De lejos parecen antiguas cabinas de teléfonos públicos, pero en realidad son modernas sillas hechas con plásticos reciclados. Y gracias a su diseño cápsula ayudan a las personas a escapar del ruido de la vida moderna por unos minutos.

Su diseño único a base de plásticos reciclados incluye sonidos de la naturaleza que se canalizan hacia los oídos de los usuarios, creando una experiencia súper relajante y confortable.
Además, su respaldo en forma de megáfono realza el sentido del oído y bloquea la visión periférica, permitiendo un mayor enfoque en “el momento presente” y la capacidad de evitar pensamientos y emociones que distraen.

Las sillas anti estrés hechas con plástico reciclado forman parte de la colección “Amplification of The Senses”, diseñadas por Eun Whan Cho por un encargo del Gobierno Metropolitano de Seúl y fueron ubicadas en las orillas del río Han en Seúl, Corea del Sur.

Sus creadores buscaron crear un refugio anti ruidos molestos en la ciudad y un espacio que incentive la relajación, la tranquilidad y la reflexión.

En lugar de bocinas y ruidos de construcción, lo que más se escucha en el interior de las sillas anti estrés es el suave sonido del agua, el armonioso canto de los pájaros y el relajante susurro de las ramas de los árboles en el viento.
