A pesar de haber tenido su época de esplendor durante las décadas de los '70 y '80, la monstera deliciosa fue una de las tantas plantas que volvió a convertirse en tendencia en el último tiempo. Incluso su popularidad llegó a niveles tan altos que es considerada una de las especies más solicitadas en viveros y una de las más buscadas en las diferentes plataformas de inspiración como Pinterest.
Pero en medio de todo este boom apareció una variedad de la misma familia: la monstera blanca.
Así es la monstera blanca o variegata
Como si de una obra de arte abstracto se tratara, la Monstera deliciosa Albo Variegata (su nombre científico) es una de las plantas más chic de la temporada y la nueva favorita de Internet.
Pero más allá de su belleza y poder decorativo, es una planta relativamente fácil de cuidar siempre y cuando se tenga en cuenta que necesita algunos cuidados más específicos en cuanto a luz y humedad, ya que la parte blanca tiene menos clorofila, es decir fotosintetiza muy poco, por lo que ese trozo de hoja es más débil y se marchitará antes.
Así que si no tenés mucha experiencia en el mundo de la jardinería, lo mejor es que no empieces con esta planta.
Su otra contra es que encontrarla es bastante difícil y su precio es súper elevado, sobre todo si se la compara con su prima hermana (la monstera deliciosa tradicional).
Para que te des una idea, en Mercado Libre los precios de una monstera variegada de 50cm arrancan a partir de los $40.000 pesos argentinos.
Cómo cuidar una monstera blanca
- Luz y ubicación: lo ideal es colocarla en interiores muy bien iluminados pero protegiéndola de los rayos directos del sol, sobre todo si tiene mucha parte blanca.
- Temperatura: las ideales oscilan entre los 15 °C y los 28 °C. Es una planta muy sensible al frío y a las corrientes fuertes de aire.
- Humedad: esta variedad necesita una humedad alta que se puede conseguir pulverizando las hojas con frecuencia o colocando un humidificador cerca. Si la humedad baja, tendrá hojas marrones y quebradizas, además de que la parte blanca morirá antes.
- Riego: necesita riegos moderados y poco abundantes. Lo ideal es hacerlo cuando el sustrato esté seco. Si hay exceso de agua, sus hojas se pueden volver amarillas y perder todo su encanto.
- Sustrato: necesita un suelo aireado y muy bien drenado. Una mezcla ideal sería fibra de coco o tuba negra, perlita, corteza de pino, humus de lombriz (opcional), e incluso si es una planta adulta con raíces muy gruesas puede usarse un poco de arlita o arcilla expandida.
- Fertilizante: una buena opción es aplicarle abono de humus de lombriz, cubriendo el sustrato con una fina e intentando mezclarlo un poco por la superficie, sin profundizar mucho para no dañar las raíces.
- Plagas y enfermedades: si bien es una planta resistente, puede sufrir el ataque de cochinillas y ácaros. La buena noticia es que son fáciles de combatir.
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