestro país, el 40% de las personas no sabe qué es el glaucoma y nunca se tomó la presión ocular.
“Lo peligroso es que la persona no se da cuenta en los comienzos de la enfermedad. Por esta razón, se lo suele llamar ‘el ladrón silencioso de la visión’. Se estima que la mitad de las personas con glaucoma no sabe que están afectadas. Sin embargo, con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes conserva su visión. De esta manera, se puede prevenir que un paciente llegue a ser discapacitado visual”, explica la doctora Anahí Lupinacci (MN 107784), coordinadora de la Sección Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.
A quiénes puede afectar el glaucoma
Puede afectar a cualquiera, pero los mayores de 40 años, los familiares directos de pacientes con glaucoma, las personas que sufrieron traumatismos en los ojos y los pacientes que usan o usaron corticoides tienen más riesgo.
Cómo se combate el glaucoma
“La mejor estrategia para combatir la enfermedad es ir al oftalmólogo una vez al año, para que sea él quien, con varios estudios, arribe al diagnóstico antes de que sea tarde. El examen es rápido e indoloro. Se observa el fondo de ojos y se toma la presión ocular. Estos estudios forman parte de la consulta oftalmológica de rutina. En caso de detectar posibles signos de glaucoma, por ejemplo presión ocular alta o algún daño en el fondo de ojo, otros estudios ayudan a arribar al diagnóstico, permiten el seguimiento de la enfermedad, y evalúan la necesidad de iniciar un tratamiento”, continúa la especialista.
Si bien la pérdida de visión ocasionada por el glaucoma no se puede recuperar, su progreso se puede detener mediante gotas que reducen la presión en el ojo. También ciertos láseres específicos para glaucoma, como el SLT, reducen el uso de medicación.
Cómo afecta la práctica de deporte
El ejercicio también tiene efectos tanto a corto como a largo plazo sobre la presión ocular y sobre el flujo sanguíneo ocular. Puede, por lo tanto, influir en la progresión del glaucoma.
“Ejercicios isométricos o dinámicos, como caminar y nadar, producen una disminución de la presión ocular transitoria en el momento y el período posterior al ejercicio, respectivamente. El efecto de disminución de presión ocular parece ser aditivo al efecto de los medicamentos para el glaucoma. No obstante, las reducciones de la presión inducidas por el ejercicio son todas de corta duración y su relevancia en el tratamiento de largo plazo del glaucoma crónico es incierta”, señala coordinadora de la Sección Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.
“Por el contrario, ciertos ejercicios como el levantamiento de pesas y los de máximo esfuerzo pueden paradójicamente aumentar la presión ocular, y dicho aumento puede ser aún más significativo cuando los sujetos contienen la respiración”, advierte. Aunque concluye que, “teniendo en cuenta los efectos benéficos del ejercicio en la salud y el bienestar en general, los pacientes glaucomatosos son alentados a realizar ejercicios aeróbicos regularmente”.
En caso necesario, una cirugía puede ayudar a mantener la presión ocular, para que no se siga dañando el nervio óptico y termine ocasionando pérdida de visión irreversible. “Para detectar a tiempo esta enfermedad prevenible, es importante realizar un control anual con un oftalmólogo, o más frecuentemente si hay algún factor de riesgo”, completa la doctora Anahí Lupinacci.
Cabe añadir que el viernes 21 de abril se prevé realizar la campaña nacional de detección de glaucoma abierta a la comunidad, y que el Hospital Universitario Austral será sede, como lo es desde hace décadas, de esta campaña para la detección precoz de la enfermedad. Esta campaña se lleva a cabo en todo el país coordinada por el Consejo Argentino de oftalmología.
Fuente: Doctora Anahí Lupinacci (MN 107784), coordinadora de la Sección Glaucoma del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Austral.