Isabela, la argentina que participa en el reality de supervivencia al desnudo, reveló las intimidades detrás de su experiencia extrema: "Estar en el medio de la selva atravesando mi periodo fue lo más lindo" - Revista Para Ti
 

Isabela, la argentina que participa en el reality de supervivencia al desnudo, reveló las intimidades detrás de su experiencia extrema: "Estar en el medio de la selva atravesando mi periodo fue lo más lindo"

El jueves pasado se estrenó Supervivencia al Desnudo Latinoamérica y esta vez participa una argentina en este reality extremo. Isabela tiene 26 años, es cocinera vegana y habló de su asombrosa experiencia con Para Ti.  
News
News

Isabela atraviesa desnuda la sabana colombiana para encontrarse con Pablo, su compañero en esta aventura de supervivencia. Se saludan y de inmediato su acento argentino se hace notar. "Soy vegetariana", le dice esperando que él no tenga problemas con eso. Pero Pablo se toma la cabeza y exclama: "¡Ay, mi dios!".

Isabela de Supervivencia al desnudo
El encuentro de Isabela y Pablo. Foto: captura de video.

Así arranca la presentación de Isabela, la primera argentina que participa en Supervivencia al desnudo Latinoamérica, la serie original de Discovery Channel producida en la región, grabada en Colombia y compuesta por siete episodios. Este reality desafía a los expertos en supervivencia a vivir 21 días sin comida, agua y ropa en una agreste sabana de Colombia. Hablamos con ella y nos reveló detalles de esta experiencia extrema.

Isabela tiene 27 años y escocinera vegana. Si bien nació en Buenos Aires, vive en una comunidad ecológica en Brasil. Allí adquirió conocimientos sobre plantas. Hoy está esperando a su primer hijo -a quien visualizó en la selva cuando estaba haciendo el desafío- con Bruno, su pareja.

Isabela es argentina pero vive en Brasil. Foto: captura de video.

-¿Cómo se te ocurrió participar de este reality de supervivencia?

-Vivía en una ecoaldea comunitaria en el medio de la naturaleza, en Brasil, hacía ya casi 5 años, inmersa en aprender a vivir de una forma simple, en equilibrio y armonía, cuidando de los ciclos de consumo y liderando un café vegano y orgánico dentro de un centro holístico. Al mismo tiempo hacía ya varios años que dedicaba mi tiempo y dinero a cursos de autoconocimiento y diferentes terapias alternativas. Siempre me gustaron los desafíos y combinar eso con la naturaleza, y además durante 21 días de supervivencia… Apenas me enteré, ¡me vi adentro!

Isabela y Pablo -Supervivencia al desnudo
Pablo e Isabela en pleno desafío.

-¿Cuáles eran tus conocimientos de supervivencia? ¿Reforzaste lo que conocías a partir de que fuiste aceptada para participar?

-En diferentes viajes por el mundo aprendí varias técnicas de construcción de refugios primitivos, utilizando todo que el entorno ofrece, que no siempre es lo ideal, pero usando la creatividad, es posible. También realicé una vez por año 21 días de ayunos prolongados y silencio, lo que me ayudó a fortalecerme mucho en lo psicológico y resistencia, quebrando los miedos de no tener alimentos ni agua para beber. También me interioricé en el reconocimiento de PANCS (plantas alimenticias no convencionales), técnicas de respiración y relajación, ideal para situaciones en las que no podés dormir, como en la selva a veces sucede, ya sea por el clima, las condiciones de refugio, potenciales peligros, etc.

Isabela en el primer capítulo. Foto: captura de video.

-¿Cómo fue el casting?

-Fueron varios meses de poner en práctica todo aquello que ya sabía e incluso aprender muchas cosas nuevas. Se realizó durante la pandemia por lo que fue 100% online, grabando videos, haciendo videollamadas, mucho ida y vuelta vía email… Así se fue definiendo si realmente podía participar. Al mismo tiempo fue importante para mí esa etapa porque me empoderé mucho, profundicé las técnicas y conocimientos que ya tenía, y descubrí otros que ni sabía que tenía.

Isabela-supervivencia al desnudo
Isabela en Colombia.

-¿Estás en pareja? ¿Tenés hijos? ¿Qué "dejaste" para irte 21 días a hacer supervivencia?

-Sí, estoy en pareja. Junto a mi compañero, Bruno, estamos esperando nuestro primer hijo. Soñé la primera vez con él en la selva colombiana: estaba en la primera semana y en un momento de descanso al lado del fuego, apareció contándome su nombre, y avisando que pronto llegaría. Y meses después, así fue.
Dejé atrás muchas cosas, lo primero fue cerrar un ciclo de 5 años de vida comunitaria en la ecoaldeas donde vivía, desapegarme de ese espacio que me dio mucho, pero ya había llegado a su fin.

También con mi novio nos tomamos una distancia para poder ir “libre” y que pueda estar 100% enfocada en la selva ya que sería (¡y fue!) una experiencia transformadora y profunda. No sabíamos qué pasaría al volver a vernos y resultó muy positivo permitir esa libertad para después, re-elegirnos desde la nueva persona que cada uno era al finalizar el desafío y volver a Brasil. También, siento que dejé atrás mucha comodidad, miedos e inseguridades, para entrar literalmente liviana y desnuda a la selva. Siempre tuve en claro que esa mochila no podría venir conmigo.

Isabela en la sabana colombiana. Foto: captura de video.

-¿Qué fue lo más difícil? ¿Qué te sorprendió?

-Lo más difícil fue el frío de las noches. El clima cambia mucho y es súper húmedo. Lo que hace que el fuego sea oro y la madera seca, el bien más preciado. Me sorprendió mucho la energía fuerte del lugar, te absorbe, cierro los ojos y vuelvo a esa sensación de ser tan pequeños en el medio de tanta exuberancia que es la selva. Me sorprendió también cómo conseguí adaptarme, incluso en situaciones extremas, mantenerme en mi centro.

-¿Es lo que creías, te defraudó o superó tus expectativas?

-¡Superó totalmente mis expectativas! Siento que es una experiencia antropológica y de autoconocimiento. Volver a vivir al natural y ver el resultado que generó tanto en mi día a día como en mi interior, ¡es un regalo!

Isabela-supervivencia al desnudo
Isabela en acción.

-¿Cómo hiciste para lidiar con temas relacionados con la higiene y en especial con femeninos: depilación, período, cepillado de dientes, pelo?

-Los últimos años había quebrado ya muchos patrones impuestos como estar libremente y tranquila sin depilarme las piernas, que antes, de adolescente tal vez era lo peor y evitaba ir a una pileta solo por no estar depilada, ir a un ginecólogo y pedir disculpas por no estar depilada, cosas que no tienen sentido. Hoy y hace ya varios años me parece un absurdo. Así que tema pelos no fue problema.

En relación a mi periodo, ya venía usando métodos alternativos como copa menstrual y absorbentes de tela, pero estar en el medio de la selva atravesando mi lunación fue lo más lindo. Respetar mi cuerpo, estar más tranquila (de afuera visto como “menos activa”) fue importantísimo.
Los dientes me lavé algunas veces con carbón y mucho dedo, ¡y funcionó muy bien! También me hice unas esponjas vegetales con los pastos secos y las usaba para cuando entraba al agua a modo de bañarme, y principalmente mantener las heridas lo más limpias posibles, después las secaba con cenizas para que no se infecten.

El pelo, no había mucho que hacer, días de calor atarlo, era muy fácil porque estaba durísimo por la tierra. No había mucho que hacer con eso. Cuando salí del desafío, cuidé mucho de no aplicar cremas ni shampoo químicos, y utilicé vinagre de manzana y bicarbonato de sodio para ir restaurando el PH de mi cuero cabelludo y también el brillo del pelo que había quedado perdido en algún baño de lama.

Isabela de Supervivencia al desnudo
Isabela armando el refugio. Foto: captura de video.

-¿Sufriste consecuencias físicas y emocionales?

-En lo físico, mis reservas de hierro quedaron bien bajas, por lo que tuve que mantener una suplementación por unos meses. Las heridas principalmente de los pies las curé con óleo de lavanda y té. Mi cuerpo quedó bien, también me había propuesto engordar unos 5 kg extras antes de entrar para no sufrir mucho el cambio y mantenerme saludable, y funcionó.
Los cambios emocionales que más sentí fueron el agradecer absolutamente todo, mucho más que antes, lo más simple, lo más básico, lo ves con otros ojos al salir. Desde agarrar un vaso y simplemente abrir una canilla y tener agua, hasta tener una manta o un colchón para descansar. Todo toma otra dimensión, otro valor.

-¿Qué obtuviste de ganancia "emocional" al participar de este reality?

-La simplicidad y el valorar mucho más las pequeñas cosas que en el día a día no siempre nos damos cuenta de lo privilegiados que somos. Acabamos viendo más lo que nos falta, lo que tiene el otro y no yo, lo que me gustaría tener, y por ahí vamos perdiéndonos en los deseos de algo que no es lo que ya hay aquí y ahora. La participación en el reality me dejó de regalo ese nuevo agradecer aún más profundo sobre la abundancia de la vida. La simplicidad y perfección de cada momento.

Isabela-supervivencia al desnudo
Isabela y Pablo trabajando en equipo.

-¿En algún momento pensaste en abandonar el desafío?

-Realmente no. Tuve siempre muy en claro que era un desafío que en algún momento iba a terminar. También soy de llevar la vida de una forma muy “descomplicada”, entonces frente al caos reía, buscaba una solución y cuando no la había, era solo aceptar y saber que al día siguiente algo sería mejor.

-¿Te adaptaste rápido a la desnudez?

-¡Muy rápido! Es algo que siempre tuve en claro que era tranquilo para mí, pero mismo así, antes de empezar lo pensé mucho y al segundo que estás en el medio de la selva, sola con un completo desconocido, y tener que sobrevivir, la desnudez pasa tan rápido a otro plano que la adaptación es muy natural. En mi caso fue instantáneo porque la prioridad es ver dónde estás pisando, ver cómo está el clima, dónde vas a poder dormir y refugiarte esa noche, ya no la desnudez.

Isabela-supervivencia al desnudo
Buscando solucionar problemas en el refugio.

-Una vez que volviste a tu vida normal, ¿hay algo que extrañás de tu vida en "Supervivencia al Desnudo"?

-¡¡Sí, muchas!! El despertar todos los días haciendo yoga frente a la sabana tropical, buscar agua para beber de un riacho, estar 100% en contacto con una naturaleza tan virgen…

Isabela la argentina de Supervivencia al desnudo
Isabela a pleno en Supervivencia al desnudo. Foto: captura de video.

-¿Es una experiencia para recomendar?

-¡Absolutamente! Claro que esa fue mi experiencia y parece todo color de rosas, pero no lo es: hace frío, calor, los pies se lastiman, duele, hay sed, hambre, desafíos, miedos que vienen, animales peligrosísimos, la cabeza puede jugarte a favor o en contra, y creo que cada uno tiene que saber muy bien dónde está parado en su vida y cuál es su relación con la naturaleza para ir a un desafío así porque no es fácil.

-¿A qué te dedicas actualmente?

-Actualmente, después de miles de diferentes trabajos por el mundo, estoy atravesando un momento de quietud, donde el gestar-parir-maternar es prioridad y me entregué a esto con todo mi ser. Antes trabajaba con cocina vegana, creando recetas, dando cursos y vivencias. Me encuentro en un momento de apertura viendo los caminos que se van abriendo, siendo fiel a mí misma y siguiendo mi corazón siempre. Compartiendo e inspirando a quien le resuena ese caminar de vida más simple, llena de viajes e historias. Algo que en el pasado fu tan importante para mí, ver otras personas saliendo de su zona de confort y siguiendo sus sueños, aun sin una estructura, o un título universitario.

Más información en parati.com.ar

   

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig