Entre el famoso 'antes y después' de una obra sucede la fase más importante: 'el durante'. Esa etapa del proyecto donde los profesionales tienen un rol súper importante para lograr que todo quede a gusto de los clientes y dónde ambas partes pueden ver cómo se materializan todas las ideas desde el inicio.
Pero hay que admitir que ese 'durante' es una fase relativamente fácil de asumir para un profesional del sector pero más complicada para el cliente. Por eso acá te revelamos todos los secretos que conlleva una reforma.
Es un poco estresante
Y si, hay que admitir que ninguna reforma es fácil. Pero la fase del 'durante' es una de las más estresantes porque hay que tener todo milimétricamente calculado. Además, hay que soportar largos meses de polvos y escombros, y la incertidumbre de que todo salga perfecto.
Tenés que realizar una mudanza parcial o total
Por lo general, los profesionales recomiendan que los clientes no estén en la obra durante la fase del 'durante'. Y ni hablar si la reforma es completa y total, no queda otra que mudarse por unos meses. Pero si vas a reformar solo uno o dos ambientes, podés 'vaciar' esas zonas y trasladarlas a un lugar donde no interfiera con la obra. Eso sí, vas a tener que soportar un buen tiempo rodeada de polvos, escombros y profesionales trabajando largas horas.
Se puede atrasar
Una obra de reforma integral puede demorarse entre 4 y 6 meses aproximadamente. Pero para conseguir un buen resultado final, el período de trabajo suele alcanzar los 8 meses. Así que armate de paciencia y sabé que, en la mayoría de los casos, cuando te dicen 4 meses en realidad son 8.
Por supuesto que este dato depende de otros factores como el tamaño de la casa, la complejidad de los diseños, etc.
