Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más destacados de la historia reciente de Boca Juniors, falleció este miércoles a los 69 años. El técnico argentino, que regresó al club en 2025 para asumir su tercer ciclo como director técnico, luchaba contra un cáncer de vejiga y próstata desde 2017.
Su estado de salud se había deteriorado en las últimas semanas, requiriendo internaciones domiciliarias y cuidados médicos constantes. La noticia de su muerte conmocionó al fútbol argentino y a los hinchas xeneizes.
Russo había nacido en Lanús el 9 de abril de 1956 y tuvo una destacada carrera como futbolista en clubes como Estudiantes de La Plata. Sin embargo, su legado más importante lo construyó como entrenador, pasando por Vélez Sarsfield, Rosario Central, San Lorenzo y Millonarios de Colombia, antes de consolidarse en Boca Juniors.
En Boca, Russo alcanzó su mayor gloria al conquistar la Copa Libertadores en 2007, un logro que lo convirtió en una figura clave del club. Su liderazgo, humildad y capacidad para transmitir valores tanto dentro como fuera del campo lo hicieron un referente respetado por jugadores, dirigentes y aficionados.
Durante su último ciclo en Boca, iniciado en 2025, Russo volvió a demostrar su compromiso con el club y su pasión por el fútbol. Su partida deja un vacío profundo en la institución y en la comunidad del fútbol argentino.
Desde Boca Juniors, se emitió un comunicado expresando profundo dolor por la pérdida y destacando la huella imborrable que Russo deja en el club. Figuras del fútbol argentino y mundial también han compartido su pésame y reconocido su legado como entrenador.
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