Desde 1988, cada primero de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA con el fin de generar conciencia en la población, apoyar a las personas que lo padecen e impulsar avances en la prevención, tratamiento y atención.
Existen diferentes fundaciones destinadas a la salud de aquellos que tienen HIV, como, por ejemplo, AHF, que surgió en Los Ángeles en 1987 y llegó a la Argentina en 2013. "Es una ONG internacional dedicada a la prevención del VIH y a la salud sexual en general", explicó Natalia Haag, la jefa nacional de testeos de AHF.
"Surgió en el año 1987, con otro contexto del SIDA, siendo una organización que acompañaba a las personas a morir porque, en ese momento, no había más nada que hacer en esos inicios. En una primera instancia, como no había tratamiento y había mucho discriminación porque había desconocimiento, muchas familias expulsaban a las personas que recibían el diagnóstico, por este miedo de no saber cómo prevenirlo, qué pasaba. Entonces, un grupo de personas empezó a querer conseguir lugares, como casas para poder tratar de hacer cuidados, ya que no había mucho más que hacer para que la persona viva de manera lo más digna posible", expresó Haag.
"Después, en los 90, con el surgimiento de los tratamientos antirretrovirales, ahí es donde cambia. Con la incorporación de los tratamientos, empieza a ser una enfermedad crónica. Afortunadamente, la respuesta al VIH fue cambiando con un montón de avances y se modificar esto de buscar solamente acompañar a morir dignamente a ser una organización que da respuesta al VIH tratando de tener la mejor medicina e incidencia política, sin importar la capacidad de pago de los usuarios", contó la jefa de testeos de AHF.
"Actualmente, AHF está en 45 países y en la Argentina estamos desde el año 2013 y contamos con dos centros comunitarios de salud sexual, uno en CABA y otro en Rosario, en donde también brindamos atención médica, test de VIH y otras infecciones de transmisión sexual, enfermería, farmacia, prevención, educación y todo de forma gratuita", aseveró Haag.
"Además de estos centros, también trabajamos con un montón de organizaciones aliadas, estamos en todas las provincias realizando acciones de prevención, testeo e incidencia política", detalló Natalia.
Cómo fue que Natalia Haag llegó a AHF
"Yo soy de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Ya estaba trabajando en el programa cuando surgió esto de VIH. Yo vivo con VIH, tuve mi diagnóstico en el 2010 y ahí empecé con una necesidad de querer hacer algo. Por ahí, no tenía muy claro qué, pero sí quería hacer algo con ésto, que todavía seguía generando mucha discriminación, que había mucho desconocimiento, sobre todo en los lugares más chicos y más alejados de Capital Federal, ya que todavía la información quizás no es tan actualizada", explicó Natalia.
"Entonces, tenía ese empuje, ese impulso de querer hacer algo, y surgió esto de empezar a trabajar primero en mi ciudad con algunos proyectos relacionados al VIH y después apareció esta oportunidad de traer a AHF a la Argentina. Allí, empecé a formar parte desde los inicios y ahora soy la directora de prevención en todo el país", recordó Haag.
"Me enteré de mi diagnóstico a los 27 años y me lo tomé bien. Ya tenía un poco de información y además un rasgo de mi personalidad es la resiliencia, entonces me dije: "Va a estar todo bien y hay que seguir". Es mi forma de ver la vida, de que siempre hay que seguir", expresó la directora de prevención de AHF.
"Después, me surgieron un montón de interrogantes, porque por ahí uno se empieza a cuestionar la aceptación de las personas, o si voy a poder hacer esto o lo otro, o si todos mis sueños iban a poder seguir tal cual", detalló la jefa de testeos de AHF.
"Ya tenía dos hijos, aunque también era como una inquietud de qué iba a pasar, pero después, cuando me surgió el deseo de volver a ser madre, tenía demasiada información, así que estaba muy tranquila con eso", mencionó Natalia.
"También, cuando se lo conté a mi familia o en el trabajo que tenía en ese momento, lo tomaron bien, entonces creo que en eso fui una privilegiada, ya que no sentí esa discriminación o ese rechazo que sí, lamentablemente, muchas personas padecen, entonces eso me hizo tener mucha más seguridad", afirmó Haag.
"No es algo que se debe informar en el trabajo porque el diagnóstico siempre es de la persona, es confidencial, uno elige a quién contárselo y a quién no y de hecho también es ilegal que te pidan en los exámenes preocupacionales el test de VIH. Pero, más allá de eso, yo tenía la necesidad de contarlo porque justo había estado internada, entonces fue cuando tuve mi diagnóstico y fue una cuestión mía el querer informarlo, pero no es una obligación", explicó la directora de prevención de AHF.
Cómo fue para Natalia Haag ser madre nuevamente luego de su diagnóstico de VIH
"Cuando quise volver a tener un hijo, no tenía miedo porque tenía mucha información y eso creo que es la clave. Estaba muy confiada tanto en mi infectólogo como en el obstetra y en la pediatra que después fue de mis hijos. Entonces, sabía que iba a hacer todo lo posible para evitar la transmisión del VIH a mis hijos", explicó Natalia.
"Eso se evita con tratamiento, con el mismo antirretroviral que uno toma, el cual hace que durante el embarazo no se transmita el virus al bebé. También, después se hace una profilaxis, que es una medicación que te pasan por vía durante el trabajo de parto para evitar que, si fue un parto normal, cuando el bebé pase por el canal de parto se evite la transmisión ahí", detalló Haag.
"Después, el bebé también toma una profilaxis durante un mes, que es un jarabe, que es una medida preventiva para no pasarle el virus", expresó la jefa de testeos de AHF.
"En el momento del sexo, para poder quedar embarazada, hay distintas formas de hacerlo, pero más que nada, si la persona con VIH está en tratamiento y tiene una buena adherencia, el tratamiento lo que hace es bajarte la carga viral, que es la cantidad de virus que uno tiene en el organismo. Eso hace que el virus sea intransmisible, es algo que se llama I igual a I, indetectable igual a intransmisible. Si uno tiene la carga viral indetectable, no le transmite el virus a su pareja, con lo cual eso hace que uno pueda planificar tener un hijo de forma natural", detalló Natalia.
"Si no se logra la carga viral indetectable, hay otros métodos. Si la mujer es la que tiene, se hace una inseminación artificial, que puede ser hasta casera, y si el varón es el que tiene el virus, con un procedimiento de lavado de esperma, también se logra", afirmó Haag.
Por qué hay tanta estigmatización en la comunidad gay al respecto del VIH
- ¿Considerás que hay algún tipo de estigmatización hacia la comunidad gay o a los hombres al respecto del VIH?
- Sí. Primero, que cuando uno piensa en VIH piensa en esos inicios de que solamente se asociaba a varones, que tenían sexo con otros varones. Pero, por ejemplo, en la Argentina se estiman que hay más o menos 120.000 personas que viven con VIH y alrededor de 44.000, siempre en términos aproximados, son mujeres.
Con lo cual, el porcentaje es alto. Pero, muchas veces, pasa que a las mujeres les cuesta más el tema de la visibilidad, el tema de poder decir que viven con VIH que a los varones. No tengo una explicación demasiado sociológica de por qué pasa, pero sí, si bien somos muchas las mujeres que vivimos con VIH, a veces el tema de la visibilización se da mucho más en varones que en mujeres.
Un poco es una lectura muy personal, pero a veces las mujeres pensamos más en nuestro alrededor, en qué pensarán nuestros hijos, qué pensarán nuestros padres, nuestra familia. Y ahí a veces en los varones no es algo que les suceda. Es solamente una interpretación, no es que haya algún estudio o alguna cuestión o por lo menos no lo conozco.
Un poco también tiene que ver el tema de las edades, que se quedaron con esa información del principio. Antes, el SIDA era la "peste rosa", porque los primeros casos que se conocieron eran varones homosexuales, o también estaba asociado con determinadas poblaciones, como usuarios de drogas inyectables, trabajadoras sexuales, siempre por ahí estaba estigmatizado en algunas poblaciones.
Sin embargo, cualquier persona sexualmente activa que no utilice preservativo está en riesgo de tener VIH. Y esto de seguir pensándolo solamente en algunas poblaciones hace que sea más difícil el tema de la concientización, porque uno piensa "si yo no formo parte de ninguna de estas poblaciones, no me va a pasar".
Ahora, estamos viendo muchas personas de mayor edad, sobre todo, varones heterosexuales que quizás nunca pensaron que el VIH podría ser una cuestión que les podría pasar a ellos, o mujeres heterosexuales que a lo mejor incluso han tenido toda la vida su misma pareja, y sin embargo su pareja no ha sido de la misma manera y se han infectado.
Entonces, es importante barrer estos estigmas de "solamente estas poblaciones", porque sino uno no se siente interpelado. Pero, también al principio las campañas que había a veces también estigmatizaban.
Algunas cosas han ido avanzado, pero si vos no estás muy en lo finito de la información, te quedás afuera, ya que hay pocas campañas de prevención masivas que funcionan para que el tema esté en agenda o para que uno se sienta interpelado.
- ¿Qué sentís que falta para que sigamos avanzando?
- Campañas de prevención, sin dudas. La última campaña masiva era la de: "Si no hay triqui triqui no hay bam bam". Esa fue tan llamativa, que aún a todo el mundo nos suena. Pero, luego de eso no hubo otra así para hablar de VIH, para hablar de prevención. Y me refiero a nivel nación, a nivel gobierno.
Por supuesto, hay un montón de organizaciones que hemos hecho campañas diferentes, pero una a nivel nacional se necesita un gran presupuesto. También no hay mucho presupuestos de salud para prevención. Entonces, se hace poco y nada porque no hay dinero.
- ¿Cómo ves a la Argentina?
- Hemos ido avanzando bastante, pero por supuesto falta. Si hoy uno pone el VIH en términos médicos, estaría casi resuelto porque existen los tratamientos, la persona con VIH puede tener una calidad de vida excelente, vivir la cantidad de años que tenga que vivir, pero el estigma y discriminación sigue jugando algo fuerte en la Argentina.
En algunos trabajos, siguen pidiendo el test de VIH en los análisis preocupacionales solamente con el objetivo de excluir a esa persona. Por lo que, a muchos les cuesta poder conseguir un trabajo formalizado. Algunas familias o parejas todavía siguen sin aceptar por miedo, prejuicios, falta de información o lo que sea, entonces excluyen muchas veces a las personas con VIH y eso hace que la vida sea un poco más difícil.
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