Este lunes 4 de marzo, es el Día Internacional de Concientización sobre el Virus de Papiloma Humano (HPV) con el fin de comunicar a la población lo importante que es el cuidado de uno mismo, tanto en la vida sexual como en la cotidianidad.
Generalmente, el HPV se ve en la piel con verrugas y/o mucosas, que pueden ser secundarias a la infección por el virus. Y, usualmente, se transmite por la actividad sexual. El 80 % de la población tuvo, tiene o tendrá contacto con el virus a lo largo de su vida.
"Se considera que todas las personas sexualmente activas, al menos, va a tomar contacto con uno de estos virus a lo largo de su vida. Hoy, existen más de 100 tipos de virus HPV y al menos 40 de estos pueden infectar el área genital", explicó la jefa del sector Patología Vulvar y jefa del Servicio de Ginecología del Hospital Italiano, Claudia Marchitelli (MN 81.306).
A su vez, la ginecóloga detalló que la mayoría de estas infecciones son autolimitadas, asintomáticas y pasan desapercibidas y que sólo el 1% de la población inmunocompetente infectada por HPV desarrollará condilomas debido a un balance entre la inmunidad del huésped y la virulencia del HPV.
"En pacientes inmunocomprometidos por trasplantes, la prevalencia de estas verrugas asciende al 2% y en HIV positivas al 12 por ciento. El 90% de los condilomas son causados por virus de HPV de bajo riesgo, razón por la que no se transforman en cáncer", aseveró Marchitelli.
Cómo se contagia el HPV
La especialista detalló que, usualmente, el HPV se transmite sexualmente y que la mayoría de la población sexualmente activa lo adquiere a lo largo de su vida.
"Las lesiones pueden aparecer años después. El virus queda en el cuerpo y cuando bajan las defensas pueden surgir. No padecerlas no implica no tener el virus", determinó Marchitelli.
Asimismo, la ginecóloga explicó que la mayoría de los condilomas anogenitales son asintomáticos, pero, según su localización, pueden ser dolorosos o pruriginosos.
"En algunos casos, la paciente puede presentar sintomatología como picazón, ardor o sangrado en el caso de condilomatosis voluminosos. La forma de presentación clínica de estas verrugas es variable, pueden ser planos o verrucosos, blancos, rojos o grises. Pueden ser únicos, aunque, generalmente, son múltiples, multifocales, es decir, localizados en la vulva, el periné y/o periano. Pueden estar en cualquier parte del tracto anogenital. El hallazgo de condilomas intraanales no necesariamente se relaciona con personas que practiquen sexo anal", expresó la especialista.
Cómo se diagnostica el HPV
"El diagnóstico es clínico. Solo con mirar la vulva y, en algunos casos, usar una lupa de aumento. Son pocos los casos en los que se requiere una biopsia", aseguró Marchitelli acerca de cómo se diagnostica el HPV.
"Ante ciertas situaciones, es mandatorio para establecer el diagnóstico de certeza. Se presentan lesiones visibles, generalmente, de superficie verrugosa o espiculada, que, en el transcurso de meses o semanas, pueden confluir y constituirse con aspecto de coliflor", detalló la ginecóloga.
Asimismo, la especialista determinó que no es de utilidad realizar el test de HPV en los condilomas, ya que no aporta ningún dato relevante para el tratamiento ni pronóstico.
Cuál es el tratamiento del HPV
Claudia Marchitelli determinó que, si bien las verrugas no representan un riesgo para la salud de la paciente, se pueden tratar porque contagian y por consideraciones estéticas y emocionales.
"No existe un tratamiento ideal para todas las pacientes. Este debe ser individualizado según las características de las lesiones, la localización, la preferencia de la paciente y las opciones con las que cuenta el médico", explicó la ginecóloga.
"Puede ser tópico, como el tricloroacético (colocado por el médico) una vez por semana. Se usa sólo en casos de verrugas pequeñas y aisladas, nunca en condilomatosis grandes y floridas. En estos casos, se puede usar una crema inmunomoduladora, imiquimod, aplicada por la paciente hasta que desaparezcan las lesiones o los métodos quirúrgicos como laser, leep, criocirugía o resección con bisturí. Se pueden combinar entre sí y utilizar los inmunomodulares antes o después de otro tratamiento como complemento", detalló la especialista.
La doctora determinó que el imiquimod se considera como primera línea de tratamiento, ya que lo aplica la paciente, no altera la anatomía y función vulvar, y tiene menos tasas de recurrencias post tratamiento que cualquiera de los otros métodos dado que deja memoria inmunológica.
"Es una enfermedad benigna, por lo tanto, el pronóstico es excelente. La recurrencia es más frecuente dentro de los tres primeros meses luego de curadas las lesiones y está asociada con la inmunidad de la paciente y el tabaquismo", aseguró Marchitelli.
Actualmente, la vacunación contra el HPV constituye el método de prevención primaria. Está en el calendario de vacunación para niñas y niños de 11 años de edad. Igualmente, se puede aplicar en otras edades, pero siempre consultar sus beneficios con el médico.
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