Sinónimo de elegancia (también de opulencia, en altas dosis) el dorado tiene el poder de imprimirle a cualquier deco (no importa su estilo) un gesto delicado, un acento glamoroso pero canchero a la vez.
Sorprende su ductilidad: en pequeños detalles, suma puntos en cualquier ambiente: en herrajes o lámparas de baños y cocinas, en el metal cromado de muebles o en cuadros y detalles varios en livings y comedores e incluso, por qué no, en los almohadones de un cuarto.

Cómo usar el dorado en su justa medida
Decorar con dorado exige un punto de moderación. Aunque esta norma es general a todos los colores, en el caso del dorado se hace todavía más evidente.
Por eso conviene siempre ir usándolo de a poco, en pequeñas dosis y en detalles puntuales, que luzcan sin brillo pero sin embriagar.

Colores que mejor combinan con el dorado
No todos los tonos se llevan bien con el dorado. Por eso conviene primero hacer la prueba. Hay algunas combinaciones que se saben exitosas:
- Dorado + blanco y negro.
- Dorado + verde.
- Dorado + fucsia.
- Dorado + narnaja.
- Dorado + violeta.
- Dorado + azul
Detalles oro en muebles y accesorios. Oro y plata, otra buen mix.
El dorado es un color apto para todos los ambientes
Todos los espacios de la casa pueden sumarse a la moda de los detalles oro. No sólo vale para livings, comedores y dormitorios. En la cocina y en el baño el efecto es impecable.
Podés sumarlo en las luminarias, en los herrajes de los muebles e incluso en la grifería: en la dosis justa, aporta un matiz decorativo elegante y chancherísimo a la vez.

Cómo combinar el dorado
Una lámpara de techo o de mesa, el marco de un espejo, un juego de cubieritos: todos pueden ser ser también elementos clave a la hora de decorar con dorado. Lo importante es saber mezclarlo con otros elementos que le bajen un poco su aura de elegancia y lo vuelvan más terrenal.
La madera y otros materiales naturales, como las fibras, son grandes aliados para contrarrrestar su excesivo glamour.
Otra opción es combinar dorados de distintos acabados: más brillantes con más opacos, mates o en oro envejecido. Este gesto le da dinamismo a la deco.

Las 5 reglas del dorado
1. Genera contrastes. Una mesa antigua con las patas en dorado se transforma en una pieza vintage.
2. Atrae la atención. El dorado funciona muy bien para resaltar un detalle o sector.
3. Suma brillo. Como cualquier acabado metálico, el dorado tiene el poder de hacer que la luz se refleje y rebote.
4. Es cálido. Entre los metálicos, es sin dudas el tono más cálido.
5. Se integra muy bien con la decoración. Sin importar el estilo del ambiente, un toque dorado nunca cae mal.
