Muchas veces se habla del destino. Están quienes creen y quienes no, pero lo cierto es que en ciertos casos es como creer o reventar. La historia de Andrés Galfrascoli y Fabián Núñez, dos de los argentinos que desaparecieron con su hija de seis años en el desplome de las torres Champlain de Miami parece ser una de esas. Es que la pareja tenía planeado quedarse en esa ciudad unos tres meses, aunque solamente iban a pasar una noche en el edificio de la avenida Collins porque querían llevar a la pequeña a la playa: el resto del tiempo se iban a quedar en Hollywood, a unos cuarenta minutos de allí.
El cirujano, uno de los más reconocidos en el país por su trayectoria, y el productor teatral, muy querido en el ambiente artístico, siempre hicieron ostentación de un perfil bajo. Este matrimonio trabajó mucho para poder tener a Sofía, la pequeña que nació gracias a la subrogación de un vientre. “Esa niña era el sueño de ellos. La criaban de forma espectacular”, relató Nikolás Pakota, dueño del departamento que terminó hecho trizas.
En lo particular, ellos fueron los pioneros en hacer una subrogación de vientre en Argentina y también ayudaron activamente a otras parejas que tuvieron que enfrentar instancias judiciales para acceder a este derecho.
En una entrevista con Clarín definió que los tres no eran amigos, sino familia. “Ellos son personas humildes y buenas y la luchan todo el tiempo. Son personas a las que no le regalaron nada. Más allá de lo que te pueda decir, es imposible describir lo que lucharon para tener a su angelito y ahora ella también está desaparecida. Esto no tiene nombre”, agregó.
El padre de Nicolás estuvo la noche del derrumbe hasta las 21 en ese departamento. Unas horas después tuvo lugar la catástrofe. “Después se fue y ellos se estaban yendo a dormir porque se iban a levantar temprano para llevar a la nena a un lugar para jugar y después se iban a la playa. La idea era esa, pero no llegaron”, agregó.
La realidad es que Andrés y Fabián querían seguir haciendo crecer a la familia: estaban con la idea de tener otro hijo bajo la misma metodología. “Estaban luchando por eso… Ahora pasa esto, a veces la vida es injusta”, lamentó. Fuentes cercanas a los desaparecidos señalaron que ese extenso viaje a los Estados Unidos, además del placer, tenía como intención avanzar en esta idea.
Lo cierto, es que los rescatistas trabajan día y noche para rescatar los cuerpos que hayan quedado atrapados y buscar sobrevivientes. El correr de las horas hace que las posibilidades vayan reduciéndose, pero la esperanza entre sus seres queridos sigue intacta.
