La cocina es uno de los ambientes más importantes de la casa. Sin embargo, independientemente del diseño y de la dimensión, la acumulación de grasitud y el movimiento constante en el lugar generan una dificultad para mantener el espacio siempre limpio.
La buena noticia, es que incorporando ciertos hábitos y limpiando todos los días algunos rincones específicos y electrodomésticos, podés contribuir a tener una cocina mucho más aseada. Acá te contamos cuáles son.
Alacenas y despensas
Tanto la comida como muchos utensilios de comida se guardan en alacenas o despensas, permaneciendo cerrados por mucho tiempo. Esto puede que, a largo plazo, potencie la creación de humedad y moho que puede afectar a su contenido. Por estas razones, se recomienda hacer una limpieza superficial a diario y una bien profunda cada 15 días o una vez al mes.
Griferías
Estos accesorios tan básicos como imprescindibles también pueden ser un foco de infección, debido a que el sarro y algunos restos de comida quedan en los alrededores.
Se recomienda limpiarlas a diario con productos específicos usando una fibra especial que no sea la misma con la que se laven los platos, para evitar que los gérmenes se transmitan a los recipientes.
Heladera
Todos los miembros de la familia usan la heladera para guardar sus alimentos y bebidas predilectos, por lo que es una zona en que es muy común que diferentes manos generen muchas bacterias.
La limpieza -tanto por fuera como por dentro- se debe hacer semanalmente para evitar la acumulación de los malos olores, así como de los microorganismos en las manijas. Sin embargo, se recomienda limpiarla superficialmente a diario.
Microondas
El microondas se debe limpiar dos veces por semana con productos especiales para ellos, por lo que el cloro queda prohibido debido a que estas manejan calor. También se recomienda realizar una limpieza superficial luego de cada uso.
Existen limpiadores en atomizador que limpian los restos de comida en las hornillas y el interior del horno sin dañar las superficies.