Emily Blunt causó sensación con su look en la entrega de los Oscars 2024. La actriz se presentó en la red carpet con un espectacular diseño de la firma Schiaparelli, cuyos breteles flotantes y el bordado de una bikini en la delantera, a la altura de la ropa interior, despertaron tanto admiración como rechazo.
Jessica Paster, la estilista de la actriz, contó a Vanity Fair que la actriz se probó otros vestidos y terminó por definirse por ese diseño color champán con pedrería, que acompañó con varios collares de platino y diamantes y unos aros de diamantes de Tiffany.
"Creo que cuando decidís lo que querés ponerte, algo sucede. Depende de tu estado de ánimo. Uno era colorido, otro diáfano, otro blanco, y luego estaba esta preciosidad", comenzó explicando la estilista.
Paster también dijo que el vestido elegido por la actriz es llamado "la pequeña ropa interior" -por el diseño en la delantera-, pero que la casa de modas decidió rebautizarlo "El Emily", en homenaje a la actriz que lo lució en la gala.
"A veces no vamos sobre seguro. Después de llevar tantos años trabajando con Emily, podemos darnos el lujo de divertirnos con la ropa. ¿Sabía que la gente hablaría sobre los breteles? Por supuesto. ¿Me importa lo que digan los demás? Por supuesto que no. Creo que le gustará a la gente que sabe de moda, a la que le gusta la moda y las cosas interesantes, y sé que a la gente aficionada a las cosas muy clásicas no le va a gustar. A fin de cuentas, estaba absolutamente preciosa. Era un vestido precioso", agregó la estilista.
Sobre los comentarios recibidos por los breteles flotantes, que a muchas personas les disgustaron, Paster adelantó que "los veremos mucho en el futuro". No obstante, admitió que le extrañó ver que Florence Pugh los llevaba en su vestido diseñado por Del Core.
"Creí que Blunt sería la primera en llevarlos… y luego vi que la guapísima Florence Pugh también llevaba unos tirantes muy similares", admitió.
Paster aseguró que las actrices no se habían puesto de acuerdo, tal como muchos expertos en moda aseguraron. Y que tampoco tuvo que ver con la película que ambas protagonizaron (la premiada "Oppenheimer").
"La gente le está dando demasiadas vueltas", respondió riendo. "Elijo un vestido bonito porque es un vestido bonito. Créanme, no hay nada en este vestido que tenga que ver con Oppenheimer. Para mí, este era un modelo para una nominada al Oscar preciosa, maravillosa, una ganadora, y por eso me encanta, finalizó".
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