En Palermo, un antiguo espacio fabril se transforma en un refugio luminoso donde el blanco domina y los objetos personales dialogan con muebles de diseño.
Un loft que rescata la esencia rupturista de los años 80 y 90, pero la reinterpreta con sensibilidad contemporánea.
Pero antes, de qué hablamos cuando hablamos de loft: es un tipo de vivienda amplia y abierta, sin divisiones interiores como habitaciones, donde el living, la cocina y el dormitorio comparten un mismo espacio.

El loft surgió en Nueva York en los años 50, cuando artistas y estudiantes comenzaron a habitar antiguos almacenes o fábricas por ser lugares espaciosos, luminosos y más económicos. En esencia, un loft combina en un solo ambiente las áreas de trabajo y de vivienda, conservando un estilo moderno e industrial.
Del boom de los 90 al modelo 2025: el (nuevo) discreto encanto del loft

Los lofts irrumpieron en la escena del diseño porteño hacia fines de los 80 y principios de los 90 como emblema de una nueva forma de habitar: espacios abiertos, estructuras a la vista y una estética que celebraba lo fabril.
Hoy, esa tipología icónica se resignifica. Y en este loft de Palermo, la intervención apuesta por preservar la impronta industrial original —hierro, hormigón, aberturas amplias—, incorporando una atmósfera luminosa y cálida donde el blanco unifica y expande.
Muebles de diseño, objetos personales y texturas naturales conviven en equilibrio, dando forma a un espacio que combina carácter, funcionalidad y una nueva sensibilidad urbana.
Blanco y luminoso: un loft en Palermo Año 2025

El blanco domina paredes, cortinas y buena parte del mobiliario en este loft reciclado por el estudio Hanselamde (@hanselmade), y que tiene como protagonistas a los grandes ventanales verticales de doble altura y a la luz natural que a través de ellos ingresa.
La madera clara del piso aporta calidez mientras que los detalles en negro, como la escalera decorativa, las lámparas colgantes industriales y las sillas del comedor, añaden contraste y carácter.

El área social se distribuye de forma abierta: un comedor sencillo y elegante con un living relajado coronado por un sofá en “L” en tussor off white junto a dos mesas de centro en chapa negra. Pocas piezas, bien elegidas, refuerzan la esencia depurada del espacio, que transmite amplitud, armonía y modernidad.
El loft da cátedra de decoración de concepto abierto

Una vista de frente hacia el living abierto de doble altura donde el blanco predomina en techos, paredes y el sofá tapizado en tussor.
Como contraste, los detalles en negro de la escalera decorativa, las mesas auxiliares metálicas o la imponente fotografía del leopardo de JB Lacroix.
La lámpara escultórica suspendida en el centro del ambiente actúa como pieza protagonista, aportando movimiento y originalidad. El cuadro de la bandera blanca y negra de argentina fue hecho por los dueños de casa.

Diseño industrial para este comedor de techos altos y estética depurada, con una pared de machimbre blanco como fondo y contraste para la gran mesa de pinotea hecha a medida, junto a seis sillas Thonet pintadas de negro y dos sillones tapizados en tussor en las cabeceras.
Las lámparas colgantes metálicas suspendidas con cadenas refuerzan el carácter urbano del espacio.
El piso de madera clara suma luminosidad y armoniza la paleta neutra predominante. Espejo contra la pared (@conpasiondeco).
Un loft con estilo industrial y esencia de hogar

En este ambiente integrado de estilo loft conviven living, comedor y cocina en perfecta armonía.
La moderna cocina, con mesada de granito negro Brasil, muebles laqueados negros a medida, alzada en cerámicos cuadrados blancos y artefactos negros, funciona además como espacio de trabajo y punto de encuentro.
Por encima de este espacio se encuentra el dormitorio principal, que ganó privacidad durante la reforma sumándole cerramientos de hierro y vidrio y cortinas offwhite translúcidas hechas a medida.
El dormitorio tiene una estética minimalista, con la serenidad como protagonista. La paleta en blanco y gris claro crea una atmósfera calma y ordenada, acentuada por la entrada generosa de luz natural filtrada por cortinas etéreas.

La cama, vestida en tonos neutros, se realza con una manta negra que aporta contraste. El respaldo de la cama es un tabique como continuación de la pared y funciona también como estante. En lugar de una luz central de techo, el ambiente suma varios artefactos de iluminación de distintas intensidades que crean una ambientación cálida.
Un close up del baño, que tiene pisos y paredes de porcelanato gris símil hormigón con griferías (FV), mueble de madera negra y mesada de Silestone blanco.


Un pasillo separa los dos lofts en los que vive la familia que además llevan adelante el estudio Hanselmade (@hanselmade).
Para mostrar un lenguaje neutro en la unión de ambos departamentos, las paredes del hall se pintaron de negro. Un espejo ovalado y una consola con una planta y un cuadro son los únicos motivos de decoración.


